Ensayos






ESTERTORES
DE UNA CULTURA

Héctor Carlos Reis









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2004, Héctor Carlos Reis
PatHec Producciones


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Una indagación sobre nosotros, los humanos; la evolución desde los remotos orígenes hasta el convulsionado siglo XXI de violencia, mafias, delitos e impunidad. Cómo fuimos, cómo somos y cómo podríamos ser, pero... ¿seremos?






PROLOGO
En las postrimerías del siglo XX podemos observar un desarrollo vertiginoso de las ciencias y de su aplicación: la tecnología. El progreso prácticamente sólo se manifiesta en estos campos, ya que en otros aspectos estamos estancados, por ejemplo en la solución de problemas económico-sociales, en los conflictos violentos de etnias, religiones, nacionalismos vetustos, etc., en atentados con ejecutores suicidas, en formas de degradación como las drogas (psíquicas y químicas), la agresividad (en las familias y en la sociedad), el ritualismo, la territorialidad, la jerarquía, la codicia (de bienes y de poder), la hipocresía y en suma la estupidez que dirige los actos de gran parte de la humanidad. La contradicción entre el avance tecnológico y el estancamiento en facetas que hacen a la esencia misma de la condición humana se debe a diversos factores. El objetivo del presente ensayo es intentar dilucidar cuáles son estos condicionamientos que impiden un desarrollo homogéneo coadyuvante indispensable para obtener la real (y no ilusoria) felicidad del ser humano. Buscaré que el texto sea de fácil lectura, rehuyendo lucubraciones y vocablos complejos pero usaré la ironía y el buen humor con sutilezas entrelíneas para lectores más exigentes. Utilizaré contradictores en un abanico de preguntas y respuestas desde distintos enfoques, dejando cabos sueltos para que el lector los conecte y así pueda participar activamente del acto de razonar con información. Quizás el aporte más importante sea el abrir un gran debate sobre una base distinta y con entera libertad de pensamiento en función del siglo que se avecina. Ayudar a comprender los cambios que vienen de manera amable para que el efecto sea menos traumático. Contribuir a evitar, en lo posible, la inexorable extinción de los que queden retrasados por la ignorancia. En el siglo XXI y siguientes, la vida humana será muy diferente de como la conocemos actualmente; la adaptación al cambio es fundamental para sobrevivir; es una ley biológica ineludible.
El texto es corrido, sin notas fatigantes a pie de página ni citación de otros autores (salvo excepciones), tratando de hacer una narración amena para ampliar las posibilidades de acceso a sectores carentes del hábito de la lectura; esto no implica que el lector arraigado también encuentre vericuetos que espero lo deleiten de manera un poco más sutil.
Es conveniente hacer una salvedad importante. El objeto de mi análisis es la cultura humana de manera integral; desde sus orígenes hasta el presente y un pronóstico sobre el futuro. Por eso destaco características básicas que observo desde el inicio y que persisten obstaculizando la apertura de nuevos caminos. Es correcto que existen pueblos y civilizaciones con costumbres diversas; en el pasado y en el presente; hasta leyes diferentes y religiones distintas; pero mis observaciones se dirigen a los rasgos comunes que subsisten inmutables. De allí la exigencia de nuevos caminos acordes con la evolución científico-tecnológica. Las diferencias de: épocas, etnias, costumbres, sistemas o sociales o políticos o económicos, leyes, creencias y en suma todos los aspectos que distinguen a un pueblo de otro o a una época de otra son matices de una subcultura, niveles diversos de una gran cultura integral que es la humana. A lo largo del texto se observa esta concepción integradora ya que procuro ir al meollo de la condición humana para explicar lo que nos sucede en la época contemporánea y poder, con bases diferentes, construir los nuevos caminos hacia el siglo XXI.
La tecnología ya nos está integrando a los humanos. La televisión nos muestra lo que sucedió, e inclusive lo que está sucediendo, en todo el planeta por medio de los satélites. Las comunicaciones instantáneas nos permiten observar que en todos los países hay: carreteras, automóviles, edificios grandes, gente vestida más o menos igual (aquí se pueden ver más matices), zonas más carenciadas (la miseria tiene similar rostro en todos los países) y barrios más lujosos (con variaciones arquitectónicas que exultan alegres vanidades), disturbios callejeros, manifestaciones más pacíficas, reclamos por injusticias o por corrupciones administrativas, parlamentos que cuestionan a otros poderes, etc. La cultura global es ya un hecho hasta en los detalles y por obra de la tecnología. La naturaleza humana tuvo y tiene características constantes, la globalización que ahora se produce implica unificar niveles de subculturas.






Introducción
Imaginemos un ser consciente e inteligente de un supuesto planeta que orbita una estrella cercana, por ejemplo Alpha Centauri, de nuestra galaxia la Vía Láctea. Para este observador que no participa de la naturaleza humana sería altamente probable que no comprendiese nuestro comportamiento. ¿Qué vería el centaurino? Aclaro que si los griegos antiguos en su mitología imaginaron centauros, monstruos fabulosos mitad hombres y mitad caballos, ¿por qué yo no puedo inventar un centaurino, habitante del tercer planeta que orbita la estrella Alpha Centauri ubicada a 4,3 años luz de distancia? Inventar podría, pero sucede que en realidad la estrella Alpha Centauri es un sistema estelar triple, dos estrellas giran una alrededor de la otra y una tercera estrella, Próxima Centauri está orbitando el primer par a cierta distancia. En algunas posiciones de su órbita Próxima es la estrella detectada más cercana al Sol y de allí su nombre. Mi centaurino, entonces, sería del tercer planeta no ya del sistema estelar Alpha Centauri sino de Próxima Centauri. Ahora bien Próxima ¿tiene planetas que la orbiten? Lo más probable es que sólo las estrellas solitarias como nuestro Sol tengan planetas a su alrededor no así los sistemas estelares dobles o triples. Pero imaginar, podemos imaginar cualquier cosa... (Acepte el lector a mi centaurino como un producto de mi imaginación). He aquí el quid de la cuestión: la imaginación. Pero antes, ¿qué vería el centaurino? Humanoides que dirimen sus conflictos por la violencia; la codicia de bienes y el poder sobre las personas; hipócritas (significa actor como diría un helenista y hablando de griegos...) actuando de manera distinta a como se piensa; vería en suma una sociedad regida por la estupidez, es decir, una notable torpeza en comprender las cosas.
¿Cómo nos vemos nosotros, los humanos? Algunos dirían que el centaurino tiene razón, mientras que otros discurrirían a la inversa y expresarían que éste es el mejor de los mundos posible y quizás otros especulen con un mundo más allá de la muerte y que esta vida es sólo un paso transitorio y puesta a prueba para un eterno devenir pleno de goce y dicha en un ganado (sic) paraíso. Algunos sostendrán que el centaurino no tiene derecho a opinar pues no pertenece a nuestra especie, otros le asignarían un restringido derecho a expresarse pero sin poder de decisión y quizás algunos pretendiesen quemarlo vivo en la hoguera (como la Inquisición, el Tribunal del Santo Oficio, lo hizo con Giordano Bruno y centenares de miles más en siglos pasados). Algunos pensarán que el centaurino es un demente que delira pues ellos están muy bien y cómodos en sus roles (con Rolex en sus muñecas) de dirigentes de un mundo que avanza y gracias a ellos a pasos agigantados. El centaurino ante el disloque producido optará por replegarse dejando su testimonio por escrito pero como es persistente gorgoriteando por lo bajo "y sin embargo son estúpidos" remedando al Galileo Galilei evocará a la también pertinaz Inquisición que pontificó: "la Tierra es el centro del Universo (sic), no se mueve y está sólidamente enclavada; alrededor de ella giran siete esferas concéntricas de cristal, llevando la Luna, el Sol, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno en ése orden; más allá está el cielo inamovible de las estrellas fijas".
¿Quién tenía razón, la Inquisición o Galileo Galilei y el martirizado Giordano Bruno?
Todo depende del punto de vista y del enfoque de cada uno pero básicamente debemos admitir, en principio, que algo es correcto, verdadero o incorrecto, falso; la única manera de constatar esto es a través de la comprobación; a ésta se llega mediante la observación y la experimentación. Con el razonamiento sólo no basta pues éste puede usar miles de subterfugios y estratagemas para acomodarlo a su arbitrio. La Inquisición tenía su dogma y era refractaria a la libre observación y a la experimentación; tenía su "verdad" que actualmente un niño de escuela primaria refutaría sonriendo y sin peligro de ser llevado a la hoguera. Sin embargo la tozudez, la terquedad, la testarudez duró 359 años para saldar la deuda moral con Galileo Galilei.
El centaurino no puede entendernos pero como es persistente intenta estudiarnos en un juego que puede deparar sorpresas.
Utilizaré una metodología de exposición que denomino colcha de retazos o ensalada rusa y que explicito en el texto, concretamente en el capítulo 4, aunque aconsejo al lector intuir de qué se trata y no averiguarlo de inicio pispiando el referido capítulo.
 

1. Cómo somos
Una bolsa de agua. Un compuesto de células. Moléculas de carbono que se mueven. Trozos de calcio revestidos de tejido. Conjunto de órganos que trabajan combinados. Un cuerpo. Según algunos, un cuerpo y un alma siendo ésta una sustancia espiritual e inmortal. Según otros somos animales con un cerebro evolucionado y conscientes. El centaurino diría que somos una especie animal con cierto grado de evolución biológica por un proceso de cerebración y con un primitivo (para él) desarrollo tecnológico. ¿Cómo nos vería un perro? La visión del perro es en blanco y negro siendo además miope. No puede percibir los matices de nuestro comportamiento pues biológicamente está en un nivel inferior. Lo mismo sucede con el resto de los animales. De algo podemos estar seguros somos el producto de una evolución biológica de millones de años; están los restos fósiles que lo prueban. En la mayoría de los aspectos somos mejores que los demás animales. El secreto está en el cerebro. Nuestro cerebro evolucionado con un gigantesco número de células llamadas neuronas: elementos electroquímicos microscópicos. Las conexiones neuronales, aproximadamente cien billones, 1014, en la corteza cerebral son las que producen el pensamiento; las circunvoluciones aumentan la superficie permitiendo almacenar cuantiosa información en tamaño limitado como es un cráneo humano. Está dividida en dos hemisferios. El hemisferio derecho de la corteza cerebral se encarga de reconocer formas, de la intuición, la sensibilidad, la imaginación creadora. El hemisferio izquierdo dirige el pensamiento racional, analítico y crítico. Esta contraposición esencial nos permite generar ideas y luego comprobar su validez. En realidad más que un monólogo existe un diálogo interior continuo entre los dos hemisferios a través del cuerpo calloso, un haz de nervios, que sirve de nexo entre la intuición, la creación y el análisis crítico. Un buen balance entre ambos ayuda a comprender mejor el mundo que nos rodea. La neuroquímica del cerebro son los circuitos que permiten la actividad neuronal y el producto es el pensamiento y éste es el que rige nuestras acciones. Nuestro comportamiento entonces está regido por el cerebro. En el resto de los animales la actividad cerebral es muy reducida; su comportamiento está basado en la programación genética. Los genes determinan el vuelo de las abejas, la conducta de las hormigas, etc., pero a medida que vamos elevándonos en la escala el desarrollo cerebral aumenta, por ejemplo en los mamíferos y en especial los antropoides. Los chimpancés, gorilas y orangutanes (en especial los primeros) tienen una actividad cerebral mucho mayor que un gato o un perro.


Nosotros los humanos somos la culminación de un larguísimo proceso de evolución biológica y hasta el momento ninguna especie puede competir; estamos en el nivel máximo. Esta situación, por demás evidente, nos llevó siempre a asumir una actitud de gran soberbia en nuestra relación con los demás habitantes del planeta a medida que el hombre fue ocupando lugares y ganando espacios al desarrollar la incipiente tecnología; la depredación acentuó el proceso. Pero admitamos que los homo sapiens somos un producto bastante difícil de lograr por la mera mutación de genes (ya que de ello se trata la evolución). Muchos dirían que la idea de ser privilegiados por la especial predilección de un ser todopoderoso (un dios) suena bastante coherente. Somos conscientes, inteligentes, hablamos, hacemos herramientas, pensamos, ¡qué distintos a los demás animales! Pensar que seamos el final de un proceso aleatorio de mutación genética y por ende de una evolución suena arriesgado. Y sin embargo es la realidad...
Recién a mediados del siglo XIX con los estudios de Darwin y Wallace que plantearon la teoría de la evolución comienza a ser entendible el descubrimiento de restos fósiles de seres parecidos al hombre. Adán y Eva pasaron a ser un mito bíblico y no una realidad como se creía.
En el siglo XX los descubrimientos en todos los campos científicos fueron apabullantes. Una ciencia joven, la paleoantropología, fue la encargada de descifrar todos los huesos fósiles de homínidos antecesores del homo sapiens. La ruptura con las creencias fue acrecentándose en todas las órbitas del saber.
En psicología, sociología, antropología, paleoantropología, medicina, biología, genética, química, física, astronomía, cosmología, historia, derecho, etología, etc., los hallazgos son permanentes. La aplicación de las ciencias a la vida cotidiana logró una tecnología de avanzada; hasta hace poco los alimentos se deterioraban en el verano con el calor, ahora hay heladeras de todo tipo que los conservan durante meses; la radio, la televisión, el cine, la informática, son el comienzo de una nueva forma de vida.
Somos, los hombres, programación genética ya que culminamos un proceso de evolución biológica pero además somos, fundamentalmente, cerebros; esto es lo que nos diferencia de los otros animales: la gran capacidad de almacenaje y manejo de información. La actividad, principalmente, de nuestra corteza cerebral genera los pensamientos y éstos son los elementos básicos de nuestro comportamiento. Pensamos y luego actuamos en concordancia. Investigar los pensamientos es dar con el meollo del cómo somos.




2. Los pensamientos
Imaginemos que el centaurino hubiese llegado a nuestro planeta hace unos cuatro millones quinientos mil años. Se hubiese encontrado con un ancestro del hombre cuyos restos fósiles se encontraron hace pocos meses: el australopithecus ramidus; éste a su vez sería antecesor del australopithecus afarensis, la famosa "Lucy", de tres millones y medio de años de antigüedad. Los restos fósiles de "Lucy" son, quizá, los más completos hallados hasta el momento (se conservan un 40 % de los huesos formados de más de cien fragmentos). Estos dos australopithecus (ramidus y afarensis) son los restos más antiguos, en línea directa con nosotros, encontrados y guardados en la urna del planeta Tierra. Sin embargo el australopithecus ramidus acaba de ser reclasificado como ardipithecus ramidus y eliminado de la rama evolutiva de los australopithecus; esto sucede porque la ciencia se autocorrige: cuando se comprueba un error se rectifica. He aquí la característica quizá más trascendente y la explicación del éxito de las ciencias. La humildad en contraposición con la soberbia de los dogmas. La demostración por encima de la aseveración. Un reexamen del ramidus indicó que probablemente fue cuadrúpedo y no bípedo como los australopithecus; cabe señalar que los huesos estaban muy destrozados y su estudio fue muy difícil. En reemplazo se descubrieron cuatro huesos de pie en Sudáfrica dando la necesaria prueba fósil de cómo se trasladaban los australopithecus ya que los cuatro huesos marcan el empeine y el comienzo del dedo gordo de un australopithecus que habría deambulado hace tres millones quinientos mil años. Fue nombrado como "Pie pequeño" y reveló que el talón daba muestras de haber soportado peso y el arco del pie (elástico) estaba indudablemente adaptado para caminar sobre dos de las extremidades como hacemos los seres humanos. El dedo gordo mostraba un amplio grado de distancia en relación con los otros, era muy flexible y se presume capaz de empuñar objetos y trepar. La forma de la articulación indica que el dedo gordo podía rotar hacia adentro como el de la mano: un rasgo simiesco muy útil para trepar a los árboles. Vale decir que era bípedo pero al mismo tiempo podía trepar. Un dato que demuestra el quehacer de la ciencia: éstos huesos habían sido descubiertos en el año 1980 pero su importancia recién se pudo determinar ahora, tratándose de los primeros huesos interconectados de un mismo pie y de un solo individuo. Además sería el tipo de pie que formó las pisadas halladas en Laetoli (Tanzania) de tres millones setecientos mil años de antigüedad cubiertas de ceniza volcánica endurecida, halladas en 1977 y dejadas por dos o tres individuos que caminaban erguidos; ésta fue la primera prueba indiscutible del carácter bípedo de los australopithecus. Estas especies de transición fueron cuadrúpedos en los árboles y bípedos en tierra, simultáneamente. Los bípedos perfectos recién aparecieron con el "homo erectus" hace alrededor de un millón quinientos mil años.
Y el más reciente descubrimiento: el "australopithecus anamensis"; en el lago Turkana (Kenya) huesos de veintiún especímenes con rasgos antiguos y modernos a la vez. Si bien sus dientes caninos son como los del chimpancé y tiene el paladar chato en lugar de abovedado, sus huesos tibiales poseen el típico filo delantero de los humanos; este filo es un indicio seguro de bipedismo, es decir postura erguida, sirve para cargar todo el peso del cuerpo no sobre cuatro patas sino sobre dos piernas. Los "anamensis" andaban de pie, erguidos como nosotros, por eso son homínidos, es decir pertenecen a nuestra misma familia taxonómica. Su antigüedad se remonta a unos cuatro millones cien mil años; más joven que el ramidus pero sin duda un homínido.
El centaurino al tomar contacto con ellos hubo de observar que marchaban erguidos y manejaban sus manos libremente. Arrojaban alguna que otra piedra y ramas de árboles a los animales que intentaban atacarlos. Quizá mascullaban alguna que otra palabra, más bien sonidos cortos y serían los nombres que les daban a los atacantes o prevenciones de defensa. Su pequeño cerebro de apenas 500 centímetros cúbicos, es decir unos cien centímetros cúbicos más que el cerebro de un chimpancé actual, es probable que tuviese gran actividad al caminar erguido y con las manos libres.
El tomar piedras y arrojarlas; luego el chocar unas con otras aprendiendo a pulirlas y finalmente el usarlas como herramientas fue determinando el comienzo de una primitiva tecnología. El solo hecho de usar algo como vehículo para obtener alguna cosa (tal es el concepto de herramienta) permitió a nuestro lejano ancestro iniciar un proceso gradual de evolución y de competencia activa con los otros animales hasta superarlos.
El hecho de experimentar con las manos y con utensilios aunque fuese nada más que como armas fue un punto de inflexión decisivo en la conquista de un espacio dentro del concierto de las especies. Pero también significó un comienzo del acto más importante: pensar.
La facultad de poder relacionar hechos y cosas para un fin preciso y determinado es de tal trascendencia que podemos otorgarle el carácter de máximo distintivo de nuestra especie. Si bien es cierto que otros animales, con su conducta lo están probando, también participan de esta característica, como por ejemplo los chimpancés, lo real es que sólo el hombre ha logrado desarrollar esta actividad a un grado notable. En gran medida se debe al uso y habilidad con las manos, liberadas por caminar erguidos, y al desarrollo de un lenguaje que le permite una mejor comunicación con sus semejantes y planificar el ámbito social. El resto de los animales con cierto grado de inteligencia: las ballenas, los delfines, los grandes primates antropoides, como gorilas, orangutanes y principalmente chimpancés carecen de nuestra habilidad con las manos; de hecho ballenas y delfines no las tienen y por más que demuestren destreza y cierto nivel de sociabilidad no pueden desarrollar ninguna tecnología.
Si admitimos la enorme importancia que tienen nuestras manos en el proceso de cerebración y dominio de una facultad como el pensar, veremos facilitada la comprensión del fenómeno del pensamiento que es su producto.
Al pensar producimos el pensamiento; parece una paradoja pero son dos hechos diferentes. Los pensamientos son la actividad natural del cerebro pero requieren la facultad previa: el pensar. Pienso luego produzco pensamientos; tal sería, remedando a Descartes (y corrigiéndolo), el itinerario preciso. Pensar es relacionar. Los pensamientos son la graficación de ése proceso, son la representación de la actividad de pensar. De allí que a través de palabras o dibujos podamos expresar hacia afuera esos pensamientos; le damos forma; los hacemos viables; los podemos trasmitir; se trasforman en información; en suma son la base de la cultura y de la organización social. Con los pensamientos hacemos, construimos, elaboramos todo el andamiaje cultural; son el sostén, la columna vertebral de nuestra estructura humana propiamente dicha.
Quisiera desarrollar un poco el porqué de la corrección de la frase de Descartes: "pienso, luego existo". El filósofo francés Descartes parte de la duda que considera como la acción de un yo y cree haber descubierto un hecho del que no puede dudarse. Nosotros en realidad no vemos nuestros propios yos en la forma en que vemos los edificios, un paisaje y las personas que nos rodean. Podemos, quizá hablar de una observación de nuestros actos de pensamiento o de duda. Al hacerlo los percibimos no como productos de un yo, sino como objetos separados, como imágenes acompañadas de sentimientos. Expresar "yo pienso" representa no un dato derivado de la observación, sino que es la culminación de un dilatado proceso de pensamientos que evidencian la existencia de un yo diferente del yo de otras personas. En rigor se debería decir: "el pensamiento existe" señalando así el surgimiento separado de los contenidos del pensamiento, su aparición independiente de los actos volitivos u otras actitudes en las que participa el yo. Pero si esto hubiese pasado, la inferencia de Descartes no habría podido hacerse. Si la existencia del yo no está apoyada por la observación inmediata, no puede asegurarse su existencia con una certeza mayor que la existencia de otros objetos derivada por adiciones a datos obtenidos por la observación. Como a Descartes le preocupaba la inseguridad de todo conocimiento y deseaba hallar la "certeza absoluta" imaginó su frase ("pienso, luego existo") razonando así: puedo dudar de todo, excepto de una cosa, del hecho mismo de que dudo; pero cuando dudo, pienso y si pienso es que existo. Pero el filósofo prosiguió imaginando: deduce que por el hecho de que el yo existe, Dios debe existir, pues de otra manera el yo no podría tener la idea de un ser infinito. Continúa afirmando que las cosas que nos rodean deben existir también ya que si no fuera así Dios sería un impostor. Argumento imaginario y teológico sospechosamente defendido por un eminente matemático como fue Descartes. La psicología de los filósofos es un gran problema que pasa desapercibido al pretender colocar a la filosofía como la cumbre del conocimiento. Su indagación (la psicología de los filósofos) ayudaría muchísimo sobre el significado de tantos sistemas filosóficos que precisamente impidieron acceder al conocimiento. En la inferencia de Descartes hay muy poca lógica pero una gran cantidad de información psicológica ya que fue la búsqueda de la certeza lo que hizo caer a un matemático en una lógica tan confusa. Basar el conocimiento sólo en la razón es el grave error de los filósofos y en el capítulo 6 desarrollaré aún más el pensar imaginativo filosófico.
El hecho de producir pensamientos y de utilizar las manos nos identifica como humanos; nos hace distinguir de otras especies. Por ello analizar los pensamientos asociados con la actividad manual es tarea primordial para entender nuestras conductas pasadas y prever nuestro comportamiento futuro.




3. Forma primitiva de comprender las cosas
Desde los australopithecus hasta el homo sapiens la actividad cerebral y la producción de pensamientos fue acrecentándose. La observación de los fenómenos naturales como la lluvia, el viento, los relámpagos debe haber inspirado pensamientos de temor. Un rayo partiendo un árbol, produciendo fuego e incendiando matorrales debería aterrorizar a los primitivos hombres. La furia desencadenada de los elementos, la contemplación de un cielo estrellado, la magnificencia del sol al amanecer y al atardecer son hechos que deben haber conmocionado a nuestros lejanos ancestros.
Intentar explicar lo que se observa es tarea casi inmediata. Si básicamente pensar es relacionar, lo siguiente es explicar lo que se ve, lo que se observa. Los primeros intentos de explicación aun antes del desarrollo del lenguaje deben haber estado sustentados en el miedo. El primitivo estaba sujeto a permanentes peligros; sus reflejos instintivos eran hacia la acción más que al pensar. Actuaba rápidamente huyendo, atacando o agrupándose con sus semejantes. El accionar permanente le impedía producir pensamientos articulados y complejos. Debía dar respuestas rápidas a las amenazas y acechanzas de sus enemigos constantes: la naturaleza hostil, los otros animales y sobre todo los más depredadores. Los primeros pensamientos fueron una estrategia de defensa pero casi simultáneamente la curiosidad pudo más que el miedo y comenzó a indagar sobre el mundo que le rodeaba.
El primer contacto con el fuego gravitó en la formación de la idea de poder lo mismo que el uso de las armas. Paulatinamente al ir tomando conciencia de que las armas lograban alejar a sus enemigos y que por medio del fuego obtenía calor y asustaba a sus depredadores, fue adquiriendo la noción de su dominio. Este proceso de darse cuenta del control que iba teniendo sobre objetos como las armas y el fuego debe haber sido extremadamente lento y paulatino. Al principio inseguro de sus actos y luego cada vez más preciso y efectivo; esto requiere experimentación constante, de allí la enorme trascendencia de las manos.
Manos y cerebro. La dupla del poder sobre el medio ambiente; millones de años para comprender su relación mutua.
Las percepciones, la observación y la manipulación de objetos incentivaron al hombre primitivo a actuar cada vez con mayor precisión. La primera piedra arrojada probablemente no hubiese dado en el blanco pero con la experimentación afinó su puntería. Algunos dirán que esto es un supuesto elemental pero es necesario recalcar que el aprendizaje fue extremadamente lento. La comprensión del hombre primitivo no puede compararse con la actual. Me estoy refiriendo ya al homo sapiens primitivo (ni que decir de los ancestros: australopithecus, homo erectus, homo habilis, etc.). La información almacenada en su cerebro se debía fundamentalmente a sus propias percepciones. La cultura era elemental y la trasmisión de datos se hacía oralmente de padres a hijos. Antes del invento de la escritura el universo de conocimientos tenía una base estrictamente funcional y aplicada a lo inmediato: sobrevivir.
Adviértase una gran paradoja: en el mundo actual todavía hay seres humanos en las mismas condiciones...
Cuando lo prioritario es sobrevivir, no queda espacio para pensamientos más desarrollados.
Destaco esto sobremanera. El auge actual del pensamiento mágico es la evidencia de una gran parálisis de nuestra cultura. No hay un correlato entre el avance científico-tecnológico y el pensamiento de la mayoría de la población humana. Alguien podría argüir que también en medios sociales que superaron la etapa de la sobrevivencia y gozan de abundancia de bienes sin embargo participan en gran escala del referido pensamiento mágico. Lo cual significaría que la forma de pensar mágica y primitiva tiene adeptos en todos los niveles por otras causas además de la pobreza. Las necesidades materiales enrarecen la percepción del mundo que nos rodea pero el lujo también obnubila pues conduce, en la mayoría de los casos, al aburrimiento. El tedio es la principal causal de conductas dañinas (para otros y para sí mismos); lo podemos observar actualmente en los jóvenes.




4. La pseudo-explicación mágica
Los seres humanos actuamos primordialmente por la actividad de la corteza cerebral, sin embargo el resto de la estructura cerebral, lo que hoy llamaríamos el sistema límbico y el complejo reptílico, se interrelaciona con la corteza o neocórtex y sus dos hemisferios produciendo hormonas entre otras funciones. En el hemisferio derecho estarían radicadas las emociones junto con el sistema límbico subcortical donde en las glándulas pituitaria, amígdala, tálamo, hipotálamo y el hipocampo estarían las más intensamente vívidas. La amígdala, que tiene forma de almendra, opera en la génesis de los impulsos agresivos y también en los sentimientos de temor. Los procesos racionales son muy complejos interviniendo principalmente los dos hemisferios de la corteza cerebral en cambio en las emociones, en especial las más vívidas, desempeñan una importante tarea las glándulas del sistema límbico.
El hombre primitivo actuaba movido en gran parte por esas vívidas emociones generadas en el sistema límbico y como mencioné antes los impulsos agresivos están asociados a los sentimientos de temor. Ante el miedo, ataca. Miedo y agresión van indisolublemente asociados.




El conocimiento de cómo funcionan las cosas y cómo es el universo de los objetos ayuda a superar los miedos tendiendo a disminuir la agresividad.


El miedo producido ante los fenómenos naturales fue creando un pensamiento mágico. Una característica de éste es la inmediatez de la solución.
El primer intento de explicación de los fenómenos naturales, que producían miedo, fue de índole mágica y en donde se confunden sentimientos de temor, agresión, rapidez en la respuesta, escasa acción del hemisferio izquierdo de la corteza y por el contrario activa participación del hemisferio derecho.
Por ejemplo un eclipse total de sol causaría un terror inimaginable; lo mismo podría decirse de un gran cometa que apareciese en las noches estrelladas de los hombres primitivos. Hoy sabemos que un eclipse es la ocultación transitoria, por ejemplo del Sol, total o parcial y es debida a la interposición de la Luna. Para un hombre primitivo el Sol era algo incomprensible pues sólo percibía su luz y su calor; probablemente fue generando un sentimiento de reverencia hasta culminar en la veneración. Ante su ocultamiento en un eclipse (observaba un disco negro tapándolo y la falta de luz) generaría un sentimiento de desprotección similar al que siente un niño abandonado. La experiencia de ver repetir los días y las noches mitiga su angustia nocturna; sabe que luego aparecerá el Sol; su sol adorado.
El culto del Sol fue probablemente uno de los primeros en manifestarse. Sabemos con certeza de los antiguos egipcios que adoraban a Ra pero mucho antes hay constancias de cultos solares.
El sentimiento de temor inspira la búsqueda de protección. El hombre primitivo buscaba cobijo al abandonarlo el Sol por las noches y ante el ataque de depredadores. Los animales más fuertes que él también eran reverenciados; paulatinamente fue asociando los pensamientos de temor, abandono, protección y veneración o respeto. Comprender el modo de pensar primitivo es ubicarse en un mundo más hostil que el actual, al menos en lo que a los elementos de la naturaleza se refiere; no obstante si observamos un turbulento huracán que se desatare sobre una población desprevenida, quizá veamos un pánico parecido pero no igual. La gente ya sabe lo qué es un huracán, cómo se genera y cómo pasa. Luego de la tormenta (con destrozos incluidos) sobreviene la calma y la reconstrucción. Para el hombre primitivo cada tormenta era un final. El terror producido por el desconocimiento es abismal. Sólo le quedaba el recurso de buscar protección. Lentamente fue generando un pensamiento mágico de ayuda...
Los sentimientos y las emociones son una forma elemental de pensamiento; generalmente son motivadas por percepciones y éstas tienen una íntima relación con la intuición. Solemos percibir con los sentidos, estos datos se almacenan en el sistema neuronal y la intuición constituye la facultad de asociar datos sin una intervención de la voluntad; simplemente pensamos algo que nos vino a la conciencia repentinamente sin una acción volitiva. Mucha gente las denomina "corazonadas" y lo pongo entre comillas pues el corazón ahora sabemos que es un músculo que bombea la sangre, no tiene la capacidad ni de sentir ni de pensar. La expresión tan común: "te quiero con todo el corazón" es un resabio del pensamiento mágico. Nuestra total integridad como personas está radicada en el cerebro con él pensamos y actuamos. El producto de la acción cerebral (el conjunto de los dos hemisferios, del sistema límbico y del complejo reptílico) es el pensamiento con todos sus matices: consciente, inconsciente, sentimientos, emociones, abstracciones, análisis, comparaciones, explicaciones, sistemas, teorías, dogmas, axiomas, etc.; en suma todo lo producido por el ser humano deriva de los pensamientos. De allí la enorme importancia que tiene comprender cómo se generan.
Ya mencioné antes que el meollo de toda la cuestión se halla en la imaginación siendo ésta una facultad radicada en el hemisferio derecho de la corteza cerebral. Formamos la imagen de algo en nuestras neuronas; esta imagen suele sobrevenir en seres donde es mayor la actividad del hemisferio derecho. Obviamente también es un pensamiento. Suele estar relacionada con la intuición y las percepciones. La cantidad de información que contiene nuestro cerebro ya dije que es enorme y muchas veces sucede que los datos se cruzan sin una intención. Simplemente surge una representación de algo. Imaginamos algo. Esta actividad espontánea tiene una importancia fundamental que no ha sido suficientemente destacada.
Llamo idea a una imagen que del objeto percibido queda en el cerebro pero también puede haber ideas no de objetos sino de abstracciones, vale decir la consideración por separado de las cualidades del objeto. Las abstracciones parten de un objeto y aquí comienza a actuar el hemisferio izquierdo. Aun los mayores conceptos abstractos surgen de un objeto, siendo la percepción originaria del mismo efectuada en el hemisferio derecho. El derecho percibe, el izquierdo abstrae. El hombre primitivo ¿producía abstracciones? o simplemente percibía. Probablemente acumulaba información con mecanismos imaginativos derivados de la simple observación del mundo de los objetos. Sólo a través de una paulatina y lenta experiencia fue adquiriendo la facultad de abstraer, originando los pensamientos más complejos por asociaciones sucesivas. Viendo el día imaginaba que luego de la noche (que tanto terror le producía) sobrevendría un nuevo día. Un resabio de esto es el temor de los niños a la oscuridad. La información ancestral todavía perdura en nuestros cerebros; el pensamiento mágico (típico del primitivo) también subsiste y se manifiesta a través de las creencias.
La mayoría de las personas dicen en su lenguaje común: "creo que"; son pocos los que manifiestan: "pienso que", "considero que", "evalúo que". En la vida cotidiana contemporánea sigue vigente un mecanismo de actuación propio de los hombres primitivos. Creer, tener una cosa por cierta, sin evaluar si ello es correcto genera el artificio de las creencias, es decir el firme asentimiento y conformidad con algo sin comprobarlo. Se cree en personas (que sean honestas y capaces por ejemplo); en la vida política esto se manifiesta de manera evidente. Con simples datos de percepción, aun marginales y hasta con imaginación, se cree en la capacidad (no puesta a prueba) de un candidato. Una simple sonrisa puede publicitar toda una campaña. Y aseguro que esto es un dato de la realidad, no una fantasía de mi imaginación; basta con ver los retratos de los candidatos en las campañas electorales de casi todos los países del planeta. La vida política está plagada de creencia. En otro capítulo analizaré la íntima relación entre religión y política; los comportamientos son similares pues básicamente están asentados en el mecanismo de la creencia.
Si admitimos que la génesis de la conducta del hombre primitivo radica en el miedo y como respuesta el aumento de la agresividad, vemos que entender a los niños ayudaría a superar este esquema aún vigente. Un niño se angustia ante la idea del abandono por parte de los padres; lo asusta la oscuridad; no obtiene las cosas y llora; su nivel de información es menor que el de un adulto; su experimentación es escasa y sin embargo los adultos lo reprenden y hasta le pegan. El centaurino declara: el acto humano más atroz y malvado es, precisamente, dar golpes a un niño, violentarlo de cualquier forma. En la sociedad actual es común el maltrato a los niños; la violencia familiar tiene ribetes de enfermedad social. El centaurino considera (no cree) que sus causas son la subsistencia de un pensamiento mágico que impide el desarrollo de su antípoda: el pensamiento crítico. Si los adultos comprendieran a los niños jamás los maltratarían. Ayudarlos a crecer y a madurar a través de la comunicación (gestual, verbal o gráfica). Para lograr esto es imprescindible el cambio de pensamiento. Se fomenta el miedo en los niños, asustándolos en lugar de incentivar su natural curiosidad. Todos los mitos de represión usados contra ellos han sido la causal de enormes desdichas para la humanidad.
¿Por qué mi asociación de ideas entre los hombres primitivos y los niños? ¿Por qué planteo como en una ensalada rusa o colcha de retazos estas cuestiones? Precisamente mi metodología de exposición la denomino así: colcha de retazos o ensalada rusa. Consiste en ver el árbol y el bosque pero todo al mismo tiempo; esto permite la agilización en la comprensión de la información volcada. Manejar información científica pero comparando permanentemente los datos entre sí. Saltar de un archivo a otro aparentemente inconexo, como en un juego. Supongo que lo hace más divertido y fácil de asimilar; lo imaginé viendo a los niños jugar (y crear) frente a una computadora. Ellos aprenden mucho más rápido pues tienen menos información, usan más que los adultos el pensamiento crítico y tienen más curiosidad; de allí sus constantes preguntas que tanto apabullan a algunos [¡a muchos!, añade el centaurino] adultos. Además los niños no son aún hipócritas, no actúan, son más auténticos. El centaurino y yo queremos a los niños, ¿se advierte?
Con la experimentación (recuerdo lo importante del uso de las manos) el hombre primitivo fue adquiriendo conocimiento. Saber cómo funcionan las cosas y repetir las experiencias; entender las relaciones y crear o inventar herramientas para lograr más y mejores cosas. Pero seguían sus miedos. ¿Comprendía el hombre la muerte? ¿Qué pensaba ante el cuerpo sin vida de algún compañero? Al matar a sus presas para alimentarse ¿asociaba ambos acontecimientos?
Es muy probable, dado el nivel de su información, que tuviese poca memoria y los hechos rápidamente pasaran al olvido. El recuerdo es la permanencia de una imagen de cosas, personas o hechos sucedidos con anterioridad y archivados en las conexiones neuronales; la característica es la recuperación a nivel consciente por un acto de la voluntad. Cuando no puede recuperarse volitivamente quizá se halle almacenado pero fuera de la memoria inmediata; algún acontecimiento o información conexa puede ayudar a su recupero. Este mecanismo suponemos que en el primitivo no estaba desarrollado; algo similar a lo que sucede con los niños: ¿quién recuerda sucesos de los primeros tres o cuatro años de vida? La información está pero difícil es su recuperación, con un acto de la voluntad sólo no basta; en psiquiatría y con sustancias químicas se logra producir la rememoración del evento.
En el hombre primitivo los peligros incesantes lo sometían a un estrés permanente que impedía la rememoración. Se sabe (por los restos fósiles) que el promedio de vida era escaso; difícilmente superase los veinte años.
El homo ya sapiens fue organizándose en grupos y con tareas específicas; allí comienza la estructuración social que fue generando un mejor control sobre las cosas cotidianas; pero también se inicia la pérdida de su libertad. Al delegar en otros se establece de manera consciente la jerarquía. Antes el predominio se manifestaba en forma transitoria. Al organizarse en grupos mayores se acuerda y se acepta de manera más permanente a un jefe de la horda.
Conviene destacar que el lenguaje era muy escaso y los gestos abundantes. La comunicación gestual precedió a toda manifestación oral y subsistió y subsiste de manera notable. En la vida moderna se suele acompañar con gestos de las manos un relato y el énfasis con que se expresan algunos nos retrotrae a ése pasado lejano. Algunos consideran un resabio primitivo la abundancia en los gestos y lo asocian con los grandes neuróticos del siglo XX. El uso de un lenguaje claro, adecuado, conciso, quizá nos ayude a disminuir el nivel de agresividad. Cuando las palabras no alcanzan se levantan los puños. Recuerdo la gran gesticulación de Hitler y de otros dictadores. El gesto amenazante es muy usado por algunas especies de primates. Los gorilas se golpean el pecho (que les retumba como un tambor) en señal de autoridad y exigencia de sumisión. En los grupos de gorilas tanto el macho dominante como el resto tienen una importante cantidad de ritos gestuales pero claro...ellos no hablan. El hombre primitivo también tendría una enorme variedad de gestos y éstos son un elemento fundamental en el origen de los ritos.
Los ritos o ceremonias son otro resabio de nuestros ancestros y probablemente están asociados a un deseo de obtención de cosas. El pensamiento mágico se exterioriza entonces con abundancia de gestos, ritos y ceremonias que pretenden inducir el hecho extraordinario o mágico que desean. Cumplimentar los deseos a través de una ceremonia. Las reglas precisas de todo ritual nos dan la pista del mecanismo usado por los cerebros de quienes las practican.




Miedos, agresividad, deseos, imaginación, memoria, gestos, ritos, reglas, autoridad, primitivo, niños, sociedad enferma en el siglo XX; precisos conceptos que van marcando el pensamiento mágico.
Al delegar pierde libertad pero ¿es imprescindible delegar? Se admite que al organizarse socialmente es necesario el predominio de algunos sobre el resto. El argumento es fijar reglas para la convivencia. ¿Quién las fija? Se dice que esto crea la necesidad de una autoridad que lo haga. La horda necesitó a un jefe para establecer las reglas y hacerlas cumplir. Sin embargo el centaurino plantea otra hipótesis que explicaría muchos comportamientos humanos del pasado y de la actualidad.
La importancia de los deseos y de la imaginación fue señalada varias veces y aquí es donde se manifiesta en toda su intensidad. Desde los prehomínidos hasta el homo sapiens primitivo la información que pululaba por sus incipientes cerebros es altamente probable que fuera de naturaleza perceptiva y escasamente analítica. Observaban el medio ambiente y tratando de sobrevivir actuaban casi por programación genética. Sus pensamientos eran consecuencia directa de observaciones inmediatas; muy poco recuerdo y las experiencias casi ni se trasmitían sólo las vivencias individuales los movían a actuar. En este contexto la necesidad de obtener presas para alimentarse (en los homínidos carnívoros o omnívoros) los obligó a comunicarse; al principio por gestos y luego desarrollando un lenguaje. En los herbívoros (comedores de frutas o raíces) probablemente la necesidad de comunicación era bastante menor y quizá fueran exterminados por sus congéneres omnívoros.
Las distintas variedades de australopithecus comenzarían con el afarensis y el anamensis y luego se abrirían dos ramas: la primera rama con el africanus, el robustus y el boisei se extinguió hace aproximadamente un millón de años, mientras que la segunda rama evolucionó hacia el género homo. El homo habilis sería el primer homo y su descendiente lineal es el homo erectus que se extendió ampliamente encontrándose fósiles en Europa, África, China y Java. Finalmente el homo sapiens comenzó a emerger del homo erectus en varias partes del planeta hace unos trescientos mil años. Durante un lapso de ciento cincuenta mil años prosperó una variedad denominada hombre de neandertal que se extinguió según algunos por competencia con el sapiens y según otros por debilidades genéticas o taras. Ya sea los australopithecus o los homo (en éstos en mayor medida) la percepción del mundo que les rodeaba era mucho mayor que en el resto de los animales. El ser bípedos y por ende la liberación de las manos les facilitó el uso de piedras y ramas o huesos; la herramienta indica un comienzo de pensamiento asociativo. Los problemas que se les presentaban requerían respuestas rápidas y concretas pero en el uso de las herramientas se revela un mayor detenimiento: ya piensan, relacionan cosas.
La respuesta rápida exige imaginación. El desarrollo de la imaginación fue haciéndose cada vez mayor y tomó el lugar de la observación. Observar es examinar con atención; percibir es la simple captación de los objetos a través de los sentidos; imaginar es formar la imagen de algo en el cerebro. Una triste realidad es que los homínidos tendemos a dar respuestas aun cuando no se tengan los medios de alcanzar las respuestas correctas. El reemplazo en gran medida de la observación por la imaginación tuvo la consecuencia de dar ésas respuestas incorrectas. Si bien la observación del primitivo es muy rudimentaria, casi una percepción, le sirvió para comprender la manera de sobrevivir. En cambio al utilizar la imaginación para explicar las cosas en rigor sería una pseudo-explicación. En otro capítulo examinaré esto como el surgimiento de la filosofía, es decir la pseudo-explicación imaginaria.




5. El intento religioso
¿Cuál es el origen de la religión? Antes, ¿qué es la religión? Habiendo comprendido el inicio del pensamiento mágico en los hombres primitivos se hace más fácil contestar a éstas preguntas. La religión es un conjunto o sistema de creencias que los hombres fueron elaborando. Estas creencias cuando forman un conjunto de cierta homogeneidad y están organizadas con jerarquías y rituales van constituyendo una religión en el sentido más moderno. Pero en los orígenes el pensamiento mágico se expresaba a través de ritos consensuados tácitamente. El objetivo de un rito es obtener la cumplimentación de un deseo. Se hace determinado gesto o acto para que, mágicamente, sobrevenga el evento apetecido. Los ritos de todo tipo los manifiesta el ser humano a cada instante; son los actos obsesivos investigados a partir de algunas escuelas psicológicas que comenzaron a darle extrema importancia a estos rituales cotidianos que son tan evidentes en las neurosis obsesivas pero que todos efectuamos en mayor o menor medida.
En todo rito los gestos o maniobras con las manos se hacen trascendentes para la concreción del objetivo. Muchas veces los gestos están acompañados por palabras y éstas deben ser precisas en el orden de enunciación. En los ancestros homínidos sabemos, por los restos fósiles y objetos que los acompañaban, que los ritos ya existían como forma posiblemente de obtener protección ante los peligros que acechaban. Los primeros rituales del ya homo serían como medio de defensa ante el peligro exterior a la horda pero expresados como pedido a algo ajeno a su naturaleza. Aquí es donde aparecería el Sol como uno de los primeros objetos de veneración y búsqueda de amparo. Animales de gran fuerza o poder también serían objetos de veneración; la formación del tótem o primitivo símbolo protector es previo a la religión.
El miedo inspira el deseo de protección y la noción de ayuda es su consecuencia; se busca la protección como los niños lo hacen espontáneamente ante cualquier evento que sientan peligroso. Ellos (los niños) acuden a sus padres, el hombre primitivo acudía a los objetos de su veneración; el hombre moderno hace lo propio con su dios. Es una tendencia natural la búsqueda de ayuda ante el peligro. Una persona que se está ahogando pide socorro. El terror paraliza y luego la primera reacción es la huída o el ataque; la búsqueda de ayuda es una elaboración posterior y requiere un mínimo de razonamiento no ya una acción instintiva como lo es la huída o el ataque. Un pensamiento previo a la búsqueda de ayuda es tener la idea de a qué o a quién recurrir y el último recurso es el objeto de la veneración. En algunas circunstancias de extremo peligro en el hombre moderno (caso de quien se está ahogando, por ejemplo) son casi simultáneos el terror y el pedido de ayuda pues ya sabe que hay alguien cerca para socorrerlo. No obstante esas fracciones de tiempo determinan si el hecho se convertirá o no en tragedia.
La necesidad de ayuda hizo que el hombre primitivo elaborara ritos propiciatorios pero también el deseo de obtener cosas que lo beneficiaran fue el motivo de que el rito simple se transformara en ceremonia: conjunto de ritos singulares que requieren una celebración de más solemne preparación.
Una de las características básicas de las religiones modernas burocráticamente organizadas es el pedigüeñismo: pedir cosas a la respectiva divinidad; desde alimentos hasta trabajo, desde deseos apetecidos hasta salud. El ceremonial utilizado suele ser variado pero la acción es la misma: pedir. A veces el pedido es altruista pero muchas veces suele ser egoísta, sólo para uno mismo.


El pensamiento mágico se expresa en toda su magnitud en ésos pedidos. Se pide y se espera la satisfacción del pedido. Si por esos vericuetos del azar se concreta el hecho mágico solicitado se cree en el poder de la divinidad y en su especial predilección por el respectivo sujeto pero si no se realiza se dice que uno está abandonado y que es culpable de algo por no agradar al dios. La culpa genera la penitencia y un estado depresivo con el consiguiente empequeñecimiento del hombre frente a la divinidad, lo cual recicla el proceso. Algunos más astutos observando este mecanismo casi natural en los hombres imaginaron una forma de obtener el poder sobre ellos adquiriendo el derecho a fijar las reglas de convivencia social en el grupo. Los primeros jefes de la horda primitiva fueron los manejadores de ése sutil mecanismo pedigüeño. En las sociedades modernas este manejo fue ampliado: además de los respectivos sacerdotes o intérpretes de la divinidad están los actuales políticos.
La transición entre los primeros ritos propiciatorios a las ceremonias más complejas fue paulatina y el pensamiento mágico evolucionó hacia un intento de explicación de los fenómenos naturales. La necesidad de explicar las cosas surge de la organización grupal. Las primeras explicaciones van formando las primitivas reglas que permiten la convivencia social. En las antiguas civilizaciones vemos las reglas religiosas como sustento normativo. Previo a la norma jurídica es la regla religiosa.
Los primeros jefes de la horda primitiva imaginaron o inventaron ritos donde ellos eran los protagonistas y los intérpretes de la divinidad; ésta hablaba a través de ellos. La divinidad se manifestaba a través de los dichos y los actos de sus intérpretes: los primeros jefes de la horda. Ellos revestían el poder delegado por los otros. Se debían distinguir y para ello imaginaron o inventaron símbolos representativos de ése poder. Los primeros símbolos fueron objetos con un especial contenido mágico. Eran usados por los jefes quienes además guardaban éstos símbolos en lugares reservados; éstos sitios tan especiales cobijo de los objetos-símbolos (insisto: representaban el poder de la divinidad) son la génesis de los templos o lugares sagrados de épocas posteriores.
Los lugares sagrados era además la casa-habitación de los intérpretes de la divinidad: los jefes de la horda primitiva. En los comienzos de la organización grupal el jefe de la horda que detentaba el poder (delegado por el grupo) de dictar las reglas para todos fue asumiendo el carácter de vocero o intérprete de la divinidad al advertir la influencia de esto como ya mencioné. Las primeras reglas fueron expresión de una necesidad de convivencia pero lentamente surgieron reglas para consolidar el poder del jefe. Estos personajes (como en la actualidad) se regodean con el ejercicio de la función de mandar sobre los demás y buscan perpetuarse. El manejo de los sagrados objetos-símbolos y el ser depositario de los mismos fue extendiendo su influencia; el hecho de habitar el lugar sagrado determinó definitivamente su hegemonía.
Desde el inicio de la organización social los homo sapiens aplicaron el pensamiento mágico. La confluencia del poder político (reglar sobre las acciones del grupo) y del poder religioso (reglar sobre las acciones y sobre los pensamientos del grupo) se consolidó porque previamente existía una enorme predisposición generada por el pensamiento mágico. El poder en principio delegado por el grupo luego fue sustituido por la expresión de la voluntad de la divinidad, es decir, los jefes de la horda mandaban porque así lo establecía la divinidad; pero como ellos eran los voceros de la respectiva divinidad en realidad mandaban porque ellos lo querían. No cabe duda que éstos primitivos jefes eran los más astutos del grupo.


La tendencia a construir mundos imaginarios es tan impulsiva que constituye sin duda un fenómeno característico de la esencia misma del ser humano. Esto está reforzado por el hecho de pensar en imágenes y éstas generalmente son una manifestación del deseo. Deseamos algo, pensamos en ello y así lo obtendremos; este substrato del pensamiento mágico sirvió al jefe de la horda para mantener su predominio. Cuando el deseo no se cumplía la culpa era del sujeto; algo habría hecho que no satisfacía a la divinidad, en rigor al jefe. Jefe y divinidad comenzaron a confundirse en uno.
Los antiguos egipcios, por ejemplo, constituyeron una sociedad basada en este principio. El faraón (el jefe) era también la imagen viviente del Sol; después de su muerte el faraón deificado se identificaba con Osiris, el dios del reino vegetal, que había sido muerto y cortado en pedazos por Seth, un cruel dios del desierto; Horus, hijo de Osiris lo resucita; el mito de Osiris lo proclamaba rey y juez de los muertos siendo este culto un poderoso instrumento de opresión.
Los primeros mitos religiosos sirvieron para sustentar el poder político de los jefes. La imaginación ayuda a construir historias donde el elemento mágico subyace satisfaciendo deseos. Un deseo primordial fue siempre la continuación de la vida más allá de la muerte. El mito de la vida eterna es uno de los más arraigados en las creencias religiosas. En dibujos y gráficos de todo tipo se observa siempre que el hombre tuvo una especial predilección por estos relatos. Ya en el período histórico el material en este sentido es abundante y demuestra que el deseo puede transformarse en obsesión. Los mitos de paraísos donde morarían los difuntos existen en casi todos los pueblos. En esos maravillosos lugares se cumplirían los anhelos de eterna felicidad siendo esta idea una forma de consuelo ante el hecho inexorable de la muerte.
Si bien en las sociedades modernas este tipo de creencia está bastante mitigado suele ser, no obstante, una secreta ilusión de muchísima gente. Esta esperanza se manifiesta sin duda en el lenguaje común. Es típica la expresión de consuelo de los deudos en los velatorios: "te mira desde el cielo" o similares. Las palabras reflejan los pensamientos aun cuando sean dichas por simple cortesía. La duda subsiste en una gran mayoría que tiene la ilusión de reunirse con el pariente fallecido "en el cielo". El ser humano actual, en su gran mayoría, piensa en una vida futura y eterna. Este deseo se expresa de diversas maneras pero siempre está latente. El mundo de la imaginación y de los deseos es la exteriorización del pensamiento mágico. El comportamiento está imbuído de éste pensamiento y nos lleva a actuar con hipocresía. Sabemos que algo existe sólo en la imaginación pero sin embargo lo pensamos y consentimos como cierto y valedero. En el lenguaje común hay expresiones como por ejemplo: "las brujas no existen pero que las hay..." Todo lo mágico tiene un secreto y sutil encanto esto explica el auge de las pseudociencias como la astrología. "¿De qué signo eres?" es una típica pregunta. La enorme mayoría de la gente contesta afirmativamente acertando en "su signo"; todos lo conocen, crean o no crean en los supuestos horóscopos. Hasta el centaurino dice: "yo soy de Ofiucco" (otra constelación zodiacal que se les escapó a los "magos")...
La astrología es una típica manifestación del pensamiento mágico. Si bien antiguamente fue la prehistoria de la verdadera ciencia que es la astronomía; hoy día es una clara y evidente pseudociencia. Su refutación es tan elemental que no valdría la pena hacerla pero como es tan consentida y guía los pasos de muchísima gente convendría mencionar algunos detalles. Mellizos, con el mismo horóscopo, frecuentemente tienen suertes diferentes. Lo mismo para el hijo de un rey y el de un obrero desocupado que nacen en el mismo instante. Todos los soldados que mueren en la misma batalla deberían tener el mismo horóscopo. Desde aproximadamente el año 1840 es posible medir distancias a las estrellas y se encontró que las constelaciones del zodíaco no formaban grupos de estrellas próximas entre sí, sino que se hallaban a muy distintas distancias de la Tierra. En realidad las constelaciones son sólo un efecto aparente; los signos del zodíaco se han desplazado aproximadamente un lugar, pero como los astrólogos siguen con las fechas de hace 4000 años, nos "predicen" con signos que no son los que nos corresponderían en la actualidad (el caso de Ofiuco mencionado antes). Otros cuestionamientos: ¿por qué se elige la fecha de nacimiento en vez de la de concepción?; ¿tiene horóscopo la gente que nace cerca de los polos y que no puede ver al Sol o a los planetas por varios meses, ya que éstos se ubican debajo del horizonte? Finalmente un simple experimento: ver distintos diarios de una misma fecha y comparar sus "predicciones" astrológicas para un mismo signo; ¿serán consistentes o se contradicen y mencionan cosas diferentes? Todo dependerá de la "sapiencia" de cada "mago astrólogo"... La enorme difusión de la astrología en el mundo contemporáneo demuestra la vigencia del pensamiento mágico.
Las religiones comienzan con mitos, generalmente de creación del mundo y descubrimos subyacente en ésos mitos una concepción antropomórfica. Los hombres construimos lugares para cobijarnos, casas, ciudades y ésta idea se transfiere a la divinidad: el dios respectivo "construyó" al Universo. Como en nuestra vida, desde los primeros homínidos hasta el homo sapiens actual, hacemos cosas, desde las primitivas herramientas hasta los más modernos y sofisticados aparatos electrónicos, concebimos el pensamiento de causa, origen o creación. Por ello, el pensamiento de creación del mundo tiene una raíz antropomórfica. El "universo de los humanos" transferido a la divinidad. En todas las religiones la respectiva divinidad tiene un sospechoso halo antropomórfico. En realidad nuestra imaginación "creó" una divinidad y le transfirió el mismo mecanismo constructor nuestro. "Y pasó Dios a decir: hagamos un hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza", reza un pasaje bíblico (Génesis 1: 26, 27.), actualmente podríamos decir que los hombres imaginamos un dios a nuestra imagen y semejanza... Nosotros construimos, él construyó; nosotros creamos, él creó. Nuestro deseo de un creador original es compatible con una necesidad de explicación del comienzo del mundo. Nuestra experiencia constructora la transferimos a ése creador supuesto. La imaginación humana fue elaborando mitos de creación que en muchos casos son luchas de dioses por tener la preeminencia; estos seres actúan siempre como hombres; son un reflejo de la conducta humana. Los hombres anhelan poder, los dioses también. Los dioses son vengativos (Yahvé con Moisés, por ejemplo), los hombres también. Es un círculo: dioses y hombres, hombres y dioses. La fértil imaginación explicando el funcionamiento del universo. Los deseos de poder del primitivo jefe de la horda mezclándose con las fantasías de la imaginación consolidando ése poder. Los "ángeles" buenos destronando a los "ángeles" malos...


Los dioses son necesarios para mantener el poder y no sólo como una simple explicación de los orígenes. No hay un real intento de explicación pues no hay observación. Hay un pretexto para consolidar el poder. Los dioses hicieron al mundo, luego los dioses otorgaron el poder a los reyes. Este origen divino del poder suplantó a la primigenia delegación. Un sutil subterfugio es la famosa frase: "la voz del pueblo es la voz de Dios" y la otra "los pueblos nunca se equivocan" (?). Actualmente en los países musulmanes de extrema influencia religiosa muchas veces los mismos religiosos detentan el poder de manera directa, como en el caso de Irán con los ayatolas que deberían ser sabios doctores conforme a su religión y en cambio operan como sacerdotes. En el resto de los países la influencia religiosa sobre el poder es notoria.
Los intentos religiosos de explicación del origen del universo no persiguen en realidad llegar al conocimiento de las cosas sino a la justificación del poder. Están íntimamente relacionados con el poder; son el poder en última instancia. De allí que todas las religiones tienen una estructura jerárquica y peligrosamente unipersonal en su cúspide. Desde oriente hasta occidente, desde los Lamas hasta los Papas. Las religiones son además ecuménicas, buscan la universalidad de su pensamiento. La idea de que el supremo bienestar de los hombres está dentro de ellas y que fuera está el mal es también una constante. Nosotros somos los buenos, ellos son los malos. Este pensamiento indudablemente de raíz mágica ha sido el detonador de todos los conflictos bélicos.
Aquí comienza a vislumbrarse la sutil relación entre el pensamiento religioso y el pensamiento político-militar. La fuerza es la manera primitiva de ocupar el poder, de mantenerlo y de expandirlo. Ya vimos que el poder es un deseo permanente de los hombres, está en su naturaleza y cuesta modificarlo. Pretender ser superior a los otros es la manera de manifestarse ése deseo de poder. Para ello se exige una estructura jerárquica. Religiosos, militares y políticos la tienen. La jerarquía es una característica básica y exige un continuo ejercicio del pensamiento mágico. Esto explica lo refractario que son a las críticas los religiosos, los militares y los políticos. También explica que en los tres casos existan cuerpos de normas doctrinales muy precisos. Doctrina religiosa, doctrina militar, doctrina política.
Sistemas cerrados de reglas que impiden el libre debate; son dogmas que rigen el comportamiento de sus adherentes. Para cambiarlas se necesitan especiales mayorías y siempre dentro de una misma línea o doctrina. Cada una de estas organizaciones (religiosas, militares o políticas) se mantienen herméticas y confrontan con sus similares. Esta competencia ha generado los más grandes conflictos en la historia de la humanidad. No hay debate, hay enfrentamiento que lleva al conflicto. Las guerras son una prueba de este estúpido comportamiento; lo mismo puede decirse de las persecuciones, los atentados y todos los confrontes que soslayan el libre debate.
El pensamiento mágico emerge siempre en estas conductas que buscan imponer a los demás el propio criterio.
El centaurino entiende las cosas de otra manera: cualquier idea, incluso la mejor solución del mayor problema, se enriquece con el aporte de otras ideas. Los humanos defendemos las ideas propias en lugar de debatirlas. El centaurino observa que una simple idea se transforma en un órgano vital que hay que defender ante el otro. Se encarnan las ideas; como un trozo del cuerpo; cambiar una idea es quitarle el hígado al sujeto. Para el centaurino, muchas ideas aportadas por distintas personas pueden amalgamarse en una mejor idea para todos. No el triunfo de mi idea o de la del otro, sino lo mejor de ambas; con debate y mutuo acuerdo. En los sistemas de ideas cerradas, como los dogmas, ello es altamente improbable.
En la Edad Media la Inquisición, el Tribunal del Santo Oficio, quemaba vivas en la hoguera a las personas que denominaba herejes, es decir aquellos que disentían del dogma religioso. Los político-militares ejecutan a los prisioneros o a los "traidores", generalmente simples disidentes. Cuando no hay debate, hay represión.
Los símbolos-sagrados coadyuvan en la represión; que el lector haga la prueba de no ponerse de pie (estando previamente sentados) cuando se ejecuta el himno nacional respectivo en alguna ceremonia o se iza la bandera nacional respectiva. Esto sucede en todos los países ya que se considera una falta de respeto a los símbolos nacionales. Política y religión, religión y política. Dos conceptos que actúan conjuntamente en sus exigencias. Supongamos a una persona que no tenga pensamientos nacionales o "patriotas" (cuando las naciones se preparan para la guerra, es decir a matar, comienzan a llamarse patrias) y que se considere un ciudadano del mundo sin banderas ¿por qué debe ponerse de pie?, ¿hace algún daño actuando acorde con sus pensamientos? Falta el respeto; he aquí el quid de la cuestión. Religión y política exigen respeto, es decir veneración, acatamiento; no admiten el disenso y mucho menos el debate. El concepto de respeto luego lo analizaré en profundidad.
En las sociedades modernas existen las democracias con derechos humanos y libertad de pensamiento y de libre expresión. Pero esto es en la letra de las constituciones y de las leyes no en la realidad concreta de los hechos. Por ejemplo, el libre debate con el aporte de los no religiosos no existe. Apenas alguna persona manifiesta una posición no creyente de los dogmas religiosos predominantes, de inmediato se la hace callar. En los medios masivos de comunicación como la radio y la televisión, pululan por doquier las distintas posiciones religiosas y mágicas: desde católicos hasta todas las sectas protestantes, desde judíos hasta musulmanes, desde adherentes al Sai Baba hasta adictos a la astrología, desde fervientes partidarios esotéricos hasta magos y adivinadores del porvenir. Todo el amplio espectro del pensamiento mágico y religioso está presente en los medios. Ello es así en todos los países del planeta. Las más fantasiosas concepciones de la imaginación humana hallan cabida en la televisión, por ejemplo; los brujos filipinos que "hacen" operaciones quirúrgicas con las manos son las "estrellas" y sus apologistas son los autores llamados a las entrevistas periodísticas; en ellas se dicen tantos disparates que causan risa aunque en realidad es dramático. Lo mismo sucede con los famosos "curas sanadores"; sacerdotes católicos o pastores protestantes que curan enfermedades con "imposición de manos" o con palabras. Para eludir la sanción penal de ejercicio ilegal de la medicina (ya que de ello se trata) dicen que es Dios o Jesucristo quien cura pero que lo hacen a través de sus manos o de sus palabras; arguyen un poder "espiritual" que fluye de la divinidad y que ellos son sólo los trasmisores. Con este falaz argumento usan la autosugestión de mucha gente crédula que a veces mejora transitoriamente algunos síntomas para luego caer en crisis mayores de su enfermedad. Esto es muy peligroso para la salud pública, sin embargo la impunidad de que gozan estos fatídicos personajes es notoria. Hasta muchos funcionarios públicos los consultan...
Apenas algún científico serio aparece muy esporádicamente en los medios masivos. Jamás escuché o vi a un ateo exponer su pensamiento; casi imposible un debate entre religiosos y ateos.
Los dogmáticos no admiten los debates, se sienten menoscabados, consideran un ataque discutir sobre su dogma, lo entienden como una falta de respeto.
Esto es lo más grave: considerar una falta de respeto cuestionar las religiones. ¿Por qué sucede esto? ¿Por qué no se puede cuestionar a las religiones en un simple debate cortés y educado? Con palabras mesuradas e ideas respetuosas de la posición ajena ¿por qué no se hace en los medios? La realidad es que no hay libertad para hacer este debate en los medios masivos de comunicación. Sin embargo el debate se tornará imprescindible más temprano o más tarde y seguro en el siglo XXI.
Muchos arguyen que la idea religiosa es propia de cada uno y que tienen el derecho de ejercerla. Es claro y evidente que ello es así; cada uno puede tener la idea que desee y ejercer ése derecho mientras no dañe a otro. Un simple debate entre un religioso y un ateo ¿a quién daña? ¿Acaso los creyentes dejarán de serlo? La gente no cambia fácilmente sus convicciones con los debates y en el supuesto de que así fuera ¿temen perder adeptos? Pues bien no deben temer; la inmensa mayoría continuará creyendo lo que desee. El universo de los deseos y las ilusorias fantasías seguirá vigente. Entonces ¿para qué debatir? Pues simplemente para que los otros (los no creyentes) también ejerzan su derecho sin dañar, permitiéndoles al menos exponer sus pensamientos ya que los creyentes rehuyen el debate.
En realidad el problema es más complejo y en los próximos capítulos intentaré dilucidar la cuestión. El enorme progreso tecnológico de la actualidad requiere pensamientos críticos pues tecnología de avanzada con pensamientos mágicos puede deparar horrores peores que los generados en el pasado: tecnología con pensamiento mágico será más terrorífica que la misma Inquisición.




6. La pseudo-explicación filosófica
El uso de la imaginación en reemplazo de la observación para comprender los sucesos y fenómenos de la vida cotidiana fue llevando paulatinamente a la formación de mitos y leyendas.
El hecho natural más significativo en la vida humana es el nacimiento; si no naciéramos no existiríamos. Un poco de ironía y de buen humor no viene mal ¿verdad centaurino?


El trauma del nacimiento es el año cero en la historia del individuo pero éste también tiene una prehistoria: la vida intrauterina. El feto flotando en el líquido amniótico está amortiguado, alimentado a través del cordón umbilical, con temperatura constante, oxígeno, expulsión de restos, todas sus necesidades cubiertas por el cuerpo de la madre, vive, en síntesis, en un estado de total satisfacción dentro de su "universo amniótico". De pronto es interrumpido su placentero letargo sin su intervención; comienza un cataclismo terrorífico, es movido violentamente, maltratado, comprimido y luego de horas intermitentes de tortura por las contracciones uterinas finalmente es expulsado, apretando su cabeza a través del canal vaginal. Los nacidos por cesárea tienen suavizado este proceso.
Todo esto y su contacto con la realidad exterior, sobre todo comenzar a respirar, marca en su cerebro una huella perpetua hasta su muerte. Este proceso traumático induce a un determinado comportamiento ulterior. Es la reactivación de los resabios de nuestros remotísimos orígenes prehomínidos.
El trauma del nacimiento junto con el caudal genético, el ADN depositario de la información hereditaria y el posterior aprendizaje cultural y social configuran la triada de hechos fundamentales que constituirán al futuro adulto.
Durante el período de gestación el feto va adoptando una postura que es típica (recogidas las piernas y tocando con las rodillas la cabeza) y que se denomina genéricamente como "posición fetal". De esta forma cierra el feto un círculo que se adapta a las dimensiones y a la forma del vientre materno. Muchos meses flota el feto dentro del líquido amniótico en esta postura. En un estado letárgico y placentero; protegido y satisfechas todas sus necesidades de calor y alimento. Es un estado "paradisíaco". Los adultos añoramos ese paraíso perdido, origen de este mito tan difundido.
En la vida adulta la mayoría de las creencias religiosas identifican el pedido de dones a las respectivas deidades con rituales donde arrodillarse y adoptar posiciones fetales es característico. Las plegarias a los dioses fue acompañada siempre de ritualismos donde la postura fetal es determinante. Sabemos de restos fósiles y de momias que se enterraron en esta posición.
Es evidente que en el adulto hay una regresión a su época fetal cuando solicita protección y busca el amparo mágico.
Enterrar a los muertos en esta posición vuelve a los dioses más proclives a recoger el "alma" de los difuntos. El motivo de los rituales en todas las religiones es obtener el favor de la deidad.
Algunos pueblos son más ritualistas que otros; por ejemplo en Oriente se observa cómo esta característica básica se halla muy desarrollada. En Japón, China, India, Malasia, etc. vemos que el ritualismo es acentuado y se mezcla con costumbres occidentales produciendo una extraña mezcolanza. Las ceremonias del té en Japón y las representaciones teatrales llenas de alegorías con claras reminiscencias ancestrales nos muestran un notorio y persistente pensamiento mágico. Las procesiones tanto en Occidente como en el Lejano Oriente son otra típica expresión ritual, con paseos de estandartes e imágenes sagradas. En algunos países estas procesiones rituales son una verdadera fiesta popular con gran participación de gente de todas las capas sociales.
El ritualismo se manifiesta en todos los órdenes de la vida y no solamente en los mitos y religiones. Las burocracias modernas y antiguas están llenas de rituales determinados que si no se satisfacen queda incumplimentada la gestión. Los desfiles en determinadas fechas y con formas expresas o cuando un país se prepara para la guerra. Hasta en espectáculos deportivos se manifiesta el rito, por ejemplo la vuelta olímpica al ganar un torneo. Y cosa "curiosa" generalmente estas vueltas tienen forma de círculo.
Esta forma de círculo es común a muchas manifestaciones humanas como si quisiéramos "cerrar" todo proceso.
La idea de sistema cerrado, donde todo esté servido para ser aceptado sin análisis crítico está latente siempre.
La moda en la vestimenta es también ritual y lo mismo puede decirse de los protocolos en los ámbitos gubernamentales y en la diplomacia.
Hay infinidad de ritos cotidianos en donde si no se cumplimentan determinados requisitos creemos que los hechos no serán como lo planeamos. Estas ideas fijas, neurosis obsesivas, todos en alguna medida y forma las realizamos cotidianamente. Cuando estos actos se hacen compulsivos el problema se agrava. Muchas veces tales actos rituales son simbolismos de ideas reprimidas.
A través de los rituales buscamos la realización de los anhelos y fantasías que nos lleven a la tan ansiada felicidad. Las ideas de "paraísos" o lugares de eterna dicha surgen como una regresión al seno materno donde estábamos protegidos de los peligros de la realidad exterior. Casi todos los mitos, leyendas y religiones tienen implícita o explícitamente esa idea de "paraíso" y se llega a él a través de alguna forma o rito a cumplimentar. Los requisitos son variados y en ellos aparecen ya, ideas propias de cada subcultura.
El paraíso musulmán que fue creado por Mahoma para "premiar" a los guerreros con las jóvenes huríes y que posibilitó la conquista árabe a partir del siglo VIII de nuestra era es un ejemplo.
Ese dato es importante pues exacerbó el ímpetu belicista. Las guerras "santas" tuvieron lugar en múltiples períodos históricos, participando en histerias bélicas muchas creencias y muriendo prematuramente infinidad de seres humanos.
La agresividad y el ritualismo se trasladan de las ideas religiosas al ámbito de las ideas políticas.




Volviendo al análisis del trauma del nacimiento, vemos como el feto es agredido repentinamente en el momento del parto. Dicha violencia deja una huella y la agresividad queda impresa en su cerebro. Si a esto se añade la transmisión genética a través del ADN de millones de años de evolución y de selección natural comprenderemos mejor el porqué de muchas conductas. En la relación madre-feto para éste la madre es un ser superior pues depende totalmente de ella. Incluso al nacer subsiste la dependencia al succionar el pecho materno; en realidad el recién nacido y su madre constituyen una sola entidad biológica en los primeros tiempos.
El niño necesita las caricias, la mirada y el calor materno en forma imprescindible para poder superar sin más secuelas traumáticas los primeros meses de vida. Esta etapa es crucial para el desenvolvimiento del futuro adulto.
Los pechos maternos son de forma esférica. La imagen de una figura circular es una síntesis de sistema y de cosa cerrada, aparece en momentos álgidos que van a producir fijaciones en el inconsciente del recién nacido. Yo ato este cabo suelto con el anterior, durante la gestación la postura fetal cerrada dentro de la forma también esférica del vientre materno.
La imagen circular y la esfera están siempre presentes a la apreciación y a la percepción del hombre. Una expresión común dice: "le salió redondo" como sinónimo de cosa bien hecha.
La luna llena y el sol al amanecer o al atardecer presentan también formas redondeadas y están en muchos mitos y leyendas primitivos, siendo su culto el origen de religiones posteriores. Además figuran como símbolos, por ejemplo en muchas banderas de países y en estandartes o insignias de corporaciones.
Los conceptos cerrados, dogmáticos y no los abiertos, relativos, son más fácilmente captados, produciendo esto serias consecuencias por la intolerancia que implica.
La mente humana funciona tomando una idea y haciéndola propia, como si en realidad dicha idea fuera el mismo ser humano. Nos identificamos con la idea. Defendemos los conceptos en lugar de debatirlos y ejercer el análisis crítico. Aceptamos cómodamente las ideas mágicas, fuera de toda realidad, pues tenemos la tendencia a la regresión fetal, situación placentera guardada en el inconsciente. En realidad no hubiéramos querido nacer...
En el "universo amniótico" los límites son el espacio o territorio que el feto tiene para sí. Al ser expulsado se rompe su equilibrio territorial, siendo la relación con el hecho violento y traumático, de causa a efecto.
Esto quizás explique la celosa territorialidad del hombre social que enmarcado en la noción de nación, patria-madre, defiende sus límites con vehemencia y compulsión.
El círculo, bidimensional y la esfera, tridimensional, son imágenes cotidianas desde el momento de la concepción; ambas cierran y pueden ser quizá símbolos femeninos, estando la idea maternal implícita en ellos. Pero también el triángulo, bidimensional, y la pirámide, tridimensional, son símbolos que cierran pero tienen una punta o vértice; forman esquemas cerrados pero agresivos, con reminiscencias fálicas, estando en ellos implícita la idea masculina.
Actualmente vemos un resurgimiento de las pirámides como "amuleto". Incluso pseudocientíficos señalan que "atrae energía cósmica".
Sin embargo la geometría como abstracción de cosas reales fue útil en la historia humana al ser una forma de síntesis para cálculos astronómicos, matemáticos y filosóficos. En cambio la supuesta atracción de energía cósmica por las pirámides ignora la ciencia física y la astronomía.
La mente humana está predispuesta a formar ideas cerradas o sistemas en detrimento de los métodos. Esto genera intolerancias estériles. La lucha y los enfrentamientos generados por las contradicciones se hacen inevitables, acrecentado por la atribución de omnipotencia que el hombre da a las ideas. Sólo produciremos un cambio real en nosotros los humanos si concedemos primacía a los métodos por sobre los sistemas.
La geometría es una abstracción sintética de percepciones de los objetos que nos rodean y fue un comienzo de ejercitación del razonamiento. Sirvió a los primeros pensadores para sus lucubraciones. La filosofía es un intento de acceder al conocimiento de las cosas pero adolece de un grave problema: sólo utiliza el razonamiento; prescinde casi totalmente de la observación y no usa la experimentación. Hay, sin embargo, un aporte significativo en la lógica (sobre todo en la contemporánea: la llamada lógica simbólica, es decir expresar los principios de la lógica en un lenguaje simbólico semejante a la notación matemática). La filosofía sirvió y sirve aún para ayudar a un buen pensar pero es obsoleta para adquirir conocimiento, para desarrollar tecnologías y para descubrir y explicar objetos del universo micro y macro, partículas elementales o galaxias. El razonamiento filosófico fue además el causal de múltiples trastornos para la humanidad pues generó los sistemas de todo tipo. Doctrinas cerradas que se enfrentaron en guerras implacables tenían y tienen bases filosóficas.
La filosofía comienza con preguntas trascendentales que apuntan hacia el origen de las cosas y concluye con respuestas basadas en la creencia. Todo anduvo "bien" salvo en períodos críticos donde aparece algo llamado ciencia. El primer atisbo fue en Jonia y su zona de influencia hacia el año 600 antes de nuestra era. Lugar de islas entre la Península Griega y el Asia Menor. Nombres como Aristarco en la isla de Samos; en el continente (Asia Menor) Tales y Anaximandro en Mileto, Hipócrates en Cos, Anaxágoras en Clazomene y en la zona de Tracia, al nordeste de la Península Griega y aledaño a Macedonia, en la ciudad de Abdera el gran Demócrito que fue el primero en hablar de átomos (él inventó la palabra que en griego significa: "que no puede cortarse") y decía que los átomos eran las partículas últimas y que todo estaba hecho de agrupación de átomos, incluso los humanos, "nada existe -fue su famosa frase-, aparte de átomos y el vacío", no creía en la existencia de "almas" inmortales ni dioses inmortales. Todos los jonios eran experimentadores, usaban sus manos. Pero este despertar de la ciencia duró poco; escasamente tres o cuatro siglos. Con Platón y Aristóteles comienza la reacción que termina con la experimentación y comprobación para volver a la especulación de las ideas y al misticismo. Vuelven los dioses. Las manos las usaban los esclavos. Sí, los famosos griegos usaban la esclavitud. Los esclavos eran seres "inferiores".
La misma tesis se aplicó en la Edad Media con los siervos de la gleba. El Occidente cristiano mantuvo la esclavitud hasta bien avanzado el siglo XIX. Algo similar sucedió con la mujer; en un concilio se declaró que la mujer tenía "alma" y pasaba a considerarse ser humano, antes de ese concilio no lo era.
Fueron los griegos Platón y Aristóteles que establecieron las bases de ése sistema que tuvo su apogeo durante la Edad Media e impidió el desarrollo del pensamiento crítico y de las ciencias.
Los razonamientos sin experimentación suelen llevar a conclusiones incorrectas y éstas son los cimientos de sistemas cerrados que generan problemas de todo tipo. Dentro de la filosofía, no obstante, hay otra rama que junto con la lógica puede servirnos y hasta ser imprescindible en el futuro para continuar siendo humanos: se trata de la ética; un principio ético necesario es: no dañar (en especial a nuestros semejantes).
El razonar filosófico parte de supuestos o axiomas que presume son correctos sin haberlos puesto a prueba con la experimentación. Utiliza el método deductivo (partir de lo general a lo particular; de la hipótesis al caso concreto) y el método inductivo (ascender de lo particular o lo general). Ambos métodos, el deductivo y el inductivo, pueden ser muy útiles pero usados en un contexto experimental no en la mera reflexión.




Como dato ilustrativo transcribiré algunas de las "Reglas para la dirección del entendimiento" de Renato Descartes. El énfasis en la palabra dirección lo coloco para destacar mi idea del quehacer filosófico como producto de la imaginación. Pero antes algunos "detalles" de la vida del mencionado pensador. Se educó en la escuela jesuítica de la Flèche; entre los años 1618 y 1621 actuó en varias campañas militares. El mismo cuenta que volviendo de la coronación del emperador para reunirse con su ejército, el comienzo del invierno lo sorprendió en un lugar donde "no encontrando conversación que me divirtiera y no teniendo felizmente (?; !; negrilla y signos míos) ninguna pasión o cuidado (ídem) que me distrajera (ídem)" pasaba todo el día encerrado a solas con su pensamiento; allí fue donde concibió la idea de un método (¿sistema?) filosófico. Las negrillas referentes a su formación religiosa y a su vocación militar me liberan de un mayor análisis. Sólo enunciaré con mi método conciso las siguientes palabras: miedos, agresividad, deseos, poder, magia, religión, jerarquía, búsqueda de certeza absoluta, sistema, imaginación, filosofía. Y ahora algunas de las reglas del filósofo Descartes (las negrillas y las acotaciones irónicas entre corchetes [] son del centaurino que desea intervenir marcando su punto de vista; el lector deducirá usando lo expuesto hasta el momento -¡si quiere!-). Cada regla tiene un comentario que invito a leer (para no extenderme tanto) en el original ("Reglas para la dirección del entendimiento" de Renato Descartes) pues son muy jugosos y que confirman mis tesis. Regla 1.- El fin de los estudios debe ser dirigir el entendimiento a emitir juicios sólidos y verdaderos de todas las cosas que se presentan. Regla 2.- Sólo conviene [En qué quedamos, ¡son todas las cosas o no!] dedicarse a esos objetos de cuyo conocimiento cierto e indudable parece ser capaz nuestro entendimiento. Regla 3.- En los objetos propuestos no se ha de buscar lo que otros opinaron ni lo que nosotros mismos sospechamos, sino lo que en ellos podemos intuir con claridad y evidencia, o deducir con certeza; no de otro modo se adquiere ciencia. [La ciencia no se adquiere; busca lo más probable, no maneja certezas, acepta cuando se comprueba otra cosa, puede autocorregirse]. Regla 4.- Es necesario un método para investigar la verdad de las cosas. (Nota del autor: esta regla es lo único que rescato del pensador francés pero lo arruinó todo con el comentario que hace de cuatro páginas, sencillamente atroz, que invito a leer pues revela cómo piensa un filósofo creyente en divinidades y que sigue a "pies juntillos" a Platón y a Aristóteles a pesar de que presume, lo digo por el lenguaje fuerte que utiliza y su constante desprecio por "el vulgo" como él llama a la gente, de renegar de los errores del pasado). Regla 5.- Todo el método consiste en el orden y disposición de las cosas a que ha de dirigirse la mirada de la mente, a fin de encontrar alguna verdad. Y lo observaremos con exactitud si reducimos gradualmente las proposiciones complicadas y oscuras a otras más sencillas, y después intentamos ascender, desde la intuición de todas las cosas más simples, al conocimiento de todas las otras, por la misma gradación ............. Regla 8.- Si en la serie de las cosas por investigar se presenta algo que nuestro intelecto no puede intuir lo bastante bien, hay que detenerse allí; y no se han de examinar las cosas que siguen, sino abstenerse de ese esfuerzo vano. Regla 9.- Se debe dedicar toda la fuerza del entendimiento a las cosas mínimas y más fáciles de conocer, y detenerse largo tiempo en ellas, hasta que nos habituemos a intuir la verdad -[¡esto es una joya del imaginativo pensador!]- distintamente y con claridad. Regla 10.- Para que el ingenio se haga sagaz, debe ejercitarse en investigar las cosas que ya han sido descubiertas por otros, -[¡Otra joya y que se contradice con la Regla 3!]- y recorrer con método hasta las artes más ligeras de los hombres, pero sobre todo las que explican o suponen el orden. [¡A la orden mi general!]
Y como gran joya final la regla 12 y aquí sí con su comentario que me exime a mí y al centaurino de todo idem. Aclaro que Descartes enunció en total 21 reglas pero las últimas sin comentarios y dejó su obra inconclusa... [¡gracias a su Dios!].
Regla 12.- En suma, han de emplearse todos los auxilios del intelecto; la imaginación, -[¡Grande Renato!]- los sentidos -[¡Por fin Renato!]- y la memoria; para intuir distintamente las proposiciones simples; para combinar debidamente las cosas buscadas con las ya conocidas, -[Ayuda a la memoria pero ¿al conocimiento?]- a fin de reconocerlas, -[Mecanismo de la analogía: ¡pura imaginación!]- y para encontrar las que deben compararse entre sí; de tal modo que no se omita ninguna parte de la actividad humana. -[Siento el husmillo de la certeza absoluta y de los sistemas cerrados]- Comentario (de Renato Descartes).- Esta regla resume todo lo que se ha dicho antes y enseña en general lo que se había explicado en particular, de este modo: para el conocimiento de las cosas han de considerarse solamente dos objetos: a saber, nosotros que conocemos y las cosas mismas por conocer. En nosotros hay solamente cuatro facultades, de las que podemos [¡Gracias, Renato!] usar: intelecto, imaginación, sentido y memoria. Solamente el intelecto es capaz de percibir la verdad [¡Y dale con la verdad!, no caben dudas que es lo único que te interesa. La búsqueda real de conocimiento no es tu vocación, Renato], pero hay que ayudarle con la imaginación, el sentido y la memoria, no sea que omitamos algo de lo que está dentro [¡lo que está afuera no te interesa!] de nuestra capacidad. De la parte de las cosas basta examinar tres: lo primero que se muestra obviamente por sí solo; luego de qué modo se conoce una cosa de otra; finalmente, cuáles se deducen de algunas cosas. Y me parece que esta enumeración es completa y no omite absolutamente -[¡Por fin lo dijiste, Renato!]- nada a que pueda extenderse la actividad humana....




[Yo, centaurino no pude con mi temperamento y acoté entre corchete mis efluvios galácticos. ¡Ay Renato, qué fuera de órbita! Entre Platón, Aristóteles y todos los filósofos especulativos llevaron a los homo sapiens a este tremendo siglo XX con prioridad de pensamientos mágicos. ¿Por qué no se refugiaron en el arte? ¡Qué gran poeta hubiera sido Platón! ¡Qué artistas de lujuriosa imaginación pudieron ser! ¿Por qué no dejaron a los Jonios hacer ciencia? Los escritos de los Jonios relatando sus experiencias científicas ¿quién los quemo? Yo, centaurino sospecho, con claros indicios, que los filósofos especulativos de la antigua Grecia tuvieron mucho que ver. En un capítulo posterior narraré un hecho histórico trascendental que hicieron vuestros descendientes: los dueños de dos mil años de oscurantismo]
En la filosofía se piensa; en las ciencias se hace además de pensar. La filosofía tiende a ser especulativa utilizando la imaginación; las ciencias intentan llegar al conocimiento a través de la experimentación y de la comprobación, a veces planteando supuestos (que se deben corroborar siempre con la experimentación y la comprobación), pero siempre haciendo. La ciencias usan el cerebro y las manos; la filosofía sólo el cerebro con mucho de imaginación y algo de análisis crítico pero como sistemas cerrados que rebotan siempre en sí mismos; de allí el fenómeno especulativo. La filosofía medita encerrada en su mundo imaginario de sistemas. Las ciencias observan, verifican y comprueban con datos sensibles del mundo físico y con hechos experimentales aun cuando al comienzo de algún trabajo se plantee un supuesto (caso de las matemáticas). Precisamente ellas (las matemáticas) son el puente de unión entre la moderna filosofía científica (que utiliza la lógica simbólica) y las ciencias. Las antiguas filosofías especulativas buscan la "verdad", la certidumbre absoluta con sistemas cerrados de pensamientos (como el amigo Renato). Las ciencias buscan el conocimiento probable, dispuestas a corregir cuando se comprueban errores. En las ciencias se dice que algo es altamente probable o altamente improbable, algo solamente se tiene como cierto hasta que no se pruebe lo contrario; en la filosofía se dice que algo es cierto absolutamente (lo cual puede parecernos un objetivo admirable) ya que es el deseo lo que prevalece y por consiguiente sus especulaciones giran sobre las "grandes verdades" (supuestos imaginativos y deseados). Todas éstas comparaciones entre la filosofía y las ciencias sirven como prolegómeno de un capítulo ulterior donde analizaré la metodología científica.


La filosofía quedará como una racional manera de plantear preguntas pero no como una forma idónea y completa de dar respuestas.
La razón, el razonamiento, parte la mayoría de las veces de la imaginación y suele llevar a generalidades por analogías. Por ejemplo en el caso citado antes de "construcción" del universo por un dios; la analogía antropomórfica es evidente. Nosotros construimos, el dios construyó; nuestra experiencia constructora la transferimos a un supuesto hipotético. En todos los sistemas filosóficos encontramos este trabajo analógico y antropocéntrico. El mundo imaginario que deseamos lo construimos con un sistema cerrado de ideas y representaciones al que le atribuimos un carácter de verdad absoluta. Podemos falsear todo lo que queramos (como lo hace el amigo Renato) en nuestro mundo imaginario; allí todo es posible aun lo absurdo. Precisamente esta característica tiene una belleza inigualable pero para eso está el arte, la otra gran expresión de la imaginación.




7. El arte: un bello mundo imaginario
Todas las artes se originan en la imaginación creadora y son su expresión más genuina. Esto es así porque en las artes sólo se construyen mundos imaginarios por el mero deleite; por la simple necesidad del artista de crear. No hay intento de convencer a otros. El artista piensa y hace su obra por la necesidad de expresar su creatividad y para darla a los demás. Se puede argüir que muchos artistas comercian con su arte pero esto se produce por cuestiones culturales relacionadas con los sistemas de organización social y por el hecho profesional: si su modo de vida es el arte debe ponerle un precio para vivir de su trabajo. Cuando el artista intenta imponer su criterio, es decir coercionar a los demás para llevarlos a su punto de vista, comienza a hacer crítica de arte o más bien filosofía del arte. Construye un sistema o escuela y compite con otras escuelas por agregar adeptos a su punto de vista. Todo esto es una deformación del arte, aunque es preciso admitir sucede muy a menudo y esta frecuencia tiene motivaciones socio-culturales, el artista en sentido puro crea simplemente por una necesidad de su imaginación y por el simple hecho de expresarse.
Las artes constituyen un poderoso elemento expresivo de nuestra identidad humana. Sólo los homo sapiens hacemos arte como una necesidad. Algunos otros animales, por ejemplo los chimpancés, pueden lograr ejecutar "obras pictóricas" pero, en los casos que ha sucedido, lo hacen como un juego e instigados por el humano experimentador. Sólo nosotros tenemos la imperiosa urgencia de ejecutar algo como manifestación de creatividad. A veces el arte se expresa en pequeños detalles que pasan desapercibidos para un observador no habituado. Todos los seres humanos en algún momento de nuestra vida ejecutamos algo con un sentido creador y artístico. Como pormenor cotidiano y de escaso significado pero revelador de la búsqueda estética los humanos en nuestro arreglo personal de alguna forma buscamos todos los días una armonía ya sea en colores o formas. El uso de adornos o en la misma vestimenta se revela tal búsqueda; lo mismo acontece con las maneras sociales de convivencia, saludos, requiebros, etc.
Las artes en escala mayor, pintura, escultura, literatura, etc. son un producto de personas con una alta creatividad y necesidad expresiva pero todos podemos hacer arte. El requisito es sentirnos libres para poder canalizar por el medio elegido ésa necesidad. El escritor, por ejemplo, quiere expresar sus sentimientos, emociones, opiniones y conocimientos por medio de una narración, de una historia o de una investigación que, manifestada con palabras utilizando la poderosa herramienta que es el lenguaje, llegue a un destinatario lector. Dependerá de los pensamientos que exprese y de la forma como lo haga el que su mensaje llegue con mayor o menor fuerza; sin embargo los escritores tienen un grave problema: para llegar a sus lectores necesitan imprescindiblemente que se publiquen sus obras. La manera de hacerlo es a través de una editorial; el problema es que las editoriales no leen las obras que se les presentan. Quizás un justificativo de ello es la enorme cantidad de oferta y la escasa calidad de la gran mayoría; pero ¿cómo detectamos una buena obra si no la leemos completa? Hojear o leer el primer capítulo no es suficiente. El drama del artista escritor inédito es terrorífico. Como las editoriales publican lo que se presume será un éxito (en forma legítima buscan esto pues si no hay negocio no pueden continuar editando) se basan en parámetros hipotéticos. Por ejemplo que ése autor haya tenido éxito en otra actividad o sea conocido a través de medios masivos de comunicación, radio, televisión, prensa. Es evidente el auge de periodistas que escriben libros y que se los publican. Las editoriales barruntan que la nombradía en el periodismo asegurará la promoción adecuada para el libro; en algunos caso sucede así pero el éxito suele ser efímero. No es lo mismo la crónica periodística (que merece consideración y respeto) que una obra literaria o ensayo (¡qué también merece respeto!). En éste último caso el trabajo de creación y de producción es mayor; una novela, una novela-ensayo o un ensayo requieren una profundidad en la tarea que lleva al artista creador a renunciar a lo superficial, lo vano o lo fugaz; su búsqueda es de mayor continuidad en el tiempo. Los grandes escritores perduran y precisamente éstos fueron los que tuvieron mayores dificultades para publicar sus obras al comienzo de su carrera. El hecho de no ser leídas sus obras en las editoriales demoró su detección. Muy pocas veces alguien las lee, pero ¿coincidirá la valoración que haga con la de otros?, ése solo criterio aislado ¿es suficiente para determinar el valor de una obra? ¡Cuántos autores habrán quedado en el camino inéditos! ¡Cuántos famosos en otros medios (radio, televisión, etc.) logran publicar trabajos de dudosa valía! Como dije, el drama de los escritores es atroz.
Los artistas pintores y escultores tienen similar problema. En la sociedad contemporánea las artes tomaron otros carriles para sobrevivir. La era de la computación exige nuevas formas de expresión pero siempre habrá un artista creador detrás de cada intento. El producto creado se cotiza en el mercado como si fuese un artículo de consumo; la publicidad (que en sí misma es una forma de creatividad) incide sobremanera en el éxito o masividad de su aprobación. Así la obra de arte se confunde con el éxito que frecuentemente es efímero. Los artistas suelen ser mejor comprendidos luego de su muerte; uno de los motivos es que se adelantan a su época. Las obras de los grandes artistas y autores son valoradas tiempo después y eso prueba también su continuidad y persistencia.


En el arte, al igual que en la filosofía especulativa, se emplea la imaginación pero se le agrega un condimento substancial que lo diferencia de la referida filosofía: la expresión emocional. Los objetos del arte sirven como símbolos que expresan estados emocionales. Tanto el artista como la persona que mira o escucha las obras de arte, ponen significados emotivos en los objetos físicos ya sea que estén hechos de pintura aplicada sobre una tela o de sonidos producidos por instrumentos musicales o de palabras e ideas expuestas en un libro o en un monitor de computadora. La expresión simbólica de éstos significados emotivos representa un valor que aspiramos a gozar.
La actividad humana persigue un fin, cuando éste es de índole estética, es decir que busca la belleza, hablamos de arte. Cuando con nuestra conducta hacemos una elección exhibimos valoración y ésta puede expresarse por impulsos espontáneos, sin reflexión, por mera intuición. Esta forma de captar el arte es la que nos hace decir: "me gusta o no me gusta" tal obra. En cambio los críticos de arte juzgan si algo es "bueno o malo"; como ésta valoración dependerá de sus gustos personales suelen equivocarse y luego la posteridad acepta obras que fueron rechazadas en su momento (el ejemplo de la pintura impresionista francesa es típico). Quizá la mejor forma de acercarse al arte sea gustar o no gustar, si produce o no produce alguna emoción, o simplemente si para cada uno tal obra nos agrada o no nos agrada. La filosofía es para reflexionar, el arte es para gustar. Los críticos hacen filosofía al juzgar; filosofía del arte pero filosofía al fin. Por eso las obras de arte perduran; porque los gustos pueden variar y lo que en una época no agrada puede, sin embargo, gustar en otro tiempo. De allí la enorme importancia que tienen las artes en la cultura. Platón y Aristóteles [el centaurino agrega Descartes, Kant y otros] son historia, evocaciones como simple dato de la imaginación; sus pretensiones de acceder al conocimiento sólo por la vía especulativa los llevó a ése nivel. En cambio si se hubiesen contentado con hacer poesía o literatura ahora serían mejor apreciados, al menos por el centaurino. El centaurino rescata a los presocráticos Aristarco de Samos, Tales y Anaximandro de Mileto, Hipócrates de Cos, Anaxágoras de Clazomene, Demócrito de Abdera, como los auténticos experimentadores y buscadores del conocimiento en la antigua Grecia.
El arte es impulso creador; es imaginación y deseo; es emoción expresada en una obra; es gusto; es búsqueda de belleza; es placer; un ornato de la vida humana que nos diferencia de los otros animales. Gustar del arte es sumergirse en un mundo imaginario pero sin pretensiones de conocimiento. Puede inspirarse en el conocimiento de cada época pero no pretende erigirse en certeza o búsqueda de la "verdad", sólo ambiciona agradar, dar placer. La búsqueda de placer es una constante en la cultura porque quizá nos ayude a tener algo de felicidad, esa tibia sensación de bienestar.
Muchas veces los artistas son incomprendidos por sus congéneres pues actúan de manera diferente al consenso general y los humanos segregamos a los distintos pues nos sentimos más seguros en la confortable unidad del grupo. El artista es individualista y resiste la homogeneidad de los grupos y a los "jefes de la horda" contemporánea. Esta resistencia a los jefes que mandan, que detentan el poder delegado por el grupo, hace a los artistas seres odiados pero al mismo tiempo amados, en compleja ambivalencia. Una de las razones de esta actitud social con los artistas es que ellos representan nuestros más recónditos deseos: son lo que nosotros quisiéramos ser y no nos atrevemos a ser. De allí que las actitudes, de algunos artistas, de desfachatez sean admiradas por los jóvenes en especial. El atrevimiento es sinónimo de rebeldía y la mayoría de los jóvenes son rebeldes o al menos deberían serlo por sus bullentes hormonas y por su inestabilidad emotiva consecuente.
El centaurino considera que la verdadera rebeldía es aquella que emana de una genuina búsqueda y no la mera imitación de comportamientos. Imitar a los líderes fue el camino de los jóvenes hasta el momento y esto fue inducido por las ideas culturales de modelos que derivan de los sistemas cerrados de pensamiento. El mantenimiento del mecanismo de las creencias hace que la idea de modelo sea tan "natural". La educación de los jóvenes está basada en estos principios. Educar, en nuestra decadente cultura, es fijar en sus cerebros esquemas cerrados de comportamiento, entre ellos el modelo a seguir. Ser como los grandes jefes. Esto deriva de una idea de finalidad. Los fines se eligen; el conocimiento se busca.


La propuesta del centaurino es de una nueva educación basada en la libertad, en la libre búsqueda y en el libre debate de todo ya que todo lo producido por el ser humano, es decir la cultura, estará sujeto a cuestionamiento en el siglo XXI.


La educación con libertad de pensamiento lleva a una activa participación del educando; ya no es un mero espectador y receptor de información que luego suele olvidar pues no fue elaborada por él. La búsqueda del conocimiento implica una inicial curiosidad (que los niños poseen naturalmente y que lentamente cercenan los adultos con engaños basados en el pensamiento mágico); luego el interés de comprender las cosas para mejorar la calidad de vida; finalmente el placer de manipular los conocimientos adquiridos haciendo experiencias y comprobaciones con el ornato del arte para embellecer la existencia haciéndola más agradable y digna de ser vivida.


La función del arte es cubrir la necesaria cuota de ocio y deleite. Hay algo adicional de gran belleza y trascendencia: el arte fija el instante...
Si las emociones las canalizamos en el arte evitaríamos lo que sucede con el uso de las mismas en sistemas de pensamientos obsoletos.
En el pensamiento mágico y más aún en el intento religioso la idea de placer está reprimida y se la castiga con el sentimiento de la culpa. Estos pensamientos causaron innumerables desdichas a la humanidad. El infierno sirvió como castigo eficaz para mantener a los siervos de la gleba durante toda la Edad Media sumisos y esclavos pero sobre todo no hubo indagaciones de nivel científico salvo los experimentadores alquimistas que eran perseguidos y quemados vivos por hechiceros.
La tremenda idea del castigo eterno, la más sádica de las ideas: la del infierno. Esta monstruosidad que tuvo su apogeo en la Edad Media y que aún continúa vigente para algunos es acoplada a la idea de un alma inmortal. Esta alma inmortal es la que sufriría ese castigo eterno. Definido como el permanente llanto y el eterno crujir de huesos y rechinar de dientes en medio de un fuego que quema sin consumir. El centaurino recuerda las lecturas de los cuatro definitivos Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan; y de Agustín, Gregorio el Grande, Dante Alighieri y Tomás de Aquino, en donde se expone ampliamente esta idea: el fuego eterno para los malos. Los malos son aquellos que los "buenos" dicen o también malos son los otros pues nosotros somos los buenos. Las emociones nos han llevado siempre a las contiendas; el amor y el odio son el motor de los conflictos junto con los intereses. Precisamente hay un ejemplo que es clave: las ideas. La génesis de las mismas se produce por cuotas, a veces elevadas, de raciocinio, en cambio (una vez generadas) en lugar de debatirlas, las defendemos con elevadísimas cuotas de emoción. Transformamos las ideas en órganos de nuestro cuerpo, las internalizamos carnalmente y las defendemos como si nos las fueran a extirpar ante la menor oposición. Y todo esto en lugar de debatirlas, aportando cada uno parte, para llegar a una mejor. Esta defensa (en lugar de debate) de las ideas lleva a la intolerancia y al conflicto donde se elimina al más débil o al que tiene menos poder. Esto hizo la Inquisición, con el poder eliminó a los que no compartían sus dogmas; no permitió el debate; quemó vivos a los herejes. Con el terror del infierno impuso el miedo. Durante dos milenios este miedo condujo a la barbarie de la ignorancia. Precisamente lo contrario de lo que hace la ciencia, donde las ideas se debaten y se ponen a prueba. Toda hipótesis científica es sometida a rigurosa controversia, se experimenta, se comprueba y si pasa todos los exámenes puede constituirse en regla aceptada...hasta que una nueva pueda substituirla si se verifica que es correcta y mejora la anterior. Este carácter de autocorrección de las ciencias hace de las mismas el modo de conocer mejor que inventó el ser humano; muy superior al intento de modo de conocimiento de las creencias que se basan exclusivamente en la fe y no admiten refutación pues son dogmas cerrados, permanentes, intangibles, indelebles, perpetuos, revelados, no experimentados, incomprobables y emanados de una entidad divina a la cual no tenemos acceso salvo por la creencia y por vía de supuesto o axioma indemostrable. El intento de modo de conocimiento de las creencias es primitivo, es decir, una manera de explicar las cosas propia de estadíos primarios donde no existía desarrollo científico y tecnológico o éste era rudimentario. La ignorancia precientífica era mantenida con el miedo al infierno y a sus demonios, sólo la ciencia y la tecnología pudieron arremeter finalmente después de dos mil años de oscurantismo para llevar a la especie homo sapiens por un camino de mejoramiento y progreso reales.
Canalizar las emociones a través del arte ayudaría a evitar conflictos. Las emociones manifestadas en el arte causan placer y bienestar coadyuvando junto con las ciencias y la tecnología a la felicidad del ser humano. El arte puede llegar a las fibras más íntimas y hacernos sentir placer sin culpas, evitando el ciclo anterior engendrado por las creencias de placer con culpa. Además la necesaria cuota de imaginación y de deseos se puede desarrollar a través de una manifestación artística sin producir daños de ningún tipo.
Ciencia y tecnología más arte y ética pueden constituir la base de un futuro desarrollo de nuestra especie, independizándonos del pensamiento mágico que nos tiene atrapados en círculos estúpidos y dañinos.
Ahora estamos en condiciones de analizar un poco más profundamente qué cosa es esto de la ciencia.




8. La explicación científica
Las ciencias utilizan una metodología a diferencia de las creencias y de la filosofía que usan sistemas cerrados. Su base de sustentación es real ya que sus hechos y teorías son demostrables y verificables. Suelen las ciencias partir de objetos observables o si manejan supuestos (como en las matemáticas, por ejemplo) buscan la demostración; asimismo averiguan la cuantificación y miden los resultados, vale decir que el número es primordial en sus indagaciones de la exactitud. La experimentación es la parte instrumental y práctica que verifica y corrobora todo estudio realizado previamente.
En su metodología se avanza paso a paso y fijando una norma de trabajo. Dicho avance es ordenado pasando de un estadio organizativo a otro más complejo. Requiere una extrema concentración en la operación que se realiza, centralizando energías, economizando tiempo y evitando errores en especial cuando se trate de asuntos referidos a la salud humana. Exige un campo delimitado de acción que lleva a la especialización. Transparencia y claridad en todos los actos. Considera principios importantes como el que a toda acción corresponde una reacción, es decir que todo estímulo es recibido por una respuesta que puede ser o positiva o negativa; además la inercia que indica una conducta o de reposo o de movimiento a no ser que fuerzas externas hagan variar esos estados.
Aplicando estas nociones generales los científicos llegan a los mismos resultados aun sin conocerse unos a otros, dando a sus conclusiones validez universal cuando son correctas y sus leyes se aplican desde las partículas elementales hasta el cosmos.
Hechas estas consideraciones previas conviene ahora puntualizar cómo opera el cerebro.
La repetición de percepciones sensibles va produciendo en la memoria imágenes comunes a más objetos, una especie de noción general, lo que queda en la memoria de la imagen ya percibida; estas nociones previas o prenociones a través de un sutil y complejo proceso de analogía, semejanza, comparación o síntesis de datos sensibles nos llevan a buscar las causas de las cosas o de los hechos; aquí es donde se originan las opiniones o los supuestos. Estas opiniones pueden referirse a un hecho oculto o a un hecho futuro. Averiguar un hecho futuro es muy simple: lo único que se requiere es esperar. En cambio, tratándose de hechos ocultos sustraídos a la experiencia directa intervienen sobremanera las prenociones y luego las opiniones que son notoriamente subjetivas y en función de esos pre-juicios o prenociones. En una palabra cada uno ve lo que quiere ver. El meollo es saber qué quiere cada cual. Por eso hay tantas divergencias en las apreciaciones de la gente. Los preconceptos o prenociones son la esencia de las opiniones que luego se defienden hasta con la vida. En el campo de las ciencias estas prenociones se deben someter a rigurosa prueba de observación primero y luego a la experimentación.
El análisis crítico (recordemos que lo realiza el hemisferio izquierdo mientras que las percepciones las efectúa el hemisferio derecho, ambos de la corteza cerebral) ha dejado casi de tener vigencia, por ejemplo, en la órbita juvenil; eso explica porqué la mayoría de los adolescentes buscan imitar modelos ofrecidos por la sociedad; una frase muy común en ellos es: "está todo bien". Con el uso de las drogas químicas tan en boga adormecen más aún su capacidad de crítica.


a) Los materiales del pensamiento
Nosotros lo humanos actuamos por el impulso de la actividad cerebral. Esta actividad se exterioriza por el pensamiento; por ende llamamos pensamiento a toda acción cerebral, sea consciente o inconsciente o como quiera nombrársela. Estos pensamientos llegan a formarse por: percepciones (conjunto de estímulos internos o externos) y que están influenciadas por emociones, necesidades, hábitos y estas percepciones se interpretan a través de imágenes, recuerdos, formando las prenociones. Todo esto serían los materiales del pensamiento.


b) Procesos o modos del pensamiento
Luego vienen los procesos del pensamiento o modos como se manifiesta el pensamiento.
Hay un modo muy elemental que sería el pensamiento meramente perceptivo que evoluciona o se desarrolla en el pensamiento de la creencia o mágico, un poco más elaborado que el perceptivo. Estas ideas mágicas son supuestos; llueve, suponemos que alguien hace llover. Es la base de la creación de los dioses. ¿Quién hizo al universo? Suponemos que fueron los dioses o un dios en especial. Este pensamiento mágico (es más evolucionado que el simplemente perceptivo pues al menos intenta una explicación de los hechos, fenómenos o conductas) es el que rigió desde los primeros homínidos hasta el presente de forma casi general. Decimos casi pues hubo y hay intentos de otras formas de pensamiento.
El pensamiento analógico es desarrollo del anterior y busca la similitud entre cosas distintas comparando. Cuando hay muchas nubes puede llover; ya no hace llover un dios sino las nubes (¡cuándo son muchas! porque si son pocas no sirve...). Este pensamiento analógico comparando sirve para ingresar al siguiente modo.
El pensamiento inductivo por el cual a partir de hechos aislados, repetidos y comprobados, se va formando una idea general que puede denominarse ley y de la cual podemos realizar el proceso inverso, es decir, de ésa idea general deducimos, yendo a lo particular o individual. Este mecanismo ayuda a formar conceptos con más precisión que las prenociones elementales y la filosofía podría ser un ejemplo aún cuando discurre, especula, pero no experimenta ni comprueba ya que sólo utiliza la vía especulativa a partir de supuestos.
Otro modo o proceso del pensamiento es el pensamiento creador o imaginativo emotivo donde todo es posible. Compite con el pensamiento mágico pero con diferencias substanciales. La imaginación depende de cada individuo y de sus prenociones o materiales del pensamiento. El pensamiento creador o imaginativo de un hombre prehistórico (las pinturas de las cuevas de Altamira, por ejemplo) es diferente a las pinturas de Picasso, por ejemplo, pero se asemejan en muchos aspectos pues el propio Picasso era un entusiasta del arte negro. Significa que el pensamiento creador o imaginativo está vigente sobre todo en el arte, todas las artes y permanece muchas veces a través de las épocas. El pensamiento creador no daña pues no pretende imponerse sólo se manifiesta pacíficamente y ésta es la diferencia substancial con el pensamiento mágico que busca el poder. Todo pensamiento mágico busca adhesiones para desarrollarse y es el medio más primitivo de coerción social.
Las ideas religiosas son el último y más desarrollado escalón del pensamiento mágico.
Otro proceso del pensamiento es el pensamiento crítico o analítico por el cual ponemos en duda un hecho, fenómeno o conducta y comenzamos el análisis, es decir, separamos y distinguimos las partes de un todo y juzgamos el valor, las cualidades, defectos, hasta llegar a un concepto más elaborado sobre el objeto del pensamiento.
Otro proceso del pensamiento es la resolución de problemas; para esto ayuda sobremanera el pensamiento crítico pero además influye el conocimiento, es decir, entender la naturaleza, relaciones y propiedades de las cosas; el conocimiento se desarrolla con el pensamiento crítico pues la primera actitud debe ser la perplejidad, la duda que moviliza hacia la búsqueda de la solución de cualquier enigma. Este trabajo o tanteo es el inicio de la metodología científica.


c) Evaluación
El momento es crucial (en forma de cruz) y si no se trastoca (cambiar el ser o estado) en racional tratando de utilizar el pensamiento crítico y la metodología científica el futuro puede ser un caos. Se advierte un auge del pensamiento mágico en grandes sectores de la población; quedando circunscripto el pensamiento crítico a unos pocos científicos, investigadores y personas sensatas. El pensamiento creador o imaginativo anda a la deriva añorando un rumbo; quizá la cultura exorbitante del sonido aturda demasiado impidiendo la reflexión: un poco de buena música, serena e induce al buen pensar pero mucha, fuerte, directa en los oídos, se hace adictiva y marea como una droga química. El pensamiento creador o imaginativo es un complemento necesario y tendría que encontrar un mejor cauce equilibrándose con el pensamiento crítico; un ejemplo de ello fue Leonardo da Vinci, artista e investigador. El prístino pensamiento mágico es el utilizado por el noventa y cinco por ciento de los seres humanos y maneja la mayor parte de su comportamiento. A veces hay atisbos de pensamiento analógico y a través del ensayo y error se encuentra, comparando, algo mejor como solución. Y este es el meollo de la cuestión: se busca solucionar problemas por mera magia. Curanderos, fetichistas, adivinos, charlatanes, astrólogos, el auge de la pseudociencia en los grandes y masivos medios de comunicación amodorrando el cerebro.
La modorra de la gente ayuda. Sopor, consumo, necesidades, todo sirve para inutilizar las defensas. La esclavitud existió antes de hecho mientras que ahora existe disimulada a través o de las necesidades (desocupación, pobreza, marginalidad) o de las dependencias (drogas, consumo y cultura del sonido exagerados) o de la ignorancia subordinando al pensamiento mágico la solución de problemas.
Somos esclavos y fáciles de manejar; ¡con qué descaro, falta de respeto, insolencia y atrevimiento se manda a los jóvenes a la guerra!, (es decir a ser asesinados legalmente). Pero también con qué mansedumbre y "patriotismo" van ellos a la muerte. La cruz y la espada unidas para bendecir su "sacrificio". El religioso de turno bendiciendo las armas para matar a un desconocido (otro joven de los de ellos); países limítrofes antes hermanados de pronto enemigos.
La cultura (todo lo que hacemos es cultura) está sustentada, en su mayor parte, por el pensamiento mágico. ¿El malestar en la cultura?, o ¡la cultura del malestar!
Los jóvenes no pueden o no quieren; están adormecidos o los tienen drogados o la educación fue hecha para no pensar críticamente ¿Por eso van cantando a la guerra?




9. Precisiones para comprender mejor la metodología propuesta
La metodología propuesta en el texto, colcha de retazos o ensalada rusa, exige hacer en este instante algunas precisiones que permitirán al lector entenderla mejor.
Como dije antes, pensar es relacionar; lo producido del acto de pensar son los pensamientos. Las relaciones pueden agruparse, de manera general, en relaciones de contigüidad, asociación experimental propia de cada sujeto; por ejemplo yo pienso en un religioso y pienso también en el infierno. El religioso no es necesario para la idea del infierno, ni tiene relación directa pero ambos están relacionados de tal modo en mi experiencia personal que al pensar en un sacerdote pienso conjuntamente en el infierno; otros pensarán en Napoleón y acudirá a su mente la batalla de Waterloo, en cambio para mí al pensar en Napoleón surge en mi mente su famosa frase que tanto repetiré en el texto: "cada hombre tiene su precio..." (¡conocía a los humanos!). Otra relación general es la comparación o necesaria asociación: Napoleón, Wellington y Aníbal; Platón, Aristóteles, Descartes; el ateísmo y la religión; correcto o incorrecto.
Dije en general porque en particular la precisión es mayor. Yo observo nueve clases de relaciones en los pensamientos.
1. División.- La relación en que un pensamiento incluye a otro por motivo de una característica común que un pensamiento tiene en parte y el otro en totalidad. Podría definirse como individuo y clase. Por ejemplo: animal y perro; bebida y café; árbol y nogal.
2. Similitud.- Cuando dos pensamientos tienen algo preeminente en común o también cuando los objetos que representan son de la misma clase. Por ejemplo: perro y gato (ambos animales); verde y rojo (ambos colores); automóvil y avión (ambos medios de transporte).
3. Contraste.- Cuando dos objetos tienen en común una característica preeminente, pero en grado opuesto. Por ejemplo: derecha e izquierda (direcciones contrarias); caliente y frío (opuestas temperaturas); luz y oscuridad.
4. Partición.- Cuando dos objetos son respectivamente todo o parte de algún objeto o pensamiento. Por ejemplo: árbol y rama; libro y página; veinte y diez; mar y olas.
5. Asociación.- Cuando dos objetos son partes diferentes de un mismo todo. Por ejemplo: ramas y raíz (de un árbol); índice y pulgar (de una mano).
6. Analogía.- Cuando dos objetos o pensamientos están relacionados como la cosa respecto de la cualidad o también lo sustantivo respecto de lo adjetivo. Por ejemplo: fuego y calor; plomo y pesantez; nieve y blancura; pelota y redondez.
7. Afinidad.- Cuando están enlazados dos objetos que tienen una cualidad preeminente común. Por ejemplo: sol y limón (ambos redondos); papel y nieve (ambos blancos).
8. Coexistencia.- Cuando dos objetos o pensamientos se entrefunden en el cerebro como resultado de una experiencia personal o de una vívida imaginación. Por ejemplo: Inquisición y fuego (para Giordano Bruno); odio y Cirilo con sus seguidores (para Hipatia); impunidad y poder (para el centaurino).
9. Sucesión.- Cuando dos pensamientos se combinan a consecuencia de que uno sucede al otro o que son respectivamente causa y efecto. Por ejemplo: cansancio y sueño; tormenta y miedo; deseo y magia; temor y protección; glotonería e indigestión.


Podemos hacer el siguiente esquema.
Inclusión un pensamiento incluye al otro: división (objeto y clase); partición (todo y parte); analogía (objeto y cualidad).
Traslapo los dos pensamientos tienen alguna cualidad preeminente común: similitud (objetos de la misma clase); contraste (objetos que difieren mucho en el grado de una cualidad común); asociación (parte de un todo); afinidad (objetos que tienen una misma cualidad).
Contigüidad es el caso de la coexistencia y de la sucesión.




También podemos dividir los pensamientos en cuatro clases: pensamientos concretos simples, pensamientos concretos complejos, pensamientos abstractos simples y pensamientos abstractos complejos.
Pensamientos concretos simples son los que elaboramos de los ordinarios y menudos objetos físicos. Por ejemplo: un lápiz, un perro, un libro, un monitor de computadora; y además las simples sensaciones de color, sonido, forma, peso, temperatura, sabor, olor, tacto.
Pensamientos concretos complejos son los que elaboramos de objetos múltiples derivados de los simples o de una reunión de variedad de ellos. Por ejemplo: una ciudad, una familia, una plaza, una computadora completa (monitor, teclado, unidad de procesamiento e impresora), Europa.
Pensamientos abstractos simples son los que se refieren a varios pensamientos concretos sin denotar particularmente ninguno. Por ejemplo: color, peso, masa, calor, salud, magnitud, número.
Pensamientos abstractos complejos son combinaciones de los simples. Por ejemplo: esplendor, majestad, tolerancia, miedo, odio, sensaciones, sentimientos.
La diferencia entre los pensamientos simples y los complejos es de grado y no de índole, pues lo que para una persona puede ser simple para otra puede parecerle complejo. Un artista de poderosa imaginación puede ser capaz de elaborar un pensamiento complejo con tanta facilidad como otro puede elaborar uno simple.




Si utilizamos estas precisiones con lo expresado anteriormente sobre la formación de los pensamientos en el capítulo 8 y en especial los apartados a) y b) de dicho capítulo tendremos elementos preciosos para elaborar nuevos y mejores pensamientos que nos ayuden a mejorar el comportamiento hacia el siglo XXI. El pensamiento crítico es imprescindible para lograr ése objetivo. La secuela del pensamiento mágico subyace en la larga agonía de una cultura que se va dando manotazos de ahogado.




10. Algunos enigmas; algunas respuestas
La vida en nuestro planeta comenzó con organismos muy elementales: los virus y las bacterias pero antes la primer molécula tuvo que tener la propiedad de clonarse, es decir, reproducirse a sí misma. De las primeras moléculas elementales surgieron las más complejas y el proceso de la vida orgánica comenzó su evolución. Toda la información genética se halla, como ya lo mencioné antes, en la molécula de ADN y el mensajero transmisor es el ARN. El proceso de la vida en el planeta comenzó hace unos tres mil quinientos millones de años pero durante tres mil millones casi lo único existente como organismo dominante eran algas microscópicas de color azul y verde cubriendo los océanos y acompañando a los virus y bacterias. Recién hace unos quinientos o seiscientos millones de años el predominio de las algas se rompió y se produjo una enorme expansión de nuevas formas de vida: la explosión del Cámbrico. Durante tres mil millones de años la evolución no fue más allá que algas verdes y azules; la evolución de formas vivas grandes y con órganos especializados es sumamente difícil más aún que el propio origen de la vida. El origen de la vida es un proceso químico inevitable en planetas con las condiciones de la Tierra pero la evolución de plantas y animales grandes tiene pocas posibilidades salvo mutación por azar. La explosión del Cámbrico, hace unos seiscientos millones de años, fue un hecho asombroso de mutación genética y donde comenzaron a poblar el planeta especies muy variadas como los trilobites y luego en vertiginosa sucesión los primeros peces y los primeros vertebrados; las plantas desde el agua de los océanos invadieron la Tierra; aparecieron los primeros insectos y ellos comenzaron a colonizar la tierra como especie animal dominante; insectos alados y los anfibios que podían sobrevivir tanto en el agua como en la tierra. En ésta aparecieron los primeros árboles y los primeros reptiles; de estos evolucionaron los dinosaurios. Surgieron los mamíferos y más adelante los primeros pájaros; brotaron las primeras flores. Emergían especies y se extinguían otras como los dinosaurios. Surgieron los cetáceos, antecesores de ballenas y delfines. Aparecieron los primates: ancestros de los monos, los grandes simios y los homínidos; estos aumentaban paulatinamente el tamaño del cerebro hasta llegar a una enorme capacidad en relación al resto del cuerpo y terminar en los últimos cuatro millones de años en los australopithecus (ya mencionados antes en sus distintas variantes) y nosotros los homo sapiens. La inmensa mayoría de las especies vegetales y animales que poblaron el planeta Tierra desde la explosión del Cámbrico se han extinguido. La extinción de especies es un fenómeno mucho mayor que la aparición de nuevas especies.
Y he aquí los dos puntos fundamentales. Uno, la explosión del Cámbrico. ¿Cómo se explica? Durante tres mil millones de años prácticamente no pasó nada; se originó la vida pero simple de virus, bacterias y algas microscópicas verdes y azules. La evolución de los organismos vivos estaba virtualmente paralizada. En el precámbrico se fueron dando ciertas condiciones que facilitaban los procesos evolutivos pero en pequeña escala y con organizaciones simples, de escasísima complejidad. De pronto se produjo la explosión de vida compleja, apareciendo plantas y animales grandes.
El otro punto fundamental, la extinción de especies también llama la atención. ¿Cómo algunas especies dominantes y poderosas desaparecen? ¿Por qué algunas se mantienen inmutables durante millones de años? Las cucarachas, los escarabajos, los tiburones, hace doscientos cincuenta millones de años se mantienen siempre igual, no evolucionan; sobreviven y se adaptan a todos los cambios ambientales. El caso de las cucarachas en la época moderna: resisten y crean anticuerpos a venenos cada vez más poderosos; los humanos no logramos extinguir la valiente y tremenda fuerza de las cucarachas en cambio sí extinguimos las ballenas, aparentemente más poderosas que las cucarachas, con la simple caza depredadora. Un caso más cercano en la comparación podría ser el de los tiburones con las ballenas. Los primeros resisten y no peligra su supervivencia, señal clara de que se trata de una especie resistente. Pero hay una extinción que siempre causó la sorpresa de los científicos en distintos campos, no sólo de los paleontólogos. Se trata de la extinción de los dinosaurios. Una especie que dominó el planeta Tierra durante ciento treinta y cinco millones de años. Los primeros dinosaurios aparecieron hace unos doscientos veinticinco millones de años durante el período triásico y los últimos se extinguieron hace unos sesenta y cinco millones de años durante el período cretácico, es decir, que vivieron durante ciento sesenta millones de años pero su apogeo como especie dominante fue de ciento treinta y cinco millones de años en especial durante el período jurásico. Lo sorprendente fue su repentina desaparición. Los científicos han planteado varias teorías para explicar este hecho. Una de ellas habla del estallido de una estrella supernova cercana, a diez o veinte años luz del sistema solar, que esparció por el espacio rayos cósmicos y algunos de estos rayos quemaron el nitrógeno de la atmósfera; los óxidos de nitrógeno eliminaron la capa de ozono y por ende aumentando la radiación ultravioleta que eliminó organismos con insuficiente protección a la luz ultravioleta intensa y siendo estos organismos la principal dieta de los dinosaurios. Otra teoría considera que el impacto de un enorme cometa en la corteza terrestre produjo un gran cráter y el consiguiente polvillo cubriendo la atmósfera oscureció durante mucho tiempo la faz del planeta lo que hizo morir muchas especies vegetales alimento de los dinosaurios herbívoros y además se enfrió el planeta lo que conspiró para la supervivencia de animales de sangre fría.
En capas geológicas correspondientes a la época de hace sesenta y cinco millones de años se encontró iridio, mineral de origen cometario, lo que demostraría un impacto pero ¿por qué afectó sólo a los dinosaurios? ¿por su tamaño? Había reptiles de la especie dinosaurios de tamaño pequeño, incluso algunos del volumen de una gallina. Se extinguieron todas las especies de dinosaurios: los de sangre fría y los de sangre caliente (que existían y en abundancia); los gigantes y los pequeños; todos desaparecieron ¿por qué?
Los dinosaurios evolucionaron en tamaño y formas pero siempre su capacidad cerebral fue casi nula. El volumen endocraneal, por ejemplo, del Diplodocus era de cincuenta centímetros cúbicos y pesaba promedio quince toneladas; el Braquiosauro un volumen cerebral de ciento cincuenta centímetros cúbicos y su peso corporal total podía llegar a ochenta y siete toneladas (¡una verdadera bestia!) y en este último caso la proporción masa cerebral / peso del cuerpo era ¡diez mil veces más pequeña que la del hombre!
Su pequeñísimo cerebro apenas les servía para sobrevivir dificultosamente. Los dinosaurios depredadores carnívoros, como por ejemplo el tiranosaurio rex que pesaba unas diez toneladas y tenía un volumen cerebral de unos doscientos centímetros cúbicos, eran un poco más despiertos y por su agresividad quizá vivían con menos sobresaltos. En realidad todos eran menos inteligentes que un conejo y solamente por su enorme masa corporal los gigantes dinosaurios no eran atacados salvo por sus congéneres carnívoros.
Había una variedad muy grande, más de doscientas cincuenta especies diferentes de forma y tamaño, de dinosaurios. Algunos tan pequeños como una gallina o un pavo como el Composognathus de siete kilos de peso o como el Psitacosaurio de veinticinco kilos. Al aparecer los mamíferos de pequeño tamaño en esos tiempos remotos, surgió un hábil depredador de los dinosaurios...pues estos pequeños e inquietos mamíferos se comían los huevos de los gigantes dinosaurios ya que todos los reptiles y los dinosaurios son ovíparos, nacen de huevos.
El proceso de cerebración, es decir aumento de la capacidad craneal y del volumen del cerebro se dio en los mamíferos. La proporción masa cerebral con respecto al peso del cuerpo es mayor en el hombre que en todas las otras especies mamíferas pero además las circunvoluciones de la corteza cerebral aumentan en el ser humano la cantidad de neuronas y conexiones neuronales; todo lo cual hace que seamos especie dominante en el planeta Tierra.
Sabemos por la teoría de la selección natural que sobreviven las especies más aptas; también sabemos que la evolución de las especies tiene su raíz en las mutaciones. Al aparecer los primeros y pequeños mamíferos, comedores de huevos de dinosaurio en depredaciones nocturnas, comenzó la declinación de los reptiles. Los reptiles cuidan poco o nada a sus crías; hasta se da el caso de comerse ellos mismos sus propios huevos. Todos los dinosaurios tenían el cerebro pequeño y poco evolucionado. En cambio los mamíferos cuidan y ayudan a sus crías a defenderse; idéntico proceder tienen las aves (que también son una evolución derivada de los reptiles dinosaurios). Si el comportamiento de cada especie es información que se transmite en los genes vemos que las especies que no protegen a sus crías como los reptiles y también la mayoría de los insectos sobreviven sin evolucionar o evolucionando muy poco pero siempre por larguísimos períodos de millones de años. Nosotros, los homo sapiens, somos una especie muy joven aún de pocas decenas de miles de años; debemos cuidar nuestra evolución tratando de ser más aptos a los cambios que nosotros mismos efectuamos a través de la tecnología.
Como dato ilustrativo los humanos logramos producir la evolución artificial que la practicamos y desde hace mucho tiempo con vegetales y con animales. Hace diez mil años no existían las vacas lecheras ni espigas grandes de trigo; los antepasados de estas plantas y de estos animales (muchas veces de apariencia diversa a la actual) fueron domesticados y modificados por los humanos al controlarlos en su crianza. Procurábamos que aquellas variedades cuyas propiedades más deseábamos se reprodujeran con preferencia a las demás. La intervención humana en la crianza de perros y el cruce de razas diversas ha logrado nuevas variedades no sólo con perros sino también con vacas. Los humanos favorecemos la reproducción de algunas variedades y reprimimos la reproducción de otras. Las seleccionadas se reproducen con preferencia y se hacen abundantes en cambio las variedades desestimadas se tornan raras y probablemente se extingan. En los modernos laboratorios se generan y mejoran especies de todo tipo manipulando los genes de vegetales y animales. El problema en el siglo XXI será la manipulación genética pero en los humanos; algo de eso está ya sucediendo con la inseminación artificial para lograr la fecundación. Superar la esterilidad en las parejas es un adelanto que crea nuevos problemas éticos a resolver pero ya se están elevando las voces cercenadoras que rechazan todo. De un hombre recién muerto se puede extraer semen y colocarlo en su viuda, por ejemplo, con la llamada fecundación "in vitro" o mantener el semen congelado para hacerlo más adelante; ¡qué paradoja crear vida después de muerto! Se genera un conflicto en los religiosos con la cuestión del alma en esta circunstancia: el alma se separa del cuerpo con la muerte, por consiguiente ya no es un ser humano, minutos después se le extrae el semen (al muerto sin alma) y se fecunda a su viuda en el momento o se guarda congelado, para el caso da lo mismo, ¿el embrión es un ser humano con alma? ¡Los sistemas religiosos y la obsolescencia!




Toda la información que se necesita para construir un ser vivo se halla en la molécula maestra de la vida en la Tierra el ADN (ácido desoxirribonucleico); tiene la forma de una escalera de tipo caracol según una hélice con escalones ubicados en cuatro partes distintas y que forman las cuatro letras del código genético. Los escalones, llamados nucleótidos, deletrean los mandatos hereditarios para hacer un organismo; cada forma viva tiene un grupo diferente de estas instrucciones o mandatos pero están escritos básicamente con el mismo lenguaje. La disparidad entre los organismos se debe a la diferencia que existe en las instrucciones de ácido nucleico. Y aquí viene el meollo del asunto, una mutación es un cambio en un nucleótido, este cambio es copiado y se transmite entero a la siguiente generación. Las mutaciones en los nucleótidos se producen por azar. Si la mutación se mantiene, lo cual es muy difícil pero no imposible, es lo que provoca e impulsa la evolución biológica. Son procesos aleatorios y lentos pero la evolución es un hecho de la realidad. En los restos fósiles que encontramos también existe la molécula de ADN y por ende con toda la información genética del ser al cual pertenecen dichos restos.
Si por los restos fósiles comprobamos que la vida se originó hace unos tres mil quinientos millones de años pero que la vida de plantas y animales grandes complejos y con órganos especializados comenzó en el período Cámbrico, hace seiscientos millones de años, ¿qué comprobación efectuamos? Pues constatamos el hecho de que existe un hueco de casi tres mil millones de años sin que sucediera nada en el planeta luego del origen de la vida microscópica. Un ser todopoderoso, creador y organizador del universo y por ende de todo tipo de vida en el mismo, ¿por qué deja este hueco? extendiendo la pregunta ¿por qué crea el universo hace veinte mil millones de años (big bang) y no antes? Si hubiere un dios todopoderoso, creador y eterno el universo también sería eterno pues si no ¿qué estaba haciendo ese dios antes de crear el universo? Aquí también habría un hueco y en este caso en la propia esencia del dios; sería el dios de los huecos... Y si decimos que el universo es eterno entonces ¿para qué un dios? Basta con la realidad que observamos, el universo, asignándole el carácter de eterno.
La otra gran cuestión (recordemos que la anterior fue la antigüedad y los huecos temporales) es el problema de la extinción de especies. Más del ochenta por ciento de las especies, tanto vegetales como animales, que han poblado el planeta Tierra desde el período Cámbrico se han extinguido. Este dato es fundamental. Si hubiere un supremo creador, el gran diseñador todopoderoso, omnipresente y omnisciente, es decir la idea que todos los creyentes tienen de un dios, no crearía una especie y luego de un tiempo más o menos largo la eliminaría. Un dios sabría de antemano lo que va a suceder ¿para qué crear una especie que sabe que no va a funcionar?, ¿para qué tomarse el inmenso trabajo de crear algo tan complejo como un organismo especializado que luego no sirve? Si lo sabe (que no va a funcionar) y sin embargo lo crea, podríamos deducir o que es sádico o que está jugando. El centaurino quiere la palabra. El "Dios no juega a los dados con el cosmos" de Albert Einstein ¿nos llevaría a la primera respuesta? o simplemente le podemos contestar a don Albert: ¿por qué le fija límites a un Dios todopoderoso? Si Dios quisiera jugar ¿por qué no podría hacerlo?, ¿acaso tiene más poder el físico Albert Einstein que asevera omnipotente, como otro dios, que el primer Dios no juega a los dados?.
He aquí el quid de la cuestión. La frase de Einstein fue en respuesta a la tesis de la física cuántica que sostiene, a los niveles más elementales de la materia, las partículas tienen un comportamiento impredecible, es decir que están regidas por el azar; este es el principio de incertidumbre de Heisenberg. El mismo Einstein en otra circunstancia expuso su también famosa frase: "Dios es sutil, pero no malicioso". El físico dinamarqués Niels Bohr, tan eminente como Einstein pero no tan conocido, le replicó: "basta de decir qué hace y qué no hace Dios". Estas anécdotas ilustran cómo también los físicos pueden debatir cuestiones tan egregias relegadas antes sólo para los teólogos. Precisamente un teólogo, Tomás de Aquino, pretendía demostrar que Dios no puede crear otro Dios. o suicidarse, o producir un hombre sin alma, o inclusive no puede fabricar un triángulo cuyos ángulos interiores no sumen ciento ochenta grados. Sin embargo los científicos Balyai y Lobachevsky hicieron esto último, en una superficie curva en el siglo XIX. Que paradoja: un Dios omnipotente con una lista de cosas que le está prohibido hacer por orden de los teólogos.
La evidencia fósil comprueba la extinción de especies; un Hacedor todopoderoso y de suprema competencia ¿no debería haber sido capaz de hacer desde el principio la especie deseada? La extinción de especies confirma un proceso de tanteo, revela una incapacidad de prever el futuro y estos dos datos no son compatibles con un Dios omnipotente, todopoderoso y omnisciente pues demuestran ineficiencia e ineficacia. Esta incapacidad manifiesta no puede ser el atributo de un Dios pues contradice la propia definición.
La teoría biológica de la evolución comenzada por Darwin y por Wallace en el siglo XIX, ahora en el siglo XX la evolución dejó de ser teoría para transformarse en un hecho, gracias al registro fósil y a los descubrimientos de la moderna biología molecular, aceptado por casi todos los científicos biólogos del planeta. La idea de que un organismo, animal o vegetal, hubiese sido construido sabiamente con detalles precisos y especiales de exquisita perfección e inalterables en el tiempo y de que una especie no pudiera convertirse en otra especie fue abandonada por los científicos. La selección natural, la adaptación al medio y la primacía del más apto rige el proceso evolutivo aceptado ahora por los científicos. La evolución se produce por mutaciones genéticas (cambios repentinos en las cadenas de ADN), éstas se originan por azar y se transmiten enteras.
No se puede anticipar el futuro; esto es lo real pues si hubiera un dios que previese lo que sucederá no crearía especies para luego extinguirlas. La extinción de especies revela de manera clara y evidente una experimentación. Los experimentos se hacen o para mejorar algo o para jugar y en esto último puede haber sadismo o se autorrealizan por azar.




11. Aplicaciones en la práctica de la vida cotidiana
Para descifrar cualquier cuestión nosotros deberíamos contemplar todos los supuestos imaginables y observar todos los detalles hasta encontrar en cuál de ellos está el cabo suelto que nos lleve al esclarecimiento. Observar toda la realidad y desde distintas ópticas no sólo la que consideremos a través de las opiniones de algunos supuestos sabios (recordar siempre el capítulo dedicado a la filosofía y la polémica del centaurino con Renato Descartes).
El centaurino aplica un método que permite sobrellevar las situaciones más inesperadas y consiste en pensar, haciendo trabajar el cerebro en un sentido determinado: la percepción de todo tipo de datos, almacenándolos y luego atando los cabos sueltos para formular hipótesis con las cuales operar. En este proceso interviene el razonar pero también la intuición y las prenociones que ayudan a la comprensión de los datos sensibles; pero todo esto debe estar avalado por el análisis crítico (pensamiento crítico) y la permanente observación de la realidad que puede ir cambiando.
El centaurino explica con un ejemplo cómo funciona este método aplicándolo a una información periodística. El centaurino asevera que la información nunca es veraz, siempre está distorsionada por la subjetividad del individuo que la emite pero dentro de ciertos límites... El colmo de la deformación se produce el tergiversar los hechos amoldándolos a placer de los deseos del informante, acomodándolos a sus prenociones o a sus intereses. Una forma sutil se da en los reportajes por televisión cuando hay dos antagonistas; el periodista o reportero hace preguntas a uno de los entrevistados o éste está dando una opinión sin inquisición previa mientras la cámara enfoca al oponente y los gestos que hace, obviamente de desagrado por los dichos del rival; durante varios segundos se escucha a uno y se ve al otro haciendo muecas de disgusto. Manejado esto por el canal de televisión que desea imponer o está de acuerdo con uno de los agonistas se transmite un mensaje dirigido y malintencionado. Hay otra manera de actuar más exquisita aún: cuando un tema o hecho afecta los intereses del sector dominante y en especial cuando los gobiernos afrontan elecciones se intenta desviar la atención pública de esas cuestiones urticantes por medio de la introducción, a través de periodistas genuflexos y sumisos (por supuesto bien pagos), de cuestiones nimias o de temas que sólo afectan a particulares (padres que pleitean por la tenencia de sus hijos, conflictos familiares, etc) generalmente dentro del derecho de familia, pues así se logra emocionar desviando la atención del público. No hay mejor modo de concitar y torcer la atención que apelando a recursos emocionales ya que estos conmocionan, exaltan, turban, sacuden, alteran y mueven a compasión, objetivo éste que mantiene ocupada la mente de los incautos en detrimento de aquél hecho importante, trascendental, que afecta el interés general pero peligroso para el interés menudo del gobierno de turno. Esto es muy común y denota distorsión de la alardeada y ostentada libertad de prensa. Este proceder repetido, machacado y recalcado produce efectos; además es la forma como se maniobra a la llamada opinión pública. El pensamiento crítico es aquel que logra descifrar la verdad mediante un análisis profundo. No es fácil pero tampoco es imposible. Una ayuda fundamental es conocer cómo somos los seres humanos.


a) Un caso real
Otro ejemplo es un caso reiterado en los medios masivos de comunicación y que relataré en activo diálogo con el sutil centaurino.
-Amigo centaurino, te contaré una experiencia que tuve hace muy poco y quizá te ayude a comprender cómo somos los humanos y por ende agregar algo al presente ensayo. Mientras desayunaba estaba mirando por televisión un programa periodístico; el conductor de la audición, que reemplazaba al titular por vacaciones de éste, se comunicó vía satélite con una importante ciudad del interior del país. La noticia del día era que una señora y su hijita habían concurrido a una iglesia y que mientras rezaban a los pies de una estatua la niña tocó dichos pies y se manchó de un líquido rojo. En la pantalla la doble imagen presentaba al susodicho periodista y a una señora joven con una niña de corta edad. La joven señora comienza su relato aseverando que el líquido era sangre que provenía de la estatua lo cual fue confirmado por un policía que acudió ante el llamado de ella y del religioso a cargo del templo; prosigue diciendo la joven señora que el guardián de la ley tomó con su dedo un poco del rojo líquido y llevándolo a su boca probó su sabor constatando, según su entender, que era sangre. Este policía luego se mostró temeroso de haber gustado esa sangre por el problema del sida y solicitó a la señora sus datos para tenerla como testigo por algún problema eventual. En este momento el periodista le preguntó a la niña su edad; cinco años contestó ella y luego le preguntó que pedía a la imagen; la niñita contestó que le pedía que sus padres no pelearan tanto. La madre se ofuscó levemente ante la respuesta infantil y agregó que sí es verdad que pelea con su marido sobre todo por cuestiones económicas y de paso se justificó diciendo que la vida está muy difícil en el país y eso nos tiene mal a todos. Luego de la digresión el sagaz periodista preguntó a la mujer qué sentía al orar antes del descubrimiento y qué al salir de la iglesia. La señora respondió que le daba pena encontrar siempre la iglesia vacía y que ella pedía a su dios que las personas acudiesen a orar al templo como ella. Agregó que al salir sintió una gran paz y se retiró a su casa con la hija pero que de inmediato llegaron periodistas a entrevistarla y que publicaron toda la historia por radio, prensa escrita y televisión diciendo: "el milagro de la estatua que mana sangre". Comentó que toda esa publicidad ella no la quería pero..."bueno las cosas son así; el religioso me dijo que ahora el templo se llena de gente para ver el milagro de la sangre que sale de la estatua". El astuto periodista hizo otra digresión preguntando a la niñita si ahora (habían pasado varios días del "milagro") los padres no se peleaban; la cándida niña de cinco años contestó: "se siguen peleando igual". La emisora de televisión cortó abruptamente la emisión y comenzó con tandas publicitarias-. Concluí el relato recostándome en un mullido sillón.
El centaurino me miró durante un buen rato buscando en mi rostro algún detalle ignoto pero yo permanecí imperturbable esperando sus reflexiones sobre la jugosa narración.
-¿Arreglo económico entre el religioso y la señora por la publicidad?- Preguntó el centaurino moviendo ligeramente los labios.
-¿Un policía puede probar presunta sangre así nomás? ¿El temor del sida le vino después?- Al advertir el juego de mi amigo lo seguí.
-Análisis urgente. ¿Sangre humana o de otro animal?- Siguió el centaurino arrellanándose en el sillón, -¿peleas en el matrimonio por problemas económicos solamente?-
-La paz de la señora al salir del templo sería por satisfacción ¿de qué tipo?- Pregunté con ironía.
-Depende del arreglo ¿y si fue mixto?- Parecía que el centaurino hacía hincapié en este punto del acuerdo.
-¿Pago en especie y en moneda?- Proseguí con el punto que intrigaba al centaurino.
-El marido siguió peleando (asevera la nena que no miente) ¿podría no ser en moneda?- Continuó el centaurino tomando su rodilla derecha con ambas manos.
-¿No es que era mixto?- Miré al centaurino desconcertado.
-Sexo, moneda o un tercer elemento ¿quizá simples promesas?- Añadió el centaurino mirándome fijo.
-¿De trabajo?- Dije pensando en el máximo problema que acucia al país.
-Podría ser aunque es prematuro; no le dio tiempo de concretar ¿más bien promesa de dinero?- Dijo el centaurino rascando su mentón.
-Si es mixto ¿promesa y qué más?- No me convencía la mixtura, era demasiado para la joven señora.
-¿Promesa más alguna variante de sexo?- Siguió el centaurino obsesionado.
-¿Por qué variante?-
-Con la niña presente mucho espacio no hay ¿no te parece?- Discurrió con razón.
-Comprendo, dedos mágicos ¿verdad?- Expresé sonriendo.
-La paz de la señora lo indicaría-. Aseguró el centaurino.
-Seguir peleando con el marido también lo señala-. Afirmé pensativo.
-Lo más importante de todo es que llamaron la atención. El país (y quizás en el exterior) se enteró de la joven señora (que pelea con su marido) y de su hijita que descubrió sangre "milagrosa" en los pies de una estatua. El templo ahora se abarrota de personas que desean ver la sangre. Ese objetivo está cumplido. Esperemos que les dure ¿no te parece?- Concluyó el centaurino con ironía en la última frase.
La tonta e insulsa charla, plena de desvaríos y necias suposiciones, sirvió, sin embargo, para resaltar el punto clave: "de cómo llamar la atención" podría titularse el diálogo. La idea "mágica" siempre vigente seduce a las personas por encima de toda otra cuestión. Los "milagros", casi en el siglo XXI, aún se manifiestan con fuerza. La explicación de la paz de la joven señora simplemente podría ser por cumplir su objetivo de llenar el templo; antes la angustiaba su vacuidad (¡la suya de ella y la del templo!).


Hemos agregado algo valioso: la droga psíquica es un arma poderosa que confluye con las otras químicas para anular personas quitándoles el sentido de análisis crítico de la realidad.
También se advierte cómo operan las prenociones: cada uno ve lo que quiere ver.
En el relato de la joven señora ella vio un "milagro" pues sus prenociones apuntaban hacia allí. En cambio yo, sin darme cuenta, hacía hincapié en otros datos de su narración; por ejemplo lo dicho por su hijita de cinco años que iba al templo a pedir que los padres no se pelearan más y su rezo no fue atendido, los padres siguen peleando. El perspicaz periodista concluyó el reportaje preguntando a la niña precisamente esto y en el canal cortaron abruptamente la transmisión. El ruego de la madre, en cambio, sí fue satisfecho: la iglesia antes vacía, ahora con el "milagro" se colmó de gente. El detalle del policía que prueba la sangre para mí y para el centaurino también fue importante por lo raro. Que el religioso al frente del templo también dijera enseguida que podía tratarse de un "milagro" me resultó (al centaurino lo mismo) sospechoso y esto se completa con la reticencia de las autoridades religiosas superiores a admitir el fenómeno. Mis prenociones (y las del centaurino) llevaron a ver estos puntos y a no aceptar la tesis del "milagro" como sí lo hicieron la joven señora y el religioso que está al frente de la iglesia; esta connivencia a nosotros nos resultó de entrada muy sospechosa; quizá por eso fantaseamos sobre supuestos en un juego de preguntas. La idea central es que cada uno ve lo que sus prenociones le indican.




b) Un caso de ficción
Imaginemos (si los filósofos lo hacen, nosotros también podemos ¿verdad centaurino?) que yo sea apresado por la policía de un país gobernado de manera autoritaria y manejado por una mafia que trafica drogas químicas y armas. Obviamente tanto el centaurino como yo no pertenecemos a dichas mafias pero ellas necesitan unos "chivos expiatorios"; nuestra misión es averiguar cómo "trabajan" y quiénes son los responsables para lo cual yo me dejo apresar y el centaurino...pero no le quitemos suspenso al relato... En suma imaginemos que el centaurino y yo hacemos de detectives en un país extranjero y enviados por Interpol.
La historia podría narrarse así.
"En ése país imaginario estando yo en un bar soy secuestrado por un grupo de maleantes y llevado a un cuarto de una gran mansión. Allí los parapoliciales (que de ellos se trata, no olvidemos que es un país gobernado por una dictadura) me dejan con las manos y los pies libres en compañía de una mujer-policía. Ella intenta seducirme para que yo me declare culpable e incrimine también al centaurino que se quedó en el hotel. Luego de varios intentos frustrados la mujer se queda dormida en un mullido sillón; afuera había guardias custodiando la puerta para que yo no escapara. Pero en el cuarto de baño aledaño descubro un ventanuco que comunica con un gran patio contiguo a otro similar ubicado en la casa vecina del contrafrente; aparentemente única forma de escapar pues la ventana del cuarto principal daba a un parque frontal protegido por perros y guardias armados. El ventanuco era muy pequeño pero como soy delgado intento la huída aprovechando el sueño de mi seductora acompañante. Al salir, con gran esfuerzo, por el ventanuco me encuentro con mi amigo el centaurino que había acudido a mi rescate merced a un soberbio trabajo de investigación que realizó al percatarse de mi secuestro. Logramos huir por el patio (él había llegado hasta allí precisamente por esa ruta desde la casa vecina que hacía de contrafrente y cuyo patio desembocaba en la calzada opuesta); una vez en la calle tomamos un taxi y regresamos al hotel. Al otro día leemos en un diario la crónica siguiente:
"UN MONSTRUO ESCAPA DEL PAIS.- En una conferencia de prensa ofrecida por el Jefe de nuestra magnífica Policía y donde, además de su excelencia Agha H. Abedi, se encontraban presentes el Jefe Zayed, el financista G. Pharao y su hijo L. Pharao, el distinguido Amed Collaz junto con los representantes de la prestigiosa empresa Monique S.A. señores Tony Grec, Benit Daleu, R. Isaz, B. Torre, J. Medin, A. G. Cand, E. D. Ramir, T. del Pin y Kalil Hussein Dibú quienes avalaron con su valioso testimonio el informe entregado a los periodistas y que transcribimos textual.- "Un peligroso y feroz asesino logró escapar utilizando la más sangrienta de las estratagemas conocidas. El traficante de narcóticos y de armas conocido con el seudónimo de "Centaurino" y que ingresó al país clandestinamente fue finalmente apresado por nuestra inteligente policía y retenido, hasta ser llamado a sede judicial, en unas oficinas provisorias que el gobierno alquila a la benefactora de nuestro país la firma Monique S.A.. Como se trataba de un delincuente buscado por la Policía Internacional lo retuvimos dos días tratándolo con suma benevolencia a pesar de conocer su temible y tenebroso prontuario que prontamente nos fue suministrado. Lo teníamos encerrado en una habitación pero con las manos y pies libres para que pudiese ir al baño y comer cuando quisiera. Este fue nuestro único error y lo reconocemos. Deberíamos haberlo tenido esposado y con grillos en los pies como a un delincuente común pero tratándose de un extranjero quisimos retenerlo en buen estado hasta ser entregado al juez. Una audaz y leal policía estaba en su habitación controlando todos sus movimientos para evitar alguna jugarreta del bandido pero además habíamos colocado guardias en la puerta de ése cuarto y en todo el edificio y aledaños; la finca estaba cercada y a prueba de ataques exteriores. El pervertido sujeto intentó forzar sexualmente a nuestra arriesgada policía quien se resistió pero antes de que pudiese gritar pidiendo la ayuda de los custodios exteriores el miserable la estranguló y luego de muerta la violó salvajemente. Luego el asesino con su cigarrillo prendido (no sólo comida sino también cigarros y bebidas pusimos a disposición del preso) quemó el pobre cuerpo de su víctima en los delicados pechos dejándole marcas horribles. ¡Gracias a Dios que la muchacha no sufrió! Al estar ya muerta todas estas vejaciones lo único que hicieron fue saciar los bajos instintos del sanguinario y cruel sátiro. Luego de perpetrado su bestial crimen el inhumano se tiró por la ventana que da al jardín; al acudir los perros que estaban de guardianes el miserable, con una fuerza hercúlea, los estranguló uno a uno y luego para seguir satisfaciendo su sed de sangre los despanzurró con un cuchillo que robó de la fuente con alimentos que nosotros (ingenuos y bondadosos) le habíamos llevado. Conviene aclarar que este peligrosísimo homicida es corpulento, con poderosa musculatura y nervios de acero; causa espanto con sólo verlo por su apariencia feroz. Reiteramos que deberíamos haberlo tenido esposado y pedimos disculpas al pueblo pero quisimos ser humanitarios y no dejarnos impresionar por el aspecto temible del sujeto. Todos saben que valoramos la vida de las personas y jamás se nos ocurriría lastimar a nadie como sí lo hacen en otros países que tiran a sus prisioneros al mar desde aviones para desembarazarse de ellos y luego lo niegan. Nosotros reconocemos nuestros errores y pedimos disculpas al mundo. Para concluir, el salvaje luego de matar a nuestros perros con su fuerza increíble (sólo ahora lo comprendemos) logró torcer los barrotes de la reja que separa el jardín de la calle y huyó pero sabemos que un cómplice lo esperaba desde muchas horas antes en un automóvil; éste otro sujeto es también corpulento y tan salvaje como "El Centaurino". Las últimas noticias que tenemos sobre ellos nos dejan apabullados. Son parte de una gigantesca organización que opera en todo el planeta contrabandeando narcóticos (en especial cocaína) y venta clandestina de armas a países y a grupos de subversivos. Tenemos la pista de ellos; sabemos que huyeron a una de sus madrigueras en el país más poderoso del mundo y allí, seguramente, los apresarán y juzgarán como corresponde con todas la garantías legales para luego condenarlos y... Será Justicia."


"Una forma efectiva de dilucidación de casos es, precisamente, ésta. Provocar un hecho deliberadamente para luego analizar las reacciones que él produce. Generalmente cada cual tiene su propia interpretación y ésta depende de su condición y de su naturaleza. El ser humano sin hipocresías emerge en una lectura analítica de esas reacciones. Al saber el centaurino y yo la verdad sobre los hechos y confrontar con el relato de ellos descubrimos infinidad de datos que ayudan en la investigación.
-Tienes razón la sola lectura ayuda a descifrar la calaña de estos sujetos y además suministra valiosa información sobre algunos intermediarios poderosos y quizá también de algún "cerebro". Lamento lo de la muchacha; esos salvajes la destrozaron por represalia; lo mismo hicieron con los perros pero lo de la mujer es terrible-. Dijo el centaurino con dolor.
-La torturaron sin piedad antes de matarla; la represalia es lo más horrendo y sádico que se pueda pergeñar, me recuerda a la idea del infierno suprema represalia pues es eterna y quema sin consumir. La desdichada policía fue quemada en sus pechos..."


El relato que antecede puede servir al lector para la ejercitación activa de los principios estudiados hasta el momento. Recuerde siempre que "a toda acción corresponde una reacción, es decir que todo estímulo es recibido por una respuesta que puede ser o positiva o negativa; además la inercia que indica una conducta o de reposo o de movimiento a no ser que fuerzas externas hagan variar esos estados." Provocar hechos y esperar las reacciones consecuentes es, tal vez, una de las formas más útiles de analizar la realidad sobre todo en el campo de la sociedad pergeñada por los humanos. La hipocresía gobierna los actos de mucha gente...y así somos los homo sapiens. La imaginaria (como todo el relato) crónica periodística ayudó a detectar a los culpables y a conocer cómo "trabajaban", información que los detectives estaban buscando.




c) Otro caso parte real y parte imaginaria
Como en el evento anterior este otro caso puede servir al lector para comparar con la vida real aclarando que toda similitud en su parte imaginaria con la vida real es mera coincidencia. No obstante, sirve para comprender cómo opera el pensamiento mágico en oposición al conocimiento que buscan las ciencias. Comienza con datos históricos, obviamente reales, y concluye con un proceso judicial hipotético ya que el juicio real está celosamente guardado en los archivos del Tribunal del Santo Oficio (Inquisición) si es que no fue quemado en alguna pequeña hoguera. En este juicio se confrontan datos de ambas formas de pensamientos, es decir el mágico y el crítico o analítico. Como el centaurino por razones obvias tiene predilección por los astrónomos le cedo a él la palabra.
Giordano Bruno (siglo XV) era un monje católico que estudiaba astronomía y a través de sus observaciones había llegado a una serie de conclusiones como por ejemplo la existencia de infinitos mundos muchos de ellos habitados. Este convencimiento de Giordano Bruno parece que fue el "crimen" más horrendo que pudo cometer y por ello la "santa" Inquisición ordenó quemarlo en la hoguera. Giordano Bruno no se "rectificó" como Galileo; fue torturado salvajemente en la boca y finalmente quemado vivo en enero del año 1600. La idea más irritante que propulsó Giordano Bruno fue la existencia de vida en otros planetas. Ya no era solamente el hombre criatura de Dios, él sostuvo que había otras criaturas lo cual lo planteó como hipótesis. La primera persona que afirmó en forma explícita la existencia de infinitos mundos en órbita alrededor de otros soles fue, precisamente, Giordano Bruno. Y como remate de esto el mismo Bruno dijo, también por primera vez en la Historia, que el universo presenta más o menos el mismo aspecto lo miremos desde donde lo miremos. Hasta aquí los datos históricos ahora el relato de ficción del proceso a Giordano Bruno; ése juicio se celebró en las postrimerías del año 1599 en la península itálica.
"Un canto gregoriano poblaba el ambiente; su monótona pero bella melodía producía una gran paz. Lentamente los monjes cesaron de cantar y se escuchó la voz ronca del que presidía el cónclave mientras su gruesa figura se regodeaba impaciente en el tallado sillón.
-Queda abierto el juicio del Santo Oficio contra el fraile Giordano-.
-Hermano Giordano Bruno, se te acusa de herejía-. Afirmó la ronca voz del inquisidor mayor.
El personaje solitario que estaba en el medio del salón rodeado por los otros frailes se levantó del banquillo y con voz al comienzo frágil pero luego firme expresó: "-No soy hereje. Creo en las Sagradas Escrituras, en Dios, en Jesucristo y en nuestra Iglesia Católica. También creo en el Papa como el máximo representante de Dios en la Tierra. La imputación de herejía es falsa no tiene ningún asidero legal ni religioso. Herejes son los que niegan la doctrina aceptada en los concilios-.
Un segundo inquisidor intervino en el debate. Era un hombre alto, ligeramente encorvado; contrariamente al resto de los frailes era delgado y su voz suave, aterciopelada no demostrando animosidad hacia el acusado. Era la contracara del inquisidor mayor o al menos eso parecía.
-Hermano Giordano. La Iglesia dice que la Tierra es plana. Tú sostienes que es redonda. La Iglesia dice que el ser humano fue hecho a imagen y semejanza de Dios y que es su criatura única con alma. Tú dices que puede haber otros habitantes en planetas lejanos. La Iglesia dice que todos los astros están suspendidos en una esfera que se mueve y que la Tierra está fija, no se mueve y está sólidamente enclavada. Tú dices que todos los astros se mueven; que la Tierra se mueve alrededor del sol y que hay muchos otros soles, que también se mueven y que tienen otras Tierras que se mueven a su alrededor y además agregas que pueden tener habitantes como el hombre. Si esto no es herejía, ¿la herejía donde está?-
Giordano Bruno miró al segundo inquisidor con ojos tristes, su boca se torció en una mueca y con voz trémula por una profunda emoción contestó lentamente.
-Hermanos Inquisidores, Hermanos Frailes. Lo que yo digo es lo que observo. Antes que mi modesta persona, Aristarco de Samos dijo que el centro del sistema planetario está en el Sol y no en la Tierra. Durante un eclipse lunar dedujo, por el tamaño de la sombra de la Tierra sobre la Luna, que el Sol tenía que ser mucho más grande que la Tierra y estar muy pero muy lejos. Es probable que esto le hiciera pensar lo absurdo que un astro tan grande como el Sol girara alrededor de un astro tan pequeño como la Tierra; por eso colocó al Sol (redondo) en el centro, a la Tierra (también redonda) girando sobre su eje una vez al día (cuando mira al Sol es de día, cuando no es de noche) y que orbita alrededor del Sol una vez al año. Esta tesis la rescató un clérigo polaco llamado Nicolás Copérnico en el año 1543 y la publicó. Otro observador de los cielos, Galileo Galilei, sostiene idéntica posición; además Galileo usa en sus observaciones el telescopio con lo que comprueba las tesis. Galileo con su telescopio es la primera persona que estudia realmente cómo son los cielos y constata sus opiniones con la observación directa a través del telescopio-.
La voz ronca del inquisidor mayor se elevó por sobre la del acusado y dirigiéndose al escribano que tomaba las actas del juicio espetó con furia.
-Hermano Escribano, tome nota de ese otro fraile llamado Copérnico y de su libro para examinarlo y censurarlo como corresponde. En cuanto al susodicho Galileo Galilei debe ser juzgado de inmediato antes que sus teorías se extiendan y esa arma del demonio llamada telescopio debe confiscarse. Estos otros dos herejes que contaminan con sus dichos malévolos la vida pacífica y ordenada de la criatura humana deben ser extirpados antes que pudran a la humanidad-.
-Con todo el respeto que me merece el tribunal inquisidor del Santo Oficio me permito recordarle al Inquisidor Mayor que los Santos Evangelios no prohíben el estudio de los astros-. Señaló tímido Giordano Bruno.
-Los Obispos en sus sínodos y con la opinión de los Padres: San Agustín, Santo Tomás de Aquino y el resto de los Padres de la Iglesia se ha fijado una doctrina y ésta dice que la Tierra es plana, está fija, no se mueve es el centro del universo y el hombre la única criatura de Dios que habla y tiene un alma inmortal. Todos los estudios que atenten contra la verdadera doctrina de la Iglesia son perniciosos errores y herejías que deben ser condenadas, como hicimos con Montano, Arrio, Atanasio, los gnósticos y otros en su momento-. Manifestó severo el inquisidor mayor.
-Es diferente; esos herejes que tú nombraste postulaban cuestiones referentes a la fe y a cómo interpretarlas. Yo intento investigar la realidad y formulo teorías sobre astronomía no sobre la fe. Lo mismo hacen Copérnico y Galileo. Nosotros hacemos ciencia-. Insistió tozudo el valiente Giordano.
-Pues tu ciencia atenta contra la fe al poner en duda toda la doctrina reconocida por los sabios de la Iglesia-. Pontificó el inquisidor mayor.
-Galileo dice que mirando por el telescopio divisó en la Luna montañas y cráteres; descubrió que el planeta Júpiter tiene varias lunas propias y vio los anillos de Saturno. Tú puedes verlo también. Todos deberían mirar por el telescopio-. La voz grave pero mansa de Giordano Bruno se elevó cubriendo la sala.
-Hablas como un verdadero hereje. Quieres contaminarnos con el arma del demonio. Ese telescopio fue hecho por Satanás y traído del Infierno, por eso quema los ojos al mirar por él y les hace ver lo que Lucifer desea. Además tiene forma de falo que al intentar penetrar la inmensidad de los cielos comete pecado de concupiscencia; en todo se ve al Maldito. No cabe duda: se trata del bastón de Belcebú-. Masculló muy irritado el inquisidor mayor haciendo la señal de la cruz por tres veces.
El resto de los frailes se puso de pie y la señal de la cruz fue por un minuto el único gesto en medio del sepulcral silencio.
-Hermanos, están equivocados. El telescopio es un simple instrumento que sirve para observar y descubrir objetos en el espacio a enormes distancias y tiene forma alargada para poder cobijar lentes cóncavas y convexas, adentro de un tubo de plomo, que permiten el acercamiento de los astros. Las lentes son sencillos cristales pulidos que traslucen las imágenes. La astronomía se enriquecerá con esta herramienta. Es un artificio maravilloso que permitirá el progreso de las ciencias-. Describió con entusiasmo Giordano Bruno.
-Lo dicho. Las ciencias son enemigas de la fe. El hombre con su razonamiento llegó a Dios; como San Agustín y Santo Tomás. No necesitamos instrumentos del demonio para mirar la grandeza de Dios. No se debe buscar ni experimentar eso es cosa de Satanás. La sabiduría está en los libros. El gran Aristóteles ya lo dijo todo y Platón encontró la perfección. Nuestra doctrina heredera de ellos tiene una fortaleza que emana de Dios y es indiscutible. La Tierra es plana por más que el telescopio nos diga lo contrario. Si fuera redonda y estuviera suspendida en el espacio se caería; hasta un niño puede ver eso. ¡Es plana y está firmemente enclavada!- Gritó furioso el inquisidor mayor.
-¿Enclavada dónde?- Inquirió dulcemente el fraile Giordano Bruno.
-Enclavada en...enclavada en.....todo el mundo lo sabe.......no se mueve y es plana; está quieta, firme, segura. La Tierra es el centro del universo de Dios. Dios la tiene sujeta en sus brazos y sostiene en esferas de cristal a todos los otros astros. Los cielos son inmutables-. Respondió confuso el inquisidor
-Y todos los otros astros ¿también son planos?- Demandó rápido Giordano Bruno.
-Sí, son planos y están sólidamente sujetos a las esferas de cristal que giran sobre la Tierra. Los cielos son inmutables-. Apostilló el segundo inquisidor interesado en la disputa pero mirando temeroso al inquisidor mayor, quien asintió con una caída de cabeza.
-Bueno, entonces hay algo que gira, es decir, se mueve. Si se mueve, hay movimiento, hay cambio. Si hay cambio ya no es inmutable-. Aseveró con firmeza Giordano Bruno.
Hubo un silencio general. Sin darse cuenta los frailes habían caído en un debate con un contradictor de mente lúcida y atento observador.
El inquisidor mayor se puso de pie y con voz estentórea ordenó suspender el juicio hasta el día siguiente, mientras en voz baja mandaba regresar a la celda a Giordano Bruno; esta orden la impuso con el agregado de ejecutar sobre el prisionero las acciones correspondientes a lo prescrito por la ley canónica para hacerle confesar su "error". Esto significaba la tortura física para el fraile y astrónomo Giordano Bruno.
Una celda de piedra con rejas aherrumbradas, iluminada con antorchas y se escuchó un terrible grito de dolor. Conforme a lo ordenado por el inquisidor mayor el desdichado Giordano Bruno estaba siendo torturado salvajemente como era la costumbre y lo estipulaba la ley de la Santa Inquisición. Atado a un "potro" estiraban su cuerpo; mientras uno de los verdugos con tenazas de hierro llenas de herrumbre arrancaba dientes y muelas, otro verdugo aplicaba una cuchilla candente en el rostro y otras partes del infortunado cuerpo hasta transformarlo en un guiñapo. Finalmente un gigantesco verdugo con una capucha negra que tapaba su cara y parte del pecho se acercó al desvalido y arrancó en rápida maniobra la lengua diciendo: "-pobre desgraciado, ya sufrió demasiado por hablar. Sin lengua no volverá a pecar..."-. Mientras otro verdugo le refutaba: "-no tengas piedad de él; es un científico pecador y está poseído por el diablo. Además ya poco le queda de vida para volver a pecar"- El gigante verdugo observando la lengua sanguinolenta que reposaba en su manaza balbuceó: "-Si la hubiera usado para rezar en lugar de proferir teorías heréticas estaría en su lugar. ¡Qué sirva de ejemplo para los charlatanes endiablados!"- El cuerpo exánime del fraile astrónomo (más astrónomo que fraile) cayó desmayado sobre el piso de piedra.
La sala del juicio; en el centro yacía el cuerpo inerte del mártir de la ciencia Giordano Bruno mientras sus implacables jueces dialogaban entre sí.
-Es una infamia lo que se ha hecho con el imputado-; comenzó diciendo el segundo inquisidor con voz sincera y plagada de emoción -la tortura lo ha dejado imposibilitado de continuar con su defensa y además todavía no había sido declarado culpable. Esto debe quedar en los anales del Santo Oficio como la gran injusticia hecha a un hermano fraile-.
-La tortura se aplica para hacer hablar a los procesados; si no fuera por el tormento jamás obtendríamos confesiones de las atrocidades que cometen los reos y no podríamos condenarlos-. Gesticuló el inquisidor mayor.
-Antes de condenar hay que buscar pruebas y no intimidar con el tormento esto no forma parte de la doctrina de Cristo-. Insistió el segundo inquisidor.
-El tormento forma parte esencial de nuestro procedimiento. Tú lo sabes y no intentes reformar lo que en siglos se ha establecido. La mortificación del cuerpo es válida para purificar el alma. ¡Qué Dios se apiade del alma del hermano Giordano!- Contestó con cinismo el inquisidor mayor.
-Esto es injusto. Al hermano Giordano le arrancaron la lengua, ya no puede defenderse. De aquí en más todo es ilegal, incluso para la ley canónica. El Papa debe intervenir para salvar lo que queda de nuestro hermano-. Apelaba el segundo inquisidor con lágrimas en los ojos viendo a Giordano acurrucado en posición fetal.
Con voz tonante, poniéndose de pie y con gesto majestuoso, el inquisidor mayor anunció:
-Ya el Tribunal del Santo Oficio tiene la Sentencia. Esta Santa Inquisición condena al reo Giordano Bruno a ser quemado en la hoguera por el delito de herejía. Que se cumpla la Sentencia para ejemplo de los infieles herejes-.
Un canto gregoriano se elevó tapando la voz del indignado segundo inquisidor que vanamente intentaba hacerse oír.
Una enorme pira ritual y en el centro, atado a una estaca, se hallaba lo que quedaba del infortunado Giordano Bruno todavía con un hálito de vida. Una muchedumbre avalaba con su presencia el martirio del científico. Paradojas de la humanidad: siglos antes una muchedumbre pagana en un circo avalaba lo mismo con los primeros cristianos. La misma brutalidad con distintas ideologías; el poder, sea quien fuere el ocupante, reprime a los disconformes. Todos tienen sus mártires que son usados. El fuego fue iniciado en un costado de la pira y lentamente la hoguera creció. Las lenguas de fuego comenzaban a acariciar el destrozado cuerpo que los gases de la combustión ya habían matado.
Las llamas llegaron a las piernas y todo el cuerpo fue una tea ardiente. A un costado, un tablado con dignatarios tocados con altos bonetes y capelos hacía la señal de la cruz mientras rezaban con las manos ante el pecho en humilde actitud. Se oyó la voz del inquisidor mayor que elevándose por sobre el vagido de la muchedumbre y con su mano derecha en alto imploraba:
-Satanás se había apoderado de su cuerpo. ¡Qué Dios se apiade de su alma inmortal!-




12. Aplicaciones de un concepto fundamental
Hemos visto que el método más seguro para acceder al conocimiento de cómo funcionan las cosas es la metodología científica. La enorme importancia que tiene el conocimiento considero que no puede ser rechazada por nadie; sin embargo no es así. Muchos consideran el conocimiento como una "droga"; en el pensamiento oriental lo correcto es la inacción, la quietud y la ignorancia. Lao Tse por ejemplo; transcribo su cita 65 del "Tao Te Ching" que dice: "Los buenos taoístas de la antigüedad no ilustraban al vulgo (sic), lo dejaban en su ignorancia. El pueblo se gobernará difícilmente si posee muchos talentos. Gobernar con talentos es ruina del Estado. Sin talentos se enriquece el Estado. El conocimiento de esta doble realidad es la verdadera solución".


Cedo la palabra al centaurino. Este tremendo pensamiento que muchos practican significa que cuanto más ignorantes sean los pueblos más se puede extraer del erario. El tesoro público de las naciones, provincias y municipios es una de las presas más codiciadas y más que el Estado, según expresa Lao Tse, considero que se enriquecen los funcionarios. Para los que detentan poder el conocimiento es una "droga" que debe ser combatida. Para los que intentamos conocer, la ignorancia es la verdadera droga y que se obtiene a través de las otras drogas tanto químicas como psíquicas; pueblo adormecido es fácil de engañar y los homo sapiens son (dice el centaurino) codiciosos, hipócritas y estúpidos además de agresivos, ritualistas, territoriales y jerárquicos. Esta realidad se observa en la sociedad que a finales del siglo XX actúa sobre la base de estas características básicas. Es muy difícil encontrar homo sapiens incorruptibles casi todos son proclives a la codicia; la frase de Napoleón: "todos los hombres tienen su precio", refleja una realidad que el centaurino comparte.
Quizá la ambición de dominio y el afán de poder gobernar a las personas sea el sustento de la codicia de bienes. Muchas veces ese deseo de poder está disfrazado con racionalizaciones altruistas (los que "hacen" para los demás ocultando, sin darse cuenta, su verdadero objetivo egoísta). Esto último sucede con las ideas religiosas y con las ideas políticas, en ambos casos se pretende defender alguna causa y las personas que las sostienen se consideran altruistas, cuando en rigor buscan dirigir las acciones de los demás, es decir ejercer poder sobre las personas. En el caso de la codicia económica, es decir querer bienes para sí, es más directo el objetivo de lograr poder ya que no hay disfraz "altruista"; podríamos expresar que es menos hipócrita. De allí los llamados códigos de honor que rigen en la delincuencia; la palabra dada, para ellos es ley. La cuestión es ver qué sucede con sus actos, si benefician o perjudican; la historia es la única forma de comprobarlo. De allí que sea tan importante conocer la historia de la humanidad y de los hombres en particular. En este último caso saber cómo vive una persona es saber mucho de su idiosincrasia. Los actos más que los dichos de una persona reflejan su carácter, su temperamento y su valía como ser humano; así se detectan las buenas personas. Un modo de vida digno pero austero indica mesura, respeto y sabiduría; el lujo señala desprecio por los otros y evidente egoísmo. Estos conceptos están relacionados con la ética y sobre todo con la idea de no dañar; el lujo daña pues siempre es a costa del sufrimiento de otros. Si la sociedad fuera toda opulenta quizá no sería tan grave que alguien presuma por sus riquezas; ése orgullo simplemente reflejaría un banal sentido de la vida y la mediocridad de su portador. Pero ante la enorme carencia de millones de personas, vivir con lujos revela un mezquino y dañino egoísmo. La hipocresía se "inventó" para ocultar con palabras vanas el real y auténtico pensamiento; hipócrita significa actor. ¿Quiénes son los que actúan en nuestra sociedad? No me refiero (prosigue el centaurino) a artistas de teatro o de cine sino ¡actores de la vida! Una manera de detectarlos es detenerse en aquellas personas que se visten diferente, tipo uniforme, algo que los distinga del resto, que los coloque por encima, en suma que los haga jerárquicos. Tanto militares como religiosos satisfacen este requisito: son las estructuras más jerárquicas que los homo sapiens inventaron (asevera con énfasis el centaurino). Tan es así que no podrían funcionar satisfactoriamente si no fuesen jerárquicas. A lo largo de la evolución humana ambas jerarquías cimentaron las estructuras del poder. El jefe de la horda primitiva tenía bajo su mando a soldados y a su lado siempre un hechicero (la droga psíquica). Las armas y las drogas psíquicas siempre estuvieron hermanadas desde la prehistoria; inclusive antes ya que en los restos fósiles de homínidos se encuentran aunadas armas, fémures y otros huesos de animales grandes, junto a residuos de rituales. A medida que la cultura fue evolucionando apareció la síntesis del poder de las armas y del poder de la droga psíquica: la política. Los políticos son la última generación de la estructura del poder. ¿Hay algún político actual de cualquier país que no tenga ribetes actorales?; ¿que no represente algún rol?; ¿que no busque llamar la atención? Los muros y estrados de todo el planeta exhiben sus rostros sonrientes. El centaurino pregunta ¿de qué se ríen los políticos? El centaurino responde: se ríen de nosotros, sus votantes. Los notables torpes en comprender las cosas, es decir los estúpidos homo sapiens.
La actuación es el medio de atracción utilizado por los que intentan enamorar y tiene siempre un tablado o escenario donde el hipócrita, que significa actor, hace efectivo su rol.
Un detalle donde los propios Estados actúan a través de sus funcionarios más relevantes es en los informes muy secretos y la documentación especial que siempre ocultan algún hecho turbio o dicho más claramente algún delito. En muchos Estados se emiten decretos secretos; sí, aunque parezca increíble en una supuesta democracia hay decretos secretos que, rara vez, son detectados y dados a luz en tiempo actual ya que generalmente se conocen luego de veinte o treinta años cuando ha operado la prescripción (liberarse de una obligación por el mero transcurso del tiempo) del delito. Los hechos se aclaran cuando ya nadie pueda ser incriminado y la gente olvidó el caso. La prescripción obrando como la extensión de la impunidad. Muchas veces estos decretos secretos transgreden normas éticas básicas además de las jurídicas del derecho internacional, pero como siempre no hay pruebas contra el responsable aunque deberían serlo quiénes lo firman. Estas tretas actorales se realizan en todos los Estados pero algunos se exceden hasta lograr piezas de comedia de un nivel superior a las de Aristófanes. La vida no es sueño (corrigiendo, con respeto, a don Pedro Calderón de la Barca) sino comedia con actores y con espectadores; adorantes y adorados...¡ah! y un reducido grupúsculo de observadores críticos.
El centaurino manifiesta que sus conceptos pueden ser duros, quizás implacables pero solicita del lector que preste muchísima atención al texto que sigue pues, según él, es de extremada importancia para comprenderlo (a él, al centaurino) y para entender cómo funcionan las cosas en nuestra cultura.




*El enamoramiento (en oposición al amor) utiliza precisamente este mecanismo: el sujeto ve en el otro las propias ilusiones y su realización se canaliza a través de ése otro sujeto, hay una simbiosis. Esta relación es ilusoria, dependiente y corta pues se produce indefectiblemente la desilusión al no haber conocimiento real del otro. En el amor sucede todo lo contrario: cada sujeto conserva su propia identidad y ve al otro tal cual es sin la deformación de sus propias ilusiones proyectadas. En consecuencia existe conocimiento real del otro, el cual se complementa con respeto, responsabilidad, cuidado. La preocupación activa por la vida y el crecimiento del ser amado mas siendo responsable, es decir, estar dispuesto a responder a las necesidades del otro pero como acción voluntaria. Y respeto no es temor o sumisa reverencia como generalmente se estima sino la capacidad de ver a alguien tal cual es; la raíz de la palabra proviene de "respicio", volverse a mirar hacia o mirar por otro, protegerle, ("aliquem respicio"). En el enamoramiento se tiene al otro como objeto, es decir una cosa, en caso extremo el poder absoluto sobre una persona; que el otro haga, sienta y piense lo que queramos, en síntesis que sea una posesión, nuestra posesión, una cosa y no una persona. Este mecanismo es el usual en la sociedad humana y comienza en la célula básica: la pareja. Se traslada luego al resto de la estructura; todo el tejido social está impregnado de enamoramiento y de posesiones. Las organizaciones sociales no escapan a esto y más aún lo establecen como norma. Las religiones son la clave de esta manera de pensar por su contenido mágico. En todas ellas hay un enamoramiento hacia su respectivo dios y hacia los inferiores jerárquicos o intermediarios, ya sean o hijos del dios o profetas o madres del hijo del dios o santos o ángeles o descendientes del primer profeta o finalmente los actuales oficiantes o representantes del dios. En todas las graduaciones jerárquicas se produce este comportamiento de enamoramiento desde épocas antiquísimas. Podemos afirmar que los homínidos primitivos ya lo practicaban por los restos fósiles que prueban los rituales ancestrales; siempre que hay ritos hay adoración y siempre que hay adoración hay enamoramiento, es decir, delegación incondicional al poder del otro. La transferencia que se opera hace que el adorante "actúe", es decir que sea hipócrita (que significa actor y viene del griego como lo confirmaría un helenista; mi reiteración de éste concepto, dice el centaurino, es una ironía con la filosofía especulativa de Platón y Aristóteles) y en su actuación ante el adorado acepte los preceptos establecidos por alguna revelación hecha antiguamente por el dios al primer adorante. Este escenario es constante y finalmente se hace una costumbre. Las revelaciones originarias no son discutidas, son tomadas como dogmas y reforzadas con las resoluciones de los cónclaves o sínodos de autoridades jerárquicas máximas que, rechazando primero y anatematizando luego, eliminan a todos los opositores o herejes.
En la Edad Media se produjo esto con los "autos de fe" donde se quemaban vivas a las personas que pensaran diferente a los sacerdotes integrantes de la Inquisición (el Tribunal del Santo Oficio) de la Iglesia Católica. Miles de personas murieron en la hoguera, como el monje-astrónomo Giordano Bruno (cruelmente martirizado por la tortura -legal pues estaba escrita en el derecho canónico de la época-) antes de quemarlo vivo, también legal pues estaba en el mismo derecho la muerte por fuego en la hoguera; también fueron "ajusticiados" en hogueras el checo Jan Huss (otro fraile opositor que generó la masiva rebelión llamada de los husitas) y sus miles de seguidores y el inglés John Wycliffe por idéntico "delito", es decir, pensar distinto.
Actualmente las fracciones shunnitas y shiitas de los musulmanes se masacran mutuamente en disputas similares a las tenidas por los católicos siglos antes; la explicación es simple, Muhamed, hijo de Abdalá (Mahoma) nació en La Meca en el año 570 de nuestra era, es decir, es más reciente el comienzo del islamismo y por ende todavía están en la etapa del predominio de unos sobre otros. Los sucesores de Mahoma, los "califas" Abu Bekr, Omar y Otmán conquistaron (por las armas) en poco tiempo Siria, Asia Menor, El Imperio Persa, gran parte del Asia Central y de la India, África del Norte y España. El programa de Mahoma era sencillo pero aceptable para grandes masas explotadas por los Imperios Romano y Persa. Quizás en el aspecto ético no estaba a la altura de otros fundadores de movimientos religiosos como Sidharta Gautama Buddha o la figura mítica e idealizada de Jesús (no hay pruebas históricas de su existencia real, salvo los evangelios -había casi dos mil y quedaron cuatro pues el resto fue desechado por apócrifos (!) por la autoridad eclesiástica de la época, lo cual nos hace dudar de la verosimilitud de los cuatro remanentes- y en los escritos de los historiadores Josefo, Tácito, Suetonio y Plinio de comienzos de nuestra era pero esos trozos está comprobado que son interpolaciones apócrifas hechas en la Edad Media). Sin embargo en cuanto al realismo su proyecto contemplaba las necesidades inmediatas y mediatas de sus contemporáneos; en este sentido se lo podría comparar con Martín Lutero. Una característica fundamental del islamismo es tener sabios doctores, maestros y predicadores, pero no sacerdotes en el sentido de otras grandes religiones. Es simple y comprensible. El Corán (su libro sagrado ya que en este aspecto coincide en tenerlo como casi todas las religiones) establece la igualdad de todos los seres humanos ante Alá (su dios) pero dejando subsistentes las diferencias económicas aunque atenuadas por un impuesto a beneficio de los pobres. Declara legal la ganancia comercial pero prohíbe la usura y la esclavitud por deudas. La doctrina musulmana tiene una relación mayor con el judaísmo que con el cristianismo en especial con respecto a su monoteísmo estricto; los mahometanos ven a los cristianos como politeístas ya que les resulta incomprensible el misterio de la Trinidad, o la especial naturaleza de los santos, intermedia entre lo divino y lo humano. El programa de Mahoma inflamó al pueblo árabe que estaba siendo víctima de la interminable guerra entre el Imperio Romano de Oriente y el Imperio Persa, logró unificarlo y mediante una guerra de conquista, en menos de un siglo, extendió su dominio mucho más allá que el Imperio Romano en su apogeo.
La musulmana es pues la más reciente de las grandes religiones exceptuando a los protestantes que se los puede englobar en el cristianismo aunque ellos (los protestantes) son quizá los más liberales en un sentido general. Pero todas las religiones se basan en el esquema del enamoramiento. De allí su carácter mágico, totalitario (en el sentido de total, universal o ecuménico) y por consiguiente dogmático. Todo esto genera intolerancia hacia las ideas distintas y lucha por la supremacía. No existe el respeto en el sentido mencionado antes. Los atentados hechos por fundamentalistas (dogmáticos enamorados que hacen de su pensamiento-sentimiento el fundamento de su actuación) comienzan a explicarse cuando se conocen las premisas básicas relatadas.
La religión musulmana por ser la más reciente todavía está (como mencioné antes) en la etapa de disputas entre fracciones por la hegemonía, similar a las persecuciones de los católicos en la Edad Media sobre los llamados herejes. El artista escritor Salman Rushdie es una de las víctimas contemporáneas de la intolerancia religiosa. En el año 1983 su novela "Vergüenza", provocó malestar en Pakistán por sus críticas al jefe Alí Bhutto. Cinco años después la aparición de su libro "Versos satánicos" significó que el régimen religioso-político-militar que detenta el poder en forma autoritaria en el Irán lo considerara "blasfemo" (el centaurino aclara que significa "decir palabras injuriosas contra dioses o personas"; a su vez injuriar es "despreciar" y ésta significa "tener en poco"; vale decir que simplemente el pobre escritor Salman Rushdie es condenado por ignorar o tener en poco las creencias de sus "jueces"). Pero la cosa fue más allá, se dijo que el libro era ofensivo para "el sentimiento de mil millones de musulmanes", su venta se prohibió en más de veinte países y un decreto del jefe ayatola Komeini puso precio a su cabeza, es decir fue condenado a muerte; igual que la Inquisición en la Edad Media pero en la época cibernética y en los umbrales del siglo XXI. El artista escritor Salman Rushdie desde entonces vive oculto, bajo custodia y amparado por el gobierno inglés. El centaurino insiste: esta aberración sucede ahora casi sobre el siglo XXI. La nueva obra de Rushdie se llama "Patrias imaginarias"...
Las autoridades religiosas y que son también las políticas del Irán se arrogan la representación de mil millones de personas. ¿Es esto cierto?; ésos presuntos mil millones de musulmanes ¿condenaron a muerte al escritor Salman Rushdie?; unos cuántos ayatolas ¿pueden representar la voluntad de mil millones?; la vida del artista escritor ¿no significa nada para ellos?; ¿su "delito" fue escribir unas cuántas ideas en un libro?; las simples ideas o pensamientos ¿son un delito?; expresando pensamientos en un texto (con arte o sin él, es lo mismo) ¿se puede cometer un delito tan grave que merezca pena de muerte?; ¿qué molesta tanto a los mil millones de musulmanes?; o la pregunta mejor sería ¿qué molesta tanto a los religiosos que en forma directa detentan el poder en el Irán?; el escritor Rushdie ni siquiera planteó un debate a fondo sobre la religión ¿por qué entonces se amoscaron tanto?; ya que de ello se trata ¿peligra su poder?; los ayatolas ¿no deberían ser sabios doctores?; ¿por qué asumen el rol de políticos-sacerdotes?; opinar sobre el profeta Mahoma ¿es tan grave?; de la existencia de Mahoma no caben dudas hay registros históricos y sobre un personaje de la historia ¿no se pueden tener opiniones? El centaurino seguiría planteando interrogantes sin puntos, ni seguidos ni apartes, sólo el punto y coma y hasta el infinito pero yo lo detuve.
Las religiones exigen respeto y opinar sobre ellas ¿es faltar el respeto? Respeto (el centaurino lo aclaró antes) no es temor o sumisa reverencia como generalmente se estima sino la capacidad de ver a alguien tal cual es; la raíz de la palabra proviene de "respicio", volverse a mirar hacia. Aquí el concepto de enamoramiento que el centaurino expuso anteriormente brilla con todo su esplendor. En el enamoramiento el otro es un objeto que sirve a nuestros deseos. [Esto explica la institución de la esclavitud que el occidente cristiano mantuvo hasta casi finales del siglo XIX. En los Estados Unidos de América hubo una guerra civil que tuvo como eje precisamente la abolición de la esclavitud. Los partidarios de la esclavitud podrán alegar que en algunos casos los amos de los esclavos, éstos generalmente de raza negra, trataban bien y hasta con cariño a los mismos pero lo que se discute es el concepto intrínseco de la institución. El hecho indubitable de considerar a otro ser humano como una posesión. Si atamos este cabo suelto de la esclavitud con el otro similar de lo sucedido con la mujer cuando en un concilio se declaró que la mujer tenía "alma" y pasaba a considerarse ser humano, antes de ese concilio no lo era, vemos en todo su apogeo la noción de enamoramiento y las terribles consecuencias que acarrea. El centaurino recuerda que los antiguos griegos practicaban la esclavitud incluidos los filósofos Platón y Aristóteles que eran sus mayores panegiristas, conviene recalcarlo, mientras se llenaban la boca con dichos éticos y plenos de bondad. El centaurino destaca que son cosas de la hipocresía de los homo sapiens: pensar una cosa, decir otra y actuando. Además los deseos de beneficio propio en detrimento de los otros señalan un fuerte egoísmo que es característico del enamoramiento, junto con el manejo de las personas].
Mientras ése otro satisfaga ésos deseos todo marcha bien: es la etapa de la ilusión. Apenas el otro deje de reunir las características que nosotros le atribuimos comienza el período de la desilusión. Adviértase que el otro en realidad no cuenta para nada. Sólo nosotros imaginamos un mundo a través de la transferencia que hicimos de nuestros propios deseos en otra persona. Es común decir que el ser "amado" es el mejor, el más elegante, el más hermoso, el más inteligente, en suma es lo mejor de lo mejor. Todos los enamorados lo dicen; en la etapa de la ilusión no se ven los defectos (y todos tenemos alguno, aun salvando el concepto de que lo que para algunos pueda ser un defecto para otros no). Los jóvenes en la actualidad ilustran esto con una expresión que lo dice todo llamando a las personas de su veneración, "ídolo". Luego cuando comienzan a vislumbrar los defectos empieza la desilusión; he aquí el grave error.
Ver en el otro las virtudes y defectos que tuviere (con la salvedad precedente, es decir los criterios personales) es precisamente lo que distingue al amor. El que ama ve al otro tal cual es y no como quisiera que fuese; el otro es un objeto-sujeto: objeto en la medida que es externo a uno y sujeto en la medida que es persona. No hay transferencia de ilusiones o deseos propios. No se pretende la realización personal a expensas del otro. Simplificando podría decirse que en el amor hay amistad más contacto sexual o amistad amorosa. Este mismo sentimiento, obviamente sin sexo, sería el que debería prevalecer en las relaciones interpersonales de todo tipo en la sociedad; una sociedad así no tendría los enormes problemas comentados en este ensayo.
Como ilustrativa anécdota le cuento al centaurino que una amiga dilecta me narró este hecho: su hija adolescente le preguntó cómo era eso del amor. Mi querida amiga no halló mejor forma de graficárselo que decir a su hija: "cuando estés junto a tu amado y al besarlo sientas unas campanitas, te darás cuenta que estás enamorada". Las ilusorias campanitas me relevan de todo comentario. He aquí el meollo de un gran debate hacia el siglo XXI...


Los siglos pasan, las conductas y los comportamientos humanos subsisten como si no pasaran. Parecería que en vano murieron millones de seres humanos por la intolerancia de las simples ideas...porque de ellas se trata, simples ideas. Veneradas por enamorados de otra idea jerárquica superior, llámese ésta Alá, Dios, Jehová, Yahvé, Serapis, Amón, Ra, Horus, Ptah, Isis, Hathor, Shiva, Vishnu, Brahma, Na Arean, Pan Gu, Padre Sol, Madre Tierra, Dios Dinero, o como quiera llamársela. Ideas generadas por la fértil imaginación de los homo sapiens según lo considera el centaurino. Perdón, el centaurino se corrige y dice que el Dios Dinero es real y sus devotos no imaginan nada. Practican su culto y ejercen sus ritos de manera real y objetiva sobre oro, billetes, acciones y ahora sobre negociaciones a futuro aplicando la informática a los mercados. Experimentan como los científicos. Aunque aquí soy yo quien lo corrige al centaurino: como los precientíficos alquimistas que buscaban transformar en oro objetos sin valor. Las abstracciones siempre surgen de algún objeto ¿verdad centaurino? Cosas de la hipocresía refunfuña mi amigo...




13. Un hecho histórico trascendental
Una mujer, Hipatia, fue la culminación de otro atisbo crítico en donde el confronte entre el pensamiento mágico y el pensamiento analítico vuelve a darse. La biblioteca de Alejandría era un depósito de papiros con información de todo tipo y a fines del siglo IV de nuestra era, Hipatia trabajaba allí como matemática, astrónoma, física y además estaba al frente de un departamento de filosofía. Alejandría estaba en Egipto pero bajo el dominio Romano y en Roma ya el cristianismo predominaba sobre el paganismo. La palabra "pagano" viene del latin "pagi" que significa: campesinos; de esto se deduce que los campesinos estaban considerados los principales enemigos de los primeros cristianos; luego designaron con la palabra "pagano" a los infieles en general. Hipatia era un ser excepcional; hermosa y brillante por su inteligencia. No era extraño entonces que despertara la antipatía de Cirilo, el arzobispo de Alejandría. La creciente Iglesia cristiana buscaba consolidar su poder eliminando la influencia de la cultura pagana. Hipatia representaba la ciencia y la cultura pagana. Fue combatida pero ella continuó enseñando e investigando a pesar de las amenazas sobre su vida. En el año 415 de nuestra era cuando se dirigía a la Biblioteca a trabajar fanáticos feligreses partidarios de Cirilo la sacaron del carro donde iba, la desnudaron, la desollaron viva arrancando la carne de los huesos, su cadáver fue quemado, sus obras destruidas, su nombre olvidado en la Historia. Cirilo, arzobispo de Alejandría fue proclamado santo...


Ese hecho aconteció en los albores del cristianismo y cuando luchaba por prevalecer sobre el paganismo. En Roma el emperador Constantino había adoptado el cristianismo hacia el año 313 con el llamado Edicto de Milán donde, si bien mantenía una neutralidad aparente al no perseguir a los paganos, el propio emperador se hizo cristiano y comenzó a favorecer a los adeptos de la nueva religión. Paulatinamente el estado romano fue pasando de la neutralidad a la adopción oficial con persecución a los paganos, de idéntica forma que en siglos anteriores lo había hecho con los cristianos primitivos, culminando el proceso con el emperador Teodosio en el año 378 quien proscribió definitivamente el paganismo. Los dioses fueron declarados inexistentes por medio de la ley aunque no sin oposición. Entre los años 361 y 363 con el emperador Juliano hubo un intento de restauración del paganismo que fracasó al ser asesinado Juliano. El Imperio Romano, alegando el supuesto interés de su supervivencia como unidad ligada por sanciones religiosas, antes había perseguido al cristianismo y ahora, con el mismo propósito, procuraba extirpar a los enemigos del cristianismo. Alejandría con su Biblioteca era un enorme foco cultural; la ciencia practicada por los Jonios (Demócrito de Abdera; Tales y Anaximandro de Mileto; Hipócrates de Cos; Aristarco de Samos; Anaxágoras de Clazomene) se hallaba escrita en los papiros conservados en ella. En esa Biblioteca trabajaba Hipatia, astrónoma, matemática, física; una bella mujer y una brillante científica. En esa Biblioteca estaba todo el saber de la cultura pagana. No sólo ciencia sino también arte y literatura; se sabe que había 123 obras teatrales de Sófocles pues bien sólo quedaron siete... Las turbas fanáticas quemaron la Biblioteca de Alejandría y allí comenzó el largo interregno del oscurantismo de la Edad Media: más de mil años perdidos por nuestra especie en su evolución.




Epitafio: Yo, el centaurino rindo mi homenaje a Hipatia y dejo estas líneas escritas con inmenso dolor para ejemplo de las generaciones tecnológicas del siglo XXI. El homenaje lo extiendo a Giordano Bruno ya que su proceso judicial, sus torturas y su muerte en la hoguera me hicieron sufrir antes y no pude decirlo ya que los centaurinos somos poco expresivos en nuestras emociones...pero que las tenemos...




¡Ay!, centaurino no llores así. Piensa que nosotros los humanos somos crueles en nuestros odios y es común entre nosotros que se mate a la gente impunemente. Ya deberías saberlo. En el capítulo siguiente te explicaré cómo se maneja esto de la impunidad y qué tantas injusticias produce.
Amigo, tranquilízate y presta atención.




14. Otra aplicación: los delitos y la impunidad
Estamos atravesando una época de extrema dificultad en cuanto a la vida misma de las personas. Por motivos fútiles muchas veces se mata y generalmente los instrumentos son personajes muy especiales adiestrados exclusivamente para aniquilar al semejante. En la jerga lo denominan ajuste de cuentas pero es lisa y llanamente un homicidio premeditado por los "cerebros" y ejecutado por los "profesionales". Es decir que el delito tiene dos facetas: el análisis minucioso de cómo llevarlo a cabo y la ulterior ejecución. Los organismos de seguridad de los diversos Estados generalmente toman en cuenta prioritariamente el aspecto más notorio: la ejecución y descuidan casi todas las facetas preventivas. En realidad tienen razón: no hay delito mientras éste no se consume; pero existe la figura denominada tentativa en casi todos los códigos penales y ella generalmente tiene una pena, menor pero pena al fin. Sin embargo para que exista tentativa debe haber un comienzo de ejecución del delito pero éste no llega a consumarse por circunstancias ajenas a la voluntad del autor de la tentativa. Generalmente se agrega que si éste desistiere voluntariamente del delito no estará sujeto a pena. Algunas modernas leyes penales tipifican la figura del arrepentido (su aplicación genera contradicciones pues con ella se beneficia a delincuentes convertidos (!) en delatores pudiendo generar esto mayor corrupción; en la práctica es usada por las policías de los Estados aunque no tenga sanción legal) y del agente encubierto. Ahora bien, el "cerebro", es decir aquel que planea todos los detalles de un futuro delito y deja la ejecución del mismo al "profesional", generalmente cae dentro de la figura de la instigación con la misma pena del ejecutor. Un tercer personaje aparece en la escena delictiva moderna y antigua: el intermediario. El "cerebro" contrata al "profesional" a través del intermediario; si existiera una cadena de intermediarios el panorama se complica para llegar al "cerebro". Precisamente esta cadena de intermediación es la usual en casi toda organización y no sólo en las delictivas. Las intermediaciones son el meollo de todo acontecimiento.




La gran mayoría de la gente tiene un alto grado de neurosis que se prueba cuando estallan psicosis colectivas, por ejemplo escaladas bélicas, en donde la mayoría de las personas desean e incitan a la guerra sin medir las consecuencias de destrucción. En estos casos el soldado propio que mata es un héroe y el soldado enemigo que muere es una baja; un aviador es condecorado porque abatió diez aviones del bando contrario, con diez, al menos, bajas enemigas. La paradoja está en que la nación contraria hace lo mismo y sus aviadores abatidos son héroes muertos en combate idéntico a sus aviadores que abaten a los del enemigo. En este macabro juego tenemos como héroes a los muertos propios y a los que matan, enemigos; como cada nación repite el comportamiento...¡son todos héroes para una óptica imparcial!
Si en una psicosis bélica se producen semejantes paradojas eso probaría el grado de locura encubierto en la población que se exteriorizó con un detonante adecuado. No se opusieron a la guerra pues ese acto violento lo consideraron "necesario" por un motivo cualquiera que sirvió de excusa para la eclosión. La neurosis está latente y se manifiesta con el hecho violento "imprescindible".
El centaurino (ya más calmado) me interrumpe preguntando: ¿qué sucede cuando un pueblo está más "loco" que otro e inicia las hostilidades? ¿Acaso el atacado, al defenderse, está también neurótico? Yo le respondo: un pueblo más sano no se "defiende" con las armas. Se deja invadir y pacta, sin ninguna violencia, las mejores condiciones de vida bajo esta ocupación y luego trata culturalmente de demostrar al ocupante que está en un error. La historia de la humanidad nos dice que esta actitud casi nunca se llevó a cabo, generalmente se resiste con las armas. Japón, en la segunda guerra mundial, luego de las explosiones atómicas se rindió y fue ocupado por los norteamericanos. Recién aquí aplicó mi criterio de "trasvasamiento cultural"; en la actualidad Japón es una potencia mundial en lo económico y en lo tecnológico. El caso de Alemania es más complejo; la histeria bélica de su pueblo comenzó arrasando Europa. En los días de euforia belicista los alemanes todos ellos (no fueron sólo los nazis) jugaban, como describí antes, a los héroes. Decir que un pueblo es engañado por sus autoridades (aunque ellas sean una dictadura) no es válido. La gente si no ve la realidad es porque está neurótica y la falta de libertad en la información es una excusa. En todos los países y en todas las épocas en que se han cometido vejaciones la responsabilidad de las mismas es de todos, no solamente del pequeño grupo encaramado en el poder. Entender esto es muy difícil pues siempre está el pretexto: "¿y yo solo qué puedo hacer?"


El centaurino se dispuso a intervenir activamente en el diálogo.


-Parece que tú tienes una tesis de "neurosis generalizada" en las poblaciones de todos los países y en todas las épocas. Esta situación haría que todos potencialmente fuéramos probables delincuentes. Solo faltaría el detonante adecuado. ¿No es así?- Espetó sutilmente.
-Exagerando el concepto, sí; pero en un sentido más realista, yo diría que la mayoría de las personas estarían en ese supuesto. Es probable que una minoría escape y sea realmente más sana e incorruptible. Esa pequeña porción de gente no gravita en las decisiones universales dentro de la actual cultura; en esto sí podemos estar completamente seguros-. Afirmé mirándolo con persuasión que no admite réplica.
-¿No estarás insinuando que los delitos tienen, al menos los "cerebros", su base en los sectores de decisión?- Preguntó el centaurino.
-Estamos hablando de los grandes delitos, por ejemplo en los atentados, no de los pequeños rateros que hurtan o roban por problemas de necesidad extrema-. Deslindé rápidamente.
-Sugieres entonces que un atentado, siguiendo tu ejemplo, tiene su "cerebro" en los lugares decisorios y más concretamente en los grupos de poder ya sean o económicos o políticos o religiosos. ¿Nunca en una actitud individual?- Siguió el centaurino con su sutileza.
-Yo considero que las actitudes individuales son para los delitos donde el fin es sólo satisfacer la codicia de bienes o para saciar apetitos personales como en el caso de los delitos sexuales o las venganzas. Veamos, un atentado ¿para qué se hace?- Pregunté analizando.
-Para llamar la atención sobre algo o alguien en singular o plural-. Respondió el centaurino.
-Muy bien. Se busca llamar la atención; para ello no se tienen en consideración los daños que se pueden ocasionar ya sea en vidas o en bienes. El fin es llamar la atención o también demostrar algo: por ejemplo, el poder que se tiene y que se goza de impunidad. Pero la idea general básica es el llamado de atención, yo diría como un niño cuando hace una travesura, lo terrible es que no son niños y el daño producido puede ser abismal-. Expresé pensando en los grandes atentados que hubo en la historia de la humanidad.
-Quien llama la atención recurriendo al deterioro de vidas o cosas es un enfermo-. Manifestó el centaurino pensativo.
-Precisamente antes habíamos dicho que existía una neurosis latente en las sociedades y que espera un detonante para exteriorizarse. La justificación para un atentado suele ser o política o religiosa o económica. Las personas más susceptibles a los detonantes son aquellas que están fuertemente imbuidas de una idea y que transforman esa idea en algo propio y esencial-. Dije mirando al centaurino que se movió inquieto en su silla pues deseaba hablar.
-Tengo una duda. Hubo atentados en el pasado planeados y ejecutados por una sola persona; en algunos casos se trataba como tú dices de gente enferma pero en otros no y era una sola persona. ¿Cómo lo explicas?- Demandó el centaurino.
-Considero que todo delincuente es un enfermo. Calcula que si la mayoría de la sociedad lo está, en mayor medida los que delinquen. En la historia han existido muchos casos donde la Justicia estableció que el atentado fue perpetrado por una sola persona y en algunos ésa persona no tenía síntomas agudos de enfermedad; esa fue la declaración de allí a la realidad hay largo trecho. Recuerda que existe el Dios Dinero; la codicia gobierna a los seres humanos y por ende se puede conseguir casi cualquier cosa a través del interés económico. Esto fue siempre así en todas las épocas históricas e incluso en la prehistoria y casi con seguridad nuestros ancestros homínidos ya tenían la predisposición de acumular cosas, como lo prueban los restos de armas y de otros objetos junto con los fósiles-. Recalqué muy serio pues me sorprendió la inocencia del centaurino.
-Significa eso que los jueces que en todo el mundo han declarado un solo culpable por algún atentado ¿han sido comprados?- Insistió el centaurino.
-Hay varias posibilidades: que el juez haya declarado culpable al ejecutor sólo porque no pudo hallar al "cerebro" instigador; que algún fuerte interés o político o económico o religioso presione al juez de manera intolerable y éste prefiera acceder por considerarlo un mal menor comparado con la total impunidad; que el propio juez sea venal por simple codicia como tú planteas o simplemente que se condene a alguien para expiar culpas, el llamado "chivo expiatorio", y así justificar la investigación-. Contesté pacientemente.
-Sin embargo hubo atentados hechos por un psicótico de manera individual y están en la crónica policial-. Seguía el centaurino con su planteo.
-Sí, pero son delitos contra las personas o contra la propiedad pública o privada en sus diversos matices no atentados propiamente dichos. A ver ¿a qué llamamos atentado? Ya estuvimos de acuerdo antes en que se busca primordialmente llamar la atención, generalmente recae sobre alguna ideología, y esto es cosa de varias personas y no de una sola. Yo extiendo más el concepto y digo que sólo el delito por codicia o por emoción puede ser individual; el resto, incluido los atentados, es colectivo-. Intenté concluir el ameno debate pero el centaurino quiso agregar su opinión de los atentados hechos por suicidas, a su estilo y entre corchetes:
[El atentado suicida es la aberración que los sectores más enfermos pero de cualquier variante ideológica están llevando a cabo y es prácticamente imposible de repeler. Sus consecuencias son tremendas en pérdidas de vidas y de bienes; a los ejecutores les importa más llamar la atención que este sacrificio de ellos y de las víctimas. Este solo hecho los delata ya como enfermos pero en algunos sectores sociales se los considera héroes de su causa lo cual revelaría que la tesis de enfermedad social tiene asidero. Como dato marginal pero ilustrativo al respecto, conviene destacar que también muchísimas personas consideran un héroe al defraudador, por ejemplo, de una institución bancaria que luego de muchos años de ejemplar conducta como tesorero o encargado de los fondos decide cometer un delito y desaparecer con enormes sumas de dinero. Este delincuente es admirado por personas "normales" que, alentando su impunidad, deploran cuando es detenido. Estos son casos concretos que revelan la enfermedad social; en rigor la mayoría aprueba a los delincuentes que llaman la atención con grandes hechos que satisfacen su codicia, quisieran estar en su lugar pero canalizan su envidia a través de la admiración: "¡ellos pudieron darse el gusto!" y los adeptos a religiones o políticas admiran a quien perpetra una acción (aun cuando haya gran cantidad de víctimas y muriendo o no él en la acción) hasta denominarlo héroe].


Parece que el centaurino coincide con mi tesis de enfermedad social...


Pero esto hizo reanudar el debate pues recordé que también hubo ejecutores suicidas en la segunda guerra mundial a través de los pilotos "kamikaze" los suicidas japoneses si bien en este caso fueron acciones bélicas.
-También mataron gente y fueron héroes para su país-. Señaló el centaurino.
-Lo que sucede es que en la guerra hay permiso para matar-. Acoté con ironía.
-Cuando las naciones se disponen a matar comienzan a llamarse patrias y sus homicidas son héroes, en cambio los otros son enemigos a los cuales es lícito asesinar; a su vez la otra nación hace exactamente lo mismo. Ambos contendientes tienen el beneplácito de los dioses respectivos que bendicen sus respectivas armas, partiendo todos hacia la muerte que es el punto de encuentro. Pero cuando la guerra termina el permiso para matar finaliza y operan las leyes de paz...- [Interrumpió el centaurino brevemente su alocución al advertir mis movimientos impacientes pues deseaba intercalar una acotación pero antes de que yo pudiese intervenir él completó] ...-sí, durante la lucha también regían leyes pero de guerra y que no se cumplían..... ¡bien la gente está loca! Tú tienes razón-. Señaló el centaurino levantando sus brazos en gesto de impotencia y agregó: -La guerra es la guerra y la paz...- no pudo terminar su inteligente deducción pues lo interrumpí.
-Sí y la paz es guerra también-.


En casi todos los países del planeta existen mafias que intentan controlar los negocios fructíferos, es decir ambas drogas (la psíquica y la química) y las armas; los adictos consumidores se están matando con las dos drogas (en realidad con la droga psíquica mueren simbólicamente, sólo están adormecidos y anulados) y los adictos consumidores de armas se matan entre sí. Es necesario incrementar el consumo con nuevos adherentes para ir reemplazando a los caídos. Las grandes campañas en "contra" consiguen con su publicidad crear una aureola de "lo prohibido" que hace apetecible el consumo pero es imprescindible originar antes el aburrimiento sobre todo en la gente joven. El aburrimiento se consigue muy fácilmente en las sociedades contemporáneas y es la principal causa de que los adolescentes prueben alguna droga; si hay predisposición adictiva continuarán haciéndolo, en caso contrario quizá dejen de consumir pero como el hastío continúa son la "carne de cañón" adecuada para generarles una psicosis bélica mediante alguna idea fuerza, generalmente o patriótica o política o religiosa y muchas veces mezcla de todas ellas. En las situaciones bélicas mueren en los combates los jóvenes no los adultos o los maduros. Los jóvenes rápidamente pueden exteriorizar esa psicosis latente; basta con escuchar sus cánticos guerreros cuando se preparan a morir por la patria o por ideas de cualquier tipo; son los héroes... Esto explica como lentamente las mafias de las drogas (de ambas) y las mafias de las armas se están intercomunicando y apoyándose mutuamente. Los grupos armados, por ahora los irregulares, se financian ya con el producto de la venta de drogas químicas (comprobado) y psíquicas (sospechado o intuido). Pero hay más aún, muchas empresas de todo tipo, tanto comerciales como industriales, fueron promovidas con capital derivado del tráfico tanto de armas como de ambas drogas. Entidades bancarias y de seguros son propiedades de estas organizaciones que adquieren carácter legal amparadas por una impunidad manifiesta. Muchos respetable personajes mundiales admiten que sus fundaciones o sociedades fueron creadas con dinero proveniente del narcotráfico pero justifican sus actos diciendo que por lo menos ahora el dinero se emplea para un fin bueno. La idea es que no importa la procedencia del capital sólo se contempla la finalidad: si ésta es buena, todo vale. Obviamente que esas fundaciones ahora trabajan para hacer cosas buenas, es cierto, pero se construyeron con los cadáveres de los adictos (tanto a las drogas como a las armas). Esos adictos eran enfermos. La selección natural los defenestró: no eran aptos para la supervivencia; sólo que en este caso la selección natural fue ayudada por las mafias traficantes y sus cómplices. Surge un nuevo problema: la descendencia de esos adictos tiene una tara genética que lentamente va a ir degradando la especie. En el siglo veintiuno ser joven va a ser un escollo difícil de sobrellevar salvo que se logre eliminar el tedio nudo gordiano de toda la cuestión.




-Todas las naciones del planeta mantienen grupos paraestatales que realizan actos no legales; algunos lo llaman "inteligencia", estos grupos son los responsables de muchos actos que permanecen impunes ya que la ley no se aplica a ellos-. Comenté.
-Están fuera de la ley-. Completó con ironía el centaurino.
-Suele haber "peces gordos" en esos grupos-. Puntualicé.
-Puede que allí haya "peces gordos" pero seguro que el "cerebro" se encuentra en otro lado. La impunidad para las arañas, el castigo para los ejecutores y los intermediarios, aunque a estos en menor escala-. Notificó el centaurino.
-¿Qué arañas?- Interrogué asombrado.
-Las que tejen la tela del poder-. Contestó el centaurino con picardía.


Las personas que integran (en casi todos los países es igual) estos grupos de acción (¡bueno de "inteligencia"!) son de extrema derecha o similares. En general se reclutan hombres, a veces mujeres, de probada acción y ejecutividad; su nivel agresivo es notorio y suelen salirse "de sus casillas" (¡sí, como los canes!). Si bien mantienen la jerarquía, obedecen al superior, en oportunidades actúan por su cuenta ocasionando un claro perjuicio a los intereses del Estado respectivo. El deslinde entre el accionar por su cuenta y el acatamiento de órdenes puede ser muy sutil y no detectable con precisión. Generalmente allí, en la duda de sí hubieron o no órdenes, se prefiere usar el mecanismo, tan desarrollado, de la impunidad. Estos señores pululan en todos los países, sin excepción. En una oportunidad un amigo me comentó que quizá se salve de operar así algún país centroeuropeo por su control financiero a través de la exquisita telaraña de su neutralidad pero yo no lo considero seguro este aserto. Lo concreto es que muchas veces los ciudadanos están a merced de la acción desatada por el arbitrio de algunos; los mecanismos de defensa operan con extremada lentitud y suelen llegar demasiado tarde: las pruebas quedan diluidas. Sin prueba no hay pena para el presunto delincuente; las leyes prefieren a un delincuente en libertad que a un inocente en la cárcel por ello es tan importante la cuestión de la prueba. La tarea de muchos es eliminar las pruebas o, a veces, fabricarlas para incriminar a un inocente; éste es el meollo del asunto. Si este sistema de eliminar las pruebas no da resultado opera entonces en última instancia el recurso de la impunidad. Pero la impunidad sólo puede llevarse a cabo cuando hay poder. En algunas partes no basta con el poder económico, éste debe coexistir con el poder político o religioso. Suele también usarse el método de penas bajas en función del delito cometido; en este sentido nos sorprende la publicación de sentencias de pocos años por homicidios con agravantes que hubiesen requerido una pena ostensiblemente mayor; esto comprobaría una forma amenguada de impunidad bastante extendida. Pensar que un solo país tiene todos estos mecanismos es ingenuo; el comportamiento del ser humano es universal aún cuando tuviere matices.




En algunos países los jueces honestos habían desbaratado telarañas muy extendidas en el poder, inclusive lograron con sus investigaciones de "manos limpias" cambios de la estructura política y en los propios partidos políticos. Una Justicia independiente y honrada puede lograr mucho más que el poder administrador o que el poder legislativo. Los jueces tienen en sus manos un poder inmenso y directo que sanea el cuerpo enfermo de una sociedad; si a ellos se les agregan los científicos serios (no los que practican pseudociencias por móviles comerciales) y los investigadores y pensadores sutiles más los artistas genuinos quizá queden esperanzas de lograr una sociedad mejor: con más libertad (la real no la ficticia), más justicia (la real no la que discrimina aceptando la impunidad), más conocimiento (el real no el pseudocientífico).




La modalidad del ejecutor suicida es el detalle más trascendente en el caso de los atentados. Es prácticamente imposible contrarrestarlo; la prevención es lo único que se puede hacer pero para ser efectiva debe haber una intercomunicación entre los Estados y que sea fluida no interferida por la cadena de impunidad. Los influyentes mafiosos de las armas y de las drogas (tanto químicas como psíquicas) están relacionados con los fundamentalistas de todas las ideologías religiosas o políticas y por precio o por coincidencias ideológicas o estratégicas colaboran en la ejecución de los atentados. A veces se esclarecen pero nunca se lleva al banquillo de los acusados a los "cerebros" sólo algunos ejecutores y en el mejor de los casos un intermediario son juzgados pero a la cárcel llegan muy pocos, generalmente son sobreseídos por falta de pruebas y esto se repite en todos los Estados. De allí el escaso interés en prevenir. Total ¿para qué? Las mafias están organizadas como un supraestado con filiales en los países y competencia por los mercados.




Los Estados están recurriendo a las mafias para solventar sus cada vez mayores gastos y su ineficiencia. El recurso de traspasar a la empresa privada (en su mayoría de capitales provenientes de la acción mafiosa con drogas, químicas y psíquicas, y de la venta de armas para los tontos beligerantes que ávidos las consumen) debería haber generado grandes superávits en los presupuestos de los Estados pues estos aducían, antes de privatizar, que las empresas del Estado daban cuantiosas pérdidas. Este canto de sirenas es falso (las sirenas no existen en la realidad, sólo en la fantasía de los creyentes en ellas) pues ahora, sin las empresas, las cuentas siguen siendo deficitarias en casi todos los Estados. Algunos grandes Estados tratan de paliar sus problemas trasladando a otros (más débiles o con más delito en sus dependencias oficiales) sus cuentas deficientes. El enorme enriquecimiento de muchos funcionarios es investigado en algunos países pero en la mayoría de las naciones no; o por falta de pruebas o por la presión política sobre la Justicia o simplemente por el gravísimo problema de la impunidad. Desde que el ser humano comenzó a organizarse como sociedad más compleja que un pequeño clan, el delito grave y la impunidad existieron. La complicidad y el silencio también. La Justicia todavía sigue siendo una quimera y una utopía por la simple circunstancia de que es un producto humano y está sujeta a todo lo atinente a éste. Mientras los "homo sapiens" no seamos en la realidad sapiens nada cambiará.




No somos mejores que los verdugos de la Edad Media que asesinaban a la gente en la hoguera simplemente por sus ideas. Ahora se sigue matando a las personas con las armas, en guerras, y con las drogas químicas, antes de ser adultos, y con las drogas psíquicas siempre. El objetivo es satisfacer la codicia de los mafiosos. Pero ahora peligra todo el sistema financiero internacional en corto lapso.
El "homo sapiens" organizado sobre la base de la codicia está llegando a su fin y precisamente por su propia codicia. Matar gente, o con las dos drogas o con las armas, es y fue siempre el negocio de los "cerebros", de los intermediarios (en sus diversas escalas) y de los ejecutores. La modalidad del ejecutor suicida hace que éste se elimine solo. Siempre hay tontos que reemplazan a los muertos.
La competencia entre las mafias por el mercado hace tambalear el sistema financiero mundial. El colapso está cerca. ¿Por qué? Simplemente porque las ciencias y su aplicación, la tecnología, harán caer todo el sistema financiero y económico en menos tiempo del imaginado.
Los gobiernos y las mafias, las mafias y los gobiernos... Un enorme colapso financiero se avecina y sus efectos se harán sentir en todo el planeta. La economía real es una cosa y la economía financiera es otra muy diferente. Con las modernas tecnologías aplicables a la informática de los mercados se logran efectuar negociaciones a futuro de billones y billones de dólares lo que permite, mediante las informaciones reservadas, hacer quebrar bancos (hace poco a la poderosa banca Lloyds un "yupi", ejecutivos que manejan información reservada con las computadoras, le "evaporó" más de mil millones de libras esterlinas), vaciar empresas, etc.. La corrupción delictiva está enquistada en todos los gobiernos del planeta asociada a las mafias de drogas y de armas. Es una enorme telaraña que se extiende por todos los estados. Algunos países reaccionan y tratan, a través de jueces incorruptibles no de funcionarios de los otros poderes, de poner coto a esto antes de su estallido. Pero la enfermedad es muy grave y los pobres jueces de "manos limpias" muchas veces mueren en atentados. Los delitos que se cometen son variados en su forma pero el fondo es el mismo; la codicia humana poniendo marco a este cuadro de corrupción. Las pruebas desaparecen y la impunidad gobierna.
Burócratas enquistados en el poder, y cómplices de los mafiosos, son los que llevan a cabo la destrucción de pruebas y garantizan la impunidad.




El cohecho (el funcionario público que por sí o por persona interpuesta, recibe dinero o cualquier otra dádiva o acepta una promesa directa o indirecta, para hacer o dejar de hacer algo relativo a sus funciones) es un delito que figura en todos los códigos penales del planeta pero que nunca se aplica por "falta de pruebas".
La malversación de caudales públicos (el funcionario público que da a los caudales o efectos que administra una aplicación diferente de aquella a que están destinados) también es un delito pero que no se aplica por "carencia" de pruebas.
El peculado (el funcionario público que sustrae caudales o efectos cuya administración, percepción o custodia le haya sido confiada por razón de su cargo; el cómplice que da ocasión a que se efectúe por otra persona la substracción de caudales o efectos; en ambos casos son delitos con los mismos resultados en la práctica.
Las exacciones ilegales (el funcionario público que, abusando de su cargo, exigiere o hiciere pagar o entregar indebidamente, por sí o por interpuesta persona, una contribución, un derecho o una dádiva o cobrase mayores derechos que los que corresponden); pero caemos siempre en lo mismo son tipificaciones legales, están en la letra de los códigos penales, pero rara vez se aplican, no obstante la enorme cantidad de comisiones de estos delitos en todos los países.
La falta de pruebas o la impunidad impide hacer justicia. De allí que es tan importante la prevención. Estos "pequeños delitos" van generando el clima de corrupción generalizada para abrir las puertas a los "grandes delitos" que provienen de las mafias de las drogas (químicas y psíquicas) y de las mafias de las armas. La gigantesca telaraña se complementa con las grandes estafas financieras que comenté antes y los homicidios individuales o múltiples, como los atentados masivos y los genocidios. Ningún país se salva de esto. Hasta los Estados Unidos de América tuvieron grandes atentados como el de Oklahoma. La explicación es muy simple: todos las naciones están habitadas por seres humanos y nosotros, los homo sapiens, somos codiciosos, hipócritas y estúpidos además de agresivos, ritualistas, territoriales y jerárquicos. Así de fácil...
La sociedad esclava de las drogas y de las armas puede liberarse; al menos parte de ella: los no creyentes de ambos males. Los creyentes seguirán sujetos, como meros espectadores y consumidores, a la gigantesca lucha de los cárteles y de los carteles que finalizará en el mencionado colapso. La supervivencia del más apto comenzará a operar. La desocupación de los refractarios a la tecnología hará extinguir la especie de los "homo sapiens" para generar la nueva especie de los "homo sapiens sapiens".
Para originar la nueva especie la herramienta es el conocimiento que suplante a la herramienta anterior ya obsoleta que fue la creencia y que produjo los engendros que la humanidad soportó (con el consenso cómplice de muchos) hasta el presente.




La apariencia no es la realidad. La fuerza física no es toda la fuerza ni siquiera es parte trascendente, sólo sirve para incrementar la irracionalidad. Las armas y los músculos son las fuerzas del pasado, el equivalente de los colmillos y los cuerpos de los gigantes dinosaurios. Con buena salud y con inteligencia se logra la verdadera fuerza: ser mejor persona (y un rasgo característico es la tolerancia) sin dañar a nadie. Para llegar a comprender esto se requiere un largo camino previo. Por ahora estamos en el reinado de la violencia. Pero la era científica y tecnológica ha llegado; el cerebro priva sobre la fuerza; los que no se adapten a las nuevas condiciones se extinguirán, como los dinosaurios. A lo sumo las peleas serán entre robots, los humanos sobrevivientes dirigirán, si están capacitados, a las máquinas que lo harán casi todo. El tiempo libre, el ocio, si se carece de imaginación creadora, hará sucumbir a los humanos en el aburrimiento y en las drogas químicas ya que las psíquicas habrán desaparecido por efectos de la tecnología. Los nuevos dioses serán las ciencias y los nuevos sumos sacerdotes serán los científicos...
Otro grave problema: la complicidad. Ésta puede ser por acción o por omisión; la mayoría se deja llevar conscientemente; es falso que no se sabe; se sabe pero se reprime, se oculta, se esconde, en suma se es hipócrita y se forja la ilusión de que no se sabe; "olvidar" es una forma de esta hipocresía y de allí a la omisión hay un paso muy pequeño. El homo sapiens omite y deja hacer a los "cerebros", a los intermediarios (altos, medios y bajos) y a los ejecutores. Es verdad, a los ejecutores suicidas es casi imposible frenarlos pero ¿a los restantes? Todos somos en mayor o menor medida culpables y responsables del quehacer humano, de la cultura que incluye los delitos y también la impunidad. ¿Uno solo qué puede hacer? Con el pretexto de la impotencia nada se hace... Connivencia, silencios cómplices, ésta es la fuerza de la impunidad.
El centaurino quiere intervenir para contar una pequeña anécdota. Luego de escucharlo interpreté su sutil ironía alegórica...
"Me senté en un sillón y entrecerrando los ojos comencé a observar a través de la ventana. Desde esa posición sólo se veía la copa de los árboles. En una rama casi horizontal pendía un pequeño nido. Me levanté y abrí la ventana para respirar aire más puro y para contemplar mejor el suave aleteo de un colibrí. Pendido y a veces girando el ave buscaba algo. ¿Quizás una flor? Seguí su evolución al volar de repente hacia otra rama pendular; ¿qué había encontrado la avecilla? ¿Una flor acaso? No, un pequeño insecto había llamado su atención; éste resbaló en su huída y cayó dentro de una hoja doblada que ante la nueva carga se desprendió y aterrizó en el centro de una hoja enorme que también pendía pero más sólidamente aferrada a la rama. El colibrí seguía todas las peripecias con su vuelo extraño, suspendido en el aire y con arrebatos; la pista del insecto había desaparecido en medio de hojas de tamaño creciente; la más grande protegía a la más pequeña y este esquema se repetía en otros árboles. Sí, roté mis ojos y vi en derredor, algo similar y más allá lo mismo y acullá idéntico. Todo el jardín reflejaba una equivalente realidad: algo o alguien protegía a algo o a alguien. La cadena de amparos era interminable. El apoyo hacía de defensa, de refugio, de asilo, de abrigo... El colibrí cansado de ambular entre hojas grandes y pequeñas optó por regresar a su nido. La madeja de ramas y hojas osciló brevemente por la brisa refrescante. Yo seguí atento, con la vista fija en el matorral desinteresándome del colibrí. Las hojas se movieron imperceptiblemente primero y luego con más fuerza que la brisa tenue; sí, algo más enérgico que el aire en ese instante logró hacer caer (fuerza es reconocer que estaba en equilibrio) la hoja pequeña hacia el suelo pero antes emergió, quedando sujeto a la hoja más grande, el insecto. Yo pensé ¿sería el mismo que había llamado la atención del colibrí? Miré a la avecilla, ésta ya estaba atenta a otros menesteres; había perdido interés en su primitiva misión; no ameritaba por su persistencia. ¿Había operado el olvido? Retorné mi vista al insecto que ya casi desaparecía indemne, defendido por su cadena de protección, en su caso accidental, debajo de un montículo de tierra húmeda. El colibrí revoloteaba, luciendo vistoso sus bellos colores y pendiendo, como siempre, en el mismo lugar... ¡Vanidad de vanidades!"
-¡Ay centaurino qué perspicaz eres! ¿Además artista poeta? ¿No serás tú la síntesis científico-artista que propongo?-


Un delito muy difundido en los últimos tiempos es el atentado con un ejecutor suicida; ¿cómo son éstos ejecutores? Son fatalistas; creen que el destino de las personas ya está trazado y por ende nada se puede hacer para cambiarlo. Aceptan la religión como la base primordial de sus actos y por ende acatan las órdenes superiores rigurosamente. Son básicamente intolerantes y autoritarios; siguen a sus jefes ciegamente y los "enemigos" son los que esos jerarcas fijan.
Casi todos los seres humanos tienen esta conducta pero en ellos está más acentuada. Matar a alguien desconocido e indefenso sólo por orden superior es muy perverso. Quienes lo hacen están en un grado muy avanzado de psicosis aunque mucha gente no lo advierta. Los atentados masivos hechos por ejecutores suicidas son el equivalente de los crímenes efectuados en muchos países por genocidas de su propia gente por motivos políticos o religiosos avalados por el cinismo y la hipocresía de las cómplices jerarquías respectivas. No hay motivo valedero para matar a otro ser humano. Los que lo hacen son enfermos.
Hipócrita significa actor y los cómplices representan el papel de las jerarquías al hacer la voluntad de ellas; no viven su propia vida, su rol es imitar, callar, obedecer, engañar para servir interpretando mejor.
En ellos las ideas se apoderan de la mente de forma tal que sólo responden a los estímulos concordantes de sus jefes que implantaron los dogmas en la niñez; por eso no tienen conflictos morales. Por supuesto que ellos no responden al principio de encumbrar la duda, la pregunta, la experimentación, la comprobación, la autocorrección, en suma la metodología científica; sólo el dogma y actúan en función de él, de allí que su conducta sea tan enferma. Una consecuencia más grave aún es la imposición de lo suyo al resto de la población la resistencia de ésta crea la represalia.
Este mecanismo de la represalia es primordial pues genera la cadena de violencias. Es horrendo el "ojo por ojo, diente por diente" base en occidente del concepto represivo (en lugar de preventivo) del derecho penal, pero peor es maximizar esto con la represalia que siempre equivale a "por uno de los nuestros, diez de los de ellos". Siempre en la represalia el daño inferido al otro es mucho mayor que el recibido. El fanatismo engendra el encumbramiento de la represalia y esta idea está enraizada en los países no sólo en los musulmanes. Un daño mayor aún es la cadena de represalias que, uniendo eslabón por eslabón, se forma y golpea con brutalidad.
El sentimiento de venganza genera la primera represalia que para ser compensada origina la segunda y ésta la tercera, formando la cadena mencionada. Sin embargo este mecanismo es mucho más antiguo y ya nuestros ancestros prehomínidos lo practicaban. Las mafias existieron siempre, quizá en Sicilia (Italia) se terminaron de estructurar grupos mafiosos organizados para delinquir con reglas internas donde la venganza y la represalia juegan un rol fundamental para mantener la cohesión del conjunto; se desarrollaron modernamente en el país de los jueces de manos limpias. Esta forma de organización delictiva demostró ser sumamente efectiva pues ha sido adoptada en casi todas las demás naciones.


La agresividad es una característica básica en el ser humano y la hace efectiva constantemente; la mayoría de las veces es psíquica y a la persona le pasa inadvertida la agresión que realiza a otros, generalmente con palabras, gestos o actitudes, pero en ocasiones se torna violenta produciendo lesiones o muertes. Hay situaciones propicias para las agresiones de hecho, como por ejemplo un clima de impunidad; cuando ella está muy desarrollada las violencias se desatan por motivos fútiles y luego brotan las represalias que, haciendo cadena, terminan en salvajes guerras.




El centaurino quiere intervenir activamente pero barrunto que será implacable. La mafia de las drogas psíquicas es todavía más sutil pues se manifiesta abiertamente, no tiene necesidad de usar la clandestinidad, y con ropajes éticos logra actuar en el escenario de la vida con total impunidad. En rigor son los reyes de la impunidad pues poseen el consentimiento del noventa y cinco por ciento de la población del planeta Tierra. Este dato no es captado y sin embargo condiciona al resto del comportamiento humano.
Las grandes atrocidades cometidas con el mecanismo de las represalias han sido o promovidas y avaladas, el caso de los fundamentalistas musulmanes en nuestra época y el caso de la Inquisición Católica (Tribunal del Santo Oficio) durante cientos de años en el pasado, o permitidas, autorizadas, consentidas, aceptadas, admitidas o cuando menos toleradas en la actualidad por las organizaciones religiosas de todo tipo. A veces se alza un tibio discurso condenatorio de dichas atrocidades pero no se ejerce el enorme poder que tienen para disuadir y evitar esos atentados contra el ser humano. ¿Por qué no ejercitan ése poder de manera real que permita disuadir a los verdugos? Habría dos razones. Una, o que no desean enemistarse con los otros poderes y en éste supuesto actúan (actor significa hipócrita y viceversa) para no perder lo conquistado en milenios y dos, o que en realidad están de acuerdo tácitamente con los procedimientos crueles contra el homo sapiens.
-¿Y tú cuál de las dos razones consideras la correcta?- Pregunté al centaurino muy atribulado.
-Las dos-. Respondió rápidamente. Y agregó: -la crueldad y el máximo sadismo que pueda imaginarse está implícito en la idea del infierno, lugar de sufrimiento eterno donde el fuego (las quemaduras son quizás el mayor dolor posible) quema a los condenados sin consumirlos y perpetuamente. Esta idea es la mayor aberración y aterrorizó a las personas durante milenios para que fuesen obedientes y acataran las reglas de las jerarquías. La legislación penal admite la cadena (sic) perpetua y en algunos países la pena de muerte; estos condenados irían directo al infierno. El reinado de la crueldad está en la mente del hombre y yo pregunto ¿quiénes realizaron los mayores atentados?- Demandó el centaurino con ímpetu desconocido en él.
-Lo que dices avalaría mi tesis de enfermedad social; en realidad los problemas no son sólo de este siglo XX sino de todas las épocas y los atentados se cometieron siempre. Ahora pareciera mayor la corrupción por la publicidad de los grandes medios de comunicación que llevan las noticias por el planeta en minutos-. Aseveré todavía muy compungido.
-Los delitos no aumentaron, sólo tienen más difusión pues el periodismo los usa como llamada de atención para causar sensacionalismo y promover la venta de sus productos. La proporción en cantidad permanece constante pero hay otras conductas que subyacen, no se ven y que sin embargo deberían constituir delitos graves para la población. La mentira, el engaño y la hipocresía muchas veces ocasionan enormes daños y sin embargo son usadas constantemente por las sociedades. Precisamente estos elementos llevarán al colapso, en casi todas las naciones, primero financiero luego económico y finalmente social. Sobrevivirán los más aptos, es decir, los que posean conocimiento y puedan utilizarlos en la futura sociedad científica y tecnológica. El pensamiento mágico puede disolverse en el colapso pero dejará secuelas altamente improbables de erradicar. Las ciencias podrían ser las nuevas religiones y los científicos los nuevos sumos sacerdotes que dirigirán la nueva orquesta pero la pregunta es ¿lo harán con menos crueldad?- Preguntó el escéptico centaurino con sarcasmo.




Mientras el centaurino se arrellanaba en un sillón próximo a una ventana deseo concluir yo este capítulo con dos observaciones no tan fuertes como las de mi amigo pero sí reales, por demás evidentes y que me angustian.
En todos los países (con cualquier ideología) se promueve a los candidatos políticos a través de su imagen. Su rostro es exhibido en carteles (los cárteles prefieren el incógnito, ¡quizá los auténticos "cerebros" se ocultan detrás de sus testaferros! ¿Estará allí el "superpolítico"). Los políticos actúan. Usan un tablado, en los mitines están siempre a mayor altura con la excusa de ser vistos por la concurrencia. En realidad estamos en la cultura del espectáculo; los jóvenes se movilizan a través de artistas que escenifican en enormes estadios sus actuaciones y los políticos siguen el mismo derrotero. Artistas auténticos y políticos necesitan del escenario. Las plataformas electorales son plataformas actorales.
Otro dato fundamental. Los servicios secretos y paraestatales existen, no son una fantasía de paranoicos; utilizan métodos ilegales; secuestran y retienen cautivas a las personas en inmuebles que son propiedad del Estado, es decir, un hecho de extrema gravedad pues tiene el aval de toda la sociedad. Todo esto amparado en la impunidad que deviene del poder político, que como tal es consentido tácita (caso de las dictaduras) o expresamente (caso de las democracias electivas) por la población. Los "cerebros" existen; los intermediarios hipócritas que contribuyen con su actuación también y los ejecutores sádicos que torturan son una cruel realidad. [¿No habrá sádicos porque el resto es masoquista?..., complementa el centaurino desde su sillón].




15. Un pequeño y necesario remanso
El capítulo anterior fue tan fuerte en la descripción de una realidad que subsiste desde los prehomínidos relatados al comienzo hasta este apabullante siglo XX que nos atosigó. Por eso el centaurino me pidió que le dejara contar una anécdota de su infancia para mitigar la amargura que supone embarga al amigo lector.
Pues bien simpático centaurino como Miguel Ángel a su Moisés, "habla".
"Un maravilloso espacio azul arriba, un verde turquesa abajo cortado por castaños y verdes claros en elevaciones de tierra que orlaban bahías de arena blanca. Las playas, con la vegetación buscando la humedad del mar, incitaban a caminarlas. Ebrio de aire y de mar me lancé por las calles de una pequeña ciudad costera de una gran isla. Corrí con las ganas contenidas de un tiempo cercado por naves espaciales y galaxias. El aire puro golpeando mi rostro penetraba en los pulmones y vivificaba mi sangre. ¡No siempre los perfumes son buenos! A veces conviene sustituir el incienso por el aire que purificaría de existir las puertas abiertas en tantos lugares cerrados y sagrados. (-Era un remanso centaurino, cumple tu palabra-. Interrumpí a mi amigo viéndolo venir y no estando dispuesto a consentir, sólo por este capítulo, sus sutilezas irónicas).
"El aire me daba más energía y corría velozmente por la arena mojada donde el agua llegaba en tímidas olas que morían a mis pies. Una espuma ocre permanecía al huir la ola, breve huésped en mi ahora abierta habitación, y al enredarme en los globos, suaves y tersos, caí rendido pero henchido de placer y de alegría. Jugué con la espuma, pies y manos se permitieron hurgar con deleite; todo un mundo de pompa (¡centaurino...!) explotaba, sin dañar, en burbujas multicolores y los globitos se elevaban irradiando luces. La luz, la maravillosa luz de nuestra estrella, iluminando una playa solitaria cobijó los instantes inolvidables de un sentimental que se había perdido entre los barrotes galácticos.
Al levantarme, caminé entre la vegetación buscando el verde con un frenesí de frescura; fui dejando la costa para internarme en una maraña de arbustos y finalmente caer nuevamente pero ahora bajo la sombra de un árbol. Las ramas en lo alto se entrecruzaban y con las hojas filtraban los rayos de mi Próxima Centauri que apenas marcaban el colchón de hierbas donde descansaba. Permanecí un buen rato con los ojos entrecerrados disfrutando la deliciosa penumbra mientras el gorgeo de pájaros desconocidos me arrullaba. Sentí que la naturaleza me mimaba.
Regresé a mi infancia y a la ternura de un niño mirando los pájaros de un parque; a su alrededor las hondas que lanzaban piedras y la angustia de ver caer al pajarillo que dejó de trinar. Lloró con la abismal congoja de su aflicción; las lágrimas, al ver el cuerpecito del ave, fueron catarata. Se inclinó, mientras la burla de los otros niños pobló sus oídos alejándose triunfantes por haber abatido al cantor; allí ante sus azorados ojos estaba el pequeño inmóvil. Las plumas agitadas por una suave brisa otoñal parecían brillar como gemas preciosas; en el flanco un rubí resplandeciente las opacó repentinamente. El rubí estalló en gotas que manaron suaves tiñendo las plumillas de un rojo carmesí; todo fue un plumón rojo. De pronto las lágrimas del niño, que eran catarata, al languidecer por sus mejillas cobraron fuerza de aluvión y resbalaron por las acariciadas plumas; el rocío fue diluyendo el rojo al restañar la sangre. Los colores primigenios retornaron; el plumón palpitó en agitar de patitas; los ojillos se entreabrieron y la mirada del niño cruzóse con la del ave; una gota que estirándose quedó retrasada, resbaló de la mejilla y, al estar reclinado el pequeño sobre el otro más pequeño y más indefenso, cayó justo en el pico que se abría sediento. Antes de que el niño pudiese acariciarlo, ahora con las manos, el inquieto plumón revivió, resurgiendo como un nuevo Fénix y batiendo alitas elevóse a su rama. El niño, atónito, fascinado, vio cómo su amigo volvió a trinar en un canto único, sublime y sólo para él. Ahora sus lágrimas fueron de una inmensa alegría...
Un ruidoso batir de alas en lo alto me despertó del recuerdo infantil. Sonriendo y feliz levanté mi cuerpo del mullido colchón de hojarasca. Una parte de mí quedó para siempre allí."
El centaurino sonriendo dulcemente dejó vagar sus ojos y acunó un largo silencio...




¡Ay centaurino, centaurino!, tu mundo imaginario me reconforta. Quizás algún día aquí en nuestro amado planeta azul podamos echar al vuelo miles, millones de pajarillos multicolores como mensajeros de amor y caricias de ternura, sin fronteras ni odios y que todos los niños puedan aprehender tu recuerdo para no imitar un tiempo moribundo de violencia.
 

16. Otro hito histórico
Hacia el año 300 antes de nuestra era, Alejandro Magno fundó la ciudad de Alejandría. Por setecientos años brilló como una joya preciosa del intelecto, del arte y del quehacer científico. Nada queda de ésa singular ciudad; el miedo al conocimiento, la opresión, los sectarismos primitivos, el pensamiento mágico, arrasaron casi todo de la antigua ciudad. Sólo quedó su recuerdo como un faro...a propósito la bella ciudad tenía un enorme faro, el Faros, una de las siete maravillas del mundo antiguo.
Pero lo mejor de Alejandría era su biblioteca y el museo (institución dedicada a las especialidades de las nueve musas); de esta biblioteca lo único que queda es un húmedo sótano del Serapeo, el anexo de la biblioteca, primitivamente un templo y luego reconsagrado al conocimiento.
En su apogeo una gran cantidad de eruditos exploraban la física, la medicina, la literatura, la geografía, la astronomía, la filosofía, las matemáticas, la biología, la ingeniería. El saber erudito y las ciencias pululaban en sus grandes salas. La Biblioteca de Alejandría fue el lugar donde los homo sapiens reunieron por primera vez el conocimiento de manera seria y sistemática. Fue allí que Eratóstenes hace dos mil trescientos años descubrió el tamaño de la Tierra. Eratóstenes fue astrónomo, historiador, poeta, matemático, geógrafo y director de la gran Biblioteca de Alejandría. Los libros acumulados eran papiros arrollados y escritos a mano, en uno de ellos leyó que en un puesto avanzado del sur del país, cerca de la primera catarata del Nilo, en el mediodía del 21 de junio un palo vertical no proyectaba sombra. En el solsticio de verano, que es el día más largo del año, al mediodía las columnas del templo no proyectaban sombra; en ese instante el sol podía verse reflejado en el agua de un pozo hondo; el sol estaba directamente sobre las cabezas. Estas observaciones tan elementales que cualquiera pasaba por alto, palos, sombras, reflejos en pozos, el Sol directo por encima de las cabezas, llamaron sin embargo la atención del científico Eratóstenes. Quiso hacer un experimento y observar si también en Alejandría los palos verticales no proyectaban sombras el mediodía del 21 de junio. Pero descubrió que sí lo hacían. Curioso se preguntó cómo era que en el mismo instante un palo no proyectaba ninguna sombra muy al sur de Alejandría y que en ésta la sombra fuese pronunciada. Si la Tierra fuese plana los dos palos en el mismo instante no proyectarían sombra alguna; lo mismo sucedería (caso de Tierra plana) si los dos palos proyectaran sombras de igual longitud (siempre en el mismo instante). Pero ¿cómo explicarse que al sur el palo no daba sombra y en Alejandría sí, siempre al mismo tiempo? La única respuesta posible era que la superficie de la Tierra fuera curva. El científico Eratóstenes fue más allá; el Sol está tan lejos que sus rayos son paralelos cuando llegan a la Tierra, cuanto mayor sea la curvatura más será la diferencia entre las longitudes de las sombras. La diferencia observada en las longitudes de las sombras marcaba que la distancia entre Alejandría y el lugar al sur fuera de unos siete grados a lo largo de la superficie de la Tierra, imaginando los palos prolongados hasta el centro de la Tierra formarían allí un ángulo de siete grados. Siete grados es de manera aproximada una cincuentava parte de los trescientos sesenta grados que contiene la circunferencia entera de la Tierra. El astrónomo y matemático Eratóstenes sabía que la distancia entre Alejandría y aquel lugar al sur del país era de unos 800 kilómetros (¡contrató a un hombre para que lo midiera a pasos!). Ochocientos kilómetros por cincuenta dan cuarenta mil kilómetros: calculó que ésa debía ser la circunferencia de la Tierra. Precisamente es la respuesta exacta. Las herramientas de Eratóstenes fueron palos, ojo, su cerebro de científico inclinado a la experimentación y los pies del hombre que lo ayudó; lamentablemente la historia no registra su nombre. ¡Cuántos anónimos trabajadores tuvo el acceso al conocimiento! Nos queda el consuelo de la mención de Eratóstenes de su ignoto colaborador [aunque el centaurino acota que lo habrá hecho para confirmar sus aseveraciones, él siempre tan suspicaz]. Con tan simples elementos calculó la circunferencia de la Tierra con un error mínimo (sólo unas partes por ciento); éxito considerable obtenido hace dos mil doscientos años y que lo acredita como el primer ser humano que midió con extraordinaria precisión el tamaño de un planeta.
El descubrimiento de Eratóstenes permitió que hombres tan prácticos como los navegantes comenzaran la aventura de los viajes de exploración de manera sistemática ya que cuatrocientos años antes de Eratóstenes los fenicios habían circunnavegado África.
El descubrimiento de América por Colón se debe en gran parte a sus lecturas de las obras de geógrafos como Eratóstenes, Estrabón y Tolomeo. Ahora se sabe que Colón hizo una amable engañifa con sus cálculos, utilizando la menor circunferencia posible de la Tierra y la mayor extensión hacia el este de Asia que pudo hallar en los libros de que disponía. Gracias a esta triquiñuela logró efectuar su primera expedición y gracias a todos los dioses que estaba América en el medio...
En la actualidad un satélite artificial puede fotografiar y filmar nuestro planeta; observando su forma esférica sólida de proporciones similares a las calculadas por el alejandrino Eratóstenes surge una exclamación de respeto (el esbozado en este texto) y de cálida admiración a su razonar experimental y no especulativo; a su imaginación fértil pero con curiosidad práctica; a su trabajo de ojos, pies (de su colaborador deportivo) y cerebro inquieto; a su valentía de explorar lo desconocido.


En Alejandría brillaron además de Eratóstenes, el astrónomo Hiparco que organizó y elaboró mapas con las constelaciones además de estimar el brillo de estrellas; Euclides, uno de los pilares de la geometría bidimensional (hoy día sus postulados son corregidos por la geometría espacial, pero no debe olvidarse su nombre por sus relevantes méritos); Herófilo, un fisiólogo que estableció de manera indudable (¡ya en ésa época!) que la inteligencia está radicada en el cerebro y no en el corazón; Herón de Alejandría, inventor de cajas con engranajes y aparatos de vapor y autor de "Autómata" ¡la primera obra sobre robots!; el matemático Apolonio de Pérgamo, demostró la elipse, parábola e hipérbola las curvas que como actualmente sabemos siguen en sus órbitas los planetas, los cometas y las estrellas; Arquímedes el máximo genio mecánico de la antigüedad y dejo para el final al astrónomo y geógrafo Tolomeo pues aquí el centaurino dio un respingo...y pide la palabra. (Recuerde el lector que terminó el capítulo del remanso).
Tolomeo compiló en gran medida lo que es hoy día la pseudociencia de la astrología. Imaginó un universo centrado en la Tierra que luego fue utilizado en la Edad Media por la Inquisición para atacar a Giordano Bruno, a Copérnico y a Galileo Galilei. Pero Tolomeo no es culpable de los delitos que se cometieron en su nombre, sólo tuvo un yerro descomunal lo cual nos obliga a recordar que la capacidad intelectual por sí sola no es garantía de corrección. Comparemos con los experimentos de Eratóstenes que probaban de manera indubitable la curvatura de la Tierra y veremos cómo funciona la ciencia y la metodología científica experimental que exige comprobaciones de las hipótesis imaginadas o de que los experimentos repetidos confirmen las aserciones.
Grandes hombres pero también una gran mujer, Hipatia cuyo martirio ya fue narrado y significó la destrucción de la Biblioteca de Alejandría siete siglos después de su fundación y el comienzo de la era del oscurantismo.


17. Al centaurino le aparecen contradictores
Yo hice mi educación primaria en una escuela de Hermanos Maristas, institución perteneciente a la Iglesia Católica Apostólica Romana. Toda mi infancia y gran parte de mi adolescencia transcurrió en un ambiente (en el aspecto educativo) en contacto estrecho con la doctrina católica. Por consiguiente mis conocimientos de ésta religión son abundantes e involucrados con pensamientos emocionales, ya que cumplía todos los ritos con total convencimiento de su sacralidad; en cambio mi contacto con las otras religiones es como objeto de estudio sin participación emocional. Promediando la educación secundaria mi natural curiosidad me llevó a indagar sobre el mundo que me rodeaba y a plantearme interrogantes. Advierta el lector el símil con Descartes (él fue a una escuela jesuita) [quizá de allí el debate exhaustivo con el amigo Renato. Puntualiza el siempre despierto centaurino], pero yo no tuve la inclinación por la carrera militar como Descartes. Mi educación secundaria la realicé en el Colegio Nacional de Buenos Aires, institución que depende de la Universidad Nacional de Buenos Aires; esto último hace que dicho Nacional sea muy exigente (6 años en lugar de 5 años) y los profesores son, en su mayoría, de la Universidad. Además tiene materias que lo distinguen (por ejemplo, latín, cosmografía, etc.) de otros similares. Los profesores son, en gran medida, de un nivel excepcional por su talento y por la forma de enseñar. Esta preparación tan estricta (por aquellos años, ahora es más "suave") determinó que mi carrera universitaria tuviese bases muy sólidas. Un ejemplo de esto es la distinción, en los exámenes de la universidad, que hacían los profesores con los ex alumnos del Buenos Aires; buenas notas y ser colaboradores de cátedra. Admito que teníamos mejores bases que el resto pero luego en la carrera universitaria se emparejan las cosas pues la especialización es la misma para todos; eso sí, queda una buena cultura general que, en mi caso me llevó a estudios más profundos sobre diversas materias. Estos datos son importantes para comprender mi predisposición a la investigación; siempre me gustó estudiar, encuentro sumo placer en ello. Incursioné, con pasión, primero en la filosofía, luego en las ciencias y, como todo joven, me deleité con las doctrinas políticas (sistemas ideológicos en boga) pero por alguna extraña intuición no accionaba en la práctica. Sólo leía y estudiaba todas las ideologías y votaba (cuando había elecciones pues en esa época raleaban) a diversos partidos dentro del espectro del centro izquierda o izquierda. Nunca actué en la práctica política, lo recalco pues ahora que soy mayorcito comprendo mi intuición de ése entonces. También comprendo mi actual postura con respecto a las doctrinas religiosas en general, pues el vivir con emoción y práctica activa una religión en particular me permitió advertir su elevada dosis de pensamientos emocionales y la enorme necesidad que tenemos los humanos de protección. Por ello comprendo al amigo Descartes y a todos los filósofos que buscaban a través del razonamiento a ése padre que los protegiese.
Porque de esto se trata: la búsqueda de un padre protector que nos cuide. Esta idea necesita de la otra: la certeza absoluta en ése cuidado. Y el único que puede hacerlo es un Dios Todopoderoso, Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente que siempre va a estar y nunca nos va a abandonar; más aún de alguna forma viviremos eternamente. Esto y sólo esto nos tranquiliza y nos consuela a los humanos. Yo lo sentí y por eso lo comprendo; la sugestión de una idea así es inmensamente consoladora y, en apariencia, le da un sentido a la vida humana.
Tengo amigos que practican distintas religiones y suelo reunirme con ellos en cordial camaradería. A veces se suscitan jugosos debates donde se intercambian ideas de todo tipo. Un matrimonio muy amigo, María y José son sus nombres, vinieron a cenar un sábado a mi casa. Son buenas personas y debemos recordar que éstas (las buenas personas -¡cómo me deleito en recalcarlo!, ¿se nota?-) se caracterizan por su tolerancia. Y allí se produjo el siguiente diálogo con intervención del centaurino.
-Uds. son creyentes ¿verdad?- Lanzó como un dardo el centaurino pero con una amable sonrisa que suavizó la pregunta.
-¿Te refieres a creer en Dios?- Respondió con candorosa inflexión en la voz María.
-Sí. ¿Y cómo te lo imaginas?- Prosiguió el centaurino manteniendo la sonrisa.
-Yo soy católica y José es judío pero no tenemos problemas pues cada uno practica su rito con "liviandad"; no somos fanáticos. Yo voy a misa todos los domingos y José va al templo cuando lo desea. Me imagino a Dios como un ser sobrenatural, omnipotente y creador de todo el universo... más o menos como se lo imagina todo el mundo... ¡Qué te puedo decir! Dios es Dios. El ser supremo. Algo tiene que haber. Si no ¿quién hizo el universo?-
Hubo un corto silencio. Esto me permitió darme cuenta que el centaurino apuntaba hacia algo. A través de un lenguaje metafórico dialogaría conmigo diciendo cosas de vital importancia. Luego en el repaso de todo el material confirmaría lo que intuí en ese instante.
-Todo el mundo cree en Dios; hay distintas religiones pero todos creen en un ser supremo-. Acotó José ya interesándose en la cuestión quizá con ánimo de promoción.
-Es verdad. La inmensa mayoría de la gente tiene algún tipo de creencia religiosa o al menos cree en un dios hacedor de todo; podríamos decir que el noventa y cinco por ciento de las personas. Yo llamo a ese sentimiento (o si Uds. quieren idea): religiosidad difusa. El cinco por ciento restante son los ateos propiamente dichos, es decir, los que rechazan la idea de dios. En la mayoría digo difusa porque algunos son más creyentes que otros pero todos tienen la idea de algo superior-. Manifesté tratando de colaborar con el centaurino y sin herir la susceptibilidad de los amigos.
Mirándome significativamente el centaurino preguntó al matrimonio:
-¿Y no les llamó la atención que casi todos tengan la misma idea? La idea de un dios es algo que casi todos toman y muy pocos discuten. Pueden pelear por religiones y por la supremacía de cada una. Irlanda es un ejemplo o las guerras santas del islam o a lo largo de la historia las múltiples guerras religiosas entre católicos y protestantes; cada religión se dice la verdadera pero eso es una cuestión de poder, yo destaco la simple idea de un dios que casi no se polemiza. Se toma como algo natural su creencia. Son muy pocos los autores que planteen la creencia en un dios como un dato fundamental a debatir pues hace al meollo de la condición humana. ¿No es insólito este hecho?-
-Yo no lo veo tan chocante-. Afirmó con gesto de extrañeza José.
-Si todos creen será entonces porque existe-. Pontificó María.
-Precisamente-. Dijo con firmeza, en un tono raro y enigmático, el centaurino acariciando su mentón en un gesto típico.
-¡Cómo que existe, si tú eres ateo!- Exclamó estupefacto José mirando al centaurino sin entender nada.
-Sí, soy ateo. Pero ésa no es la cuestión. Imaginemos que por alguna causa desconocida todos los seres humanos nos extingamos como especie. Tal supuesto no es tan estrafalario pues ya sucedió anteriormente con otras especies y todos nosotros recordamos a los dinosaurios, por ejemplo. De su existencia no caben dudas pues sus restos fósiles fueron encontrados bajo tierra e inclusive en los museos de ciencias naturales de todo el planeta se hallan exhibidos. Bien, los dinosaurios se extinguieron hace alrededor de 65 millones de años. Los científicos consideran dos tesis sobre este hecho: o el estallido de una supernova más o menos cercana que produjo radiaciones que afectaron la atmósfera terrestre o el impacto de un cometa gigantesco que levantó hacia la atmósfera un polvo tan denso que afectó la vida de varias especies vegetales y animales, entre ellas los dinosaurios. Bueno, imaginemos que ahora nos extingamos nosotros, los "homo sapiens"...- Todo esto lo fue diciendo el centaurino con marcado tono triste y una inflexión en la voz que no alcancé a interpretar acabadamente.
-Eso no puede pasar nunca. Dios no lo permitiría-. Aseveró muy convencida María.
-Como puedes asegurar eso. ¿Acaso tú conoces los proyectos de ése tu dios? Te recuerdo que la mayoría de las religiones contemplan un fin del mundo con premio de vida eterna para sus adeptos y castigo de sufrimiento también eterno para los herejes o malvados. Esta escatología es casi universal en las creencias. ¿No es extraño también esto?- Prosiguió implacable el centaurino.
-Bueno, los que creemos en una vida más allá de la muerte tenemos asegurada la vida eterna y al menos en ése mundo junto a Dios no nos extinguiremos. El hombre, como la obra de Dios más perfecta, es su especial criatura y nos dotó de un alma eterna que jamás podrá extinguirse. No somos animales, somos seres superiores dotados de un alma inmortal que vivirá eternamente-. Completó María con decisión y total convencimiento.
-Tú lo has dicho-. Sintetizó el centaurino mirando primero a María y luego a mí con ojos penetrantes que lanzaban saetas de profunda significación.
 

18. Más sobre delitos, corrupción y mafias
El fanatismo está en todas las ideologías y ahora se encuentra aliado con las grandes mafias del contrabando de armas y de drogas químicas. Este fabuloso negocio maneja seiscientos cincuenta mil millones de dólares que se comercializan por año en el planeta. Si se cortara quebrarían muchas empresas y podría ser un colapso; ¡cuántas honestas fundaciones se hicieron con dinero "lavado" del narcotráfico! En algunos países dichos fondos sustentan comunidades enteras.
La forma de pensar totalitaria y ecuménica que fanatiza, trabaja usando la metodología de las grandes mafias.
La lucha contra las mafias es altamente improbable de ganarla. Los delincuentes están enquistados en todos los órganos del poder pero no solamente en un país sino en todo el mundo. Sólo se podrán ganar batallas parciales pero nunca la guerra final; ésta la librarán las mafias y cárteles entre sí por el predominio en la etapa final. El curso de los acontecimientos lleva un ritmo acelerado; la codicia típica del ser humano ya es imparable y los grandes imperios financieros están prácticamente controlados desde hace tiempo por las sociedades mafiosas directamente o por medio de intermediarios. Hay información de que la caída del imperio llamado socialista (en realidad capitalismo de estado) fue hecha comprando a sus dirigentes con grandes sumas de dinero y esto se hizo en varios tramos. Las actuales mafias que reinan en el ex imperio soviético son la exteriorización de las que trabajaban clandestinamente durante el apogeo del capitalismo de estado. Simplemente ahora lo hacen a la luz y sin oposición; más aún con la complicidad de los jerarcas burócratas comprados. Los ex jefes de las reparticiones estatales ahora pasean por el mundo diciendo tonteras financiados generosamente; los ex jerarcas de todos los ex servicios secretos ahora son "personas respetables" que dan conferencias en los diversos países (yo escuché a varios; testifico que dicen estupideces) y cuentan sus intimidades de represión pasada sin tapujos y con el beneplácito de los funcionarios actuales de adentro y de afuera de las respectivas naciones. Para occidente antes eran déspotas crueles y ahora son "héroes de la libertad"; cosas de la hipocresía universal. Tienen guerras mafiosas con Estados que tratan de independizarse del poder central (caso de Chechenia) y ya están en el contrabandeo de armas y de drogas químicas.
Y no son presunciones muy aventuradas decir que los ex jerarcas soviéticos fueron comprados pues hace poco el señor Gorbachov manifestó esto públicamente (yo lo vi y escuché en un reportaje televisivo) y hasta dijo que empresas de varios países lo financiaron y lo siguen haciendo actualmente; además hay fehacientes pruebas de testigos que avalan estas afirmaciones. Con el tiempo la historia lo develará todo cuando, como dije en el capítulo 11, prescriban (liberarse de una obligación por el transcurso del tiempo) los delitos. La codicia es el motor de la humanidad. Ya Napoleón (que era corzo y valga el juego de palabras) puntualizó: "todos los hombres tienen su precio" y yo estoy de acuerdo con ésa aserción. Comprar hombres claves es una modalidad mafiosa; luego estos hombres quedan a merced de las organizaciones pues en caso de incumplimiento se generan las represalias. Hay épocas más propicias para efectuar estos negocios y gente más proclive que otra para concretarlos. Las personas incorruptibles son una mutación de la naturaleza (quizá como los ateos).




Lo que estoy planteando es real no es ficción, son "los numerosos problemas e interrogantes que conmueven a la sociedad contemporánea"; comprobémoslo como diría un científico y utilizando el método propuesto en el texto (el pensamiento crítico y no el pensamiento mágico).
En Italia se está procesando a varios políticos de diferentes partidos. En otros países (como en la Argentina por ejemplo) la estrategia es hacer negocios que defraudan al erario y luego emigrar por un tiempo hasta que la gente olvide el negociado que afectó al tesoro público; los jueces, al no ser independientes, no investigan o si lo hacen no aceptan las escasas pruebas que se logran; inclusive se destruyen pruebas dolosamente. El emigrado (enriquecido ilícitamente) luego de un tiempo regresa a su país y la justicia, por falta de pruebas, lo declara sobreseído. Durante su etapa de emigrado el ex funcionario puede estudiar en buenas universidades para obtener algún "master" que lo jerarquice al regresar (caso Manzano) o en otra ocasión vive espléndidamente en Costa Rica y luego retorna siendo sobreseído por falta de pruebas y sin que la causa afecte su buen nombre y honor (caso ex gobernador Vanrell). También en la Argentina hace poco tiempo el propio ministro de economía señor Cavallo hizo una denuncia pública; fue en un renombrado programa de televisión del periodista doctor Mariano Grondona donde el ministro acusó a las mafias (usó exactamente ésta palabra) de presionar sobre el gobierno avaladas por algunos funcionarios del propio Poder Ejecutivo y de jueces proclives a la impunidad; además denunció a otro reputado periodista, el señor Daniel Hadad, de ser un agente de un empresario mafioso (según aseveró el ministro Cavallo) que sí denunció: el señor Yabrán. El hecho causó conmoción en el país pues era la primera vez que se admitía públicamente por parte, nada menos que del ministro más importante del gabinete, la existencia de mafias y usando éste término. Por tal motivo fue interpelado en la Cámara de Diputados. Esta sesión duró muchas horas, fue televisada y el diputado Moreau le exigió al ministro que diese más nombres pero de funcionarios. El ministro evadió la respuesta pero sí dijo que otro funcionario del Ejecutivo habría presionado para que se le otorgara la concesión de una radio al periodista Daniel Hadad, el personero, según el ministro Cavallo, del mafioso, también según el ministro Cavallo, señor Yabrán. Un diputado, el señor Varela Cid (quizás un "chivo expiatorio"), fue suspendido en sus funciones por pedir contribuciones para su campaña, a cambio del no tratamiento de una ley sobre correos, a sectores empresarios que se oponen al monopolio que intenta hacer el ahora célebre empresario Yabrán. Precisamente este señor Yabrán fue el denunciado por el ministro Cavallo en la audición del doctor Grondona de ser mafioso y de querer apoderarse monopólicamente del correo que se intenta privatizar desalojando a los otros pequeños empresarios que efectúan correos locales. Y aquí llegamos al quid de la cuestión: se podrá o no se podrá inspeccionar por la autoridad directa (policía, gendarmería, etc) sin el aval de un juez, que puede hallarse a muchos kilómetros de distancia, las sacas de correspondencia en rigor las grandes encomiendas. Por éstas se supone que entran drogas al país... Gracias al revuelo que armó todo el asunto por el momento dicha ley que privatiza el correo nacional y que impide la inspección (de las encomiendas grandes) está frenada en el Congreso (¡ya había sido aprobada por la Cámara de Senadores!) y la cuestión se halla transitoriamente congelada. Ahora bien parecería que el bueno de la película es el ministro Cavallo por hacer tan aparatosa denuncia, sin embargo el centaurino barrunta y pregunta ¿no será la guerra entre mafias? El ministro es un cabal representante de la fundación Mediterránea que goza de gran poder y aparente prestigio... Dentro de veinte años cuando prescriban los hechos se sabrá como fue en realidad todo. Aunque ahora como dato ilustrativo conviene puntualizar que el señor Domingo Cavallo es la misma persona que en los años 1980-1981 tenía el cargo de presidente del Banco Central de la República Argentina. En ésa época usurpaba el poder un gobierno militar (dictadura a pesar de que existía una Suprema Corte de Justicia, más adelante explico sobre la "doctrina de los gobiernos de facto"). Pues bien el mismo señor Cavallo (ahora ministro de un gobierno democrático, elegido por el pueblo), en aquellos años cuando era presidente del referido Banco Central (y el gobierno era una dictadura, avalada por los jueces) fue uno de los artífices, en razón de su cargo, de la llamada licuación de pasivos de las empresas. Esto es, tasas de interés mucho más bajas (2 % mensual) que la inflación de la moneda que en aquél tiempo era del 17 % mensual o más; las tasas de interés las fijaba el Banco Central y que a su vez era garantía total de todos los depósitos bancarios, es decir que la diferencia la pagaba el Estado con emisión de moneda espúrea que reciclaba la inflación. Pero hay más aún, existía en los comienzos de ése gobierno militar entre 1976 y 1980 un ingenioso y perverso mecanismo de vaciamiento de empresas; éstas solicitaban créditos al exterior que luego no pagaban; los montos casi ni se giraban, pasaban a una cuenta personal, también en el exterior, de los dueños reales de las empresas. De ésa deuda se hacía cargo el Estado nacional: la deuda privada externa se transformaba así en deuda pública externa. Todo el pueblo de la nación debía pagar ésa deuda mientras el monto del crédito estaba en las cuentas de empresarios apañados por el poder. El corsé de la deuda externa se estrechó... Haciendo números: antes de la toma del poder por los militares la deuda pública externa era de alrededor de seis mil millones de dólares. Al término de ése gobierno militar la misma deuda, por los artilugios señalados antes y siendo uno de sus mayores artífices el abogado (!) Martínez de Hoz, fue de cuarenta y cinco mil millones de dólares. Conviene puntualizar que dicho abogado, Martínez de Hoz, fue el primer ministro de economía del gobierno militar y que luego, en democracia, tuvo un proceso judicial donde fue sobreseído...imagine el lector porqué; sí, imaginó bien: por falta de pruebas. En la actualidad (con gobiernos democráticos, elegidos por el pueblo) la deuda externa oscila en los ochenta mil millones aunque los puristas de la economía señalan más de ciento doce mil millones contando algunos rubros que en otras cuentas no se suman. Esta deuda pública externa sigue aumentando vertiginosamente a pesar de que se está pagando; ¿artimañas de la economía? o ¡trampas de los homo sapiens! dice el centaurino. Otro dato, el periodista Grondona confeccionó, en la década de los años sesenta un afamado bando militar, el comunicado 151, de otra dictadura que había usurpado el poder en el año 1962. Grondona se arrepintió de lo hecho en sus años mozos, hizo un "mea culpa" público y ahora es periodista democrático; el señor Domingo Cavallo también hizo otro "mea culpa" y ahora es ministro de un gobierno democrático... ah, el doctor Mariano Grondona es...¡abogado! Cosas de los homo sapiens, gorgoritea el centaurino pero con la vista fija en los números de la deuda pública externa que crecen siempre, como un niño bien alimentado. ¿Serán adultos algún día? Exactamente como ahora, luego de diecinueve años, los señores que tiraron desde aviones al mar durante el gobierno militar en 1976 a personas vivas y detenidas a su disposición, lo confiesan en la misma audición televisiva del doctor Mariano Grondona. Aclararon que los echaban en zona poblada de tiburones para que no quedasen despojos; algunos de estos vuelos habrán fallado en ése objetivo pues pobladores de zonas ribereñas denunciaron la existencia de cadáveres sobre la playa en aquel tiempo pero fueron prontamente silenciados. Claro, por aquellos testimonios se presumía cómo habían desaparecido las personas pero sólo se tiene la prueba ahora con la confesión de los delincuentes...salvo el detalle de la prescripción; han pasado veinte años... Fuerza es reconocerlo en los programas televisivos del doctor Grondona se nota un claro ámbito de libertad, quizá su disculpa fue un real "mea culpa" y no un hipócrita "mea culpa". La historia lo descubrirá...¿o no?
En el Brasil el presidente Collor de Mellho fue enjuiciado y desalojado del poder por el parlamento en un caso ejemplar que tuvo en vilo a todo el país y al mundo; el "ejecutor" fue su secretario personal, P.C. Farias, buscado afanosamente (sic) por Interpol (el centaurino señala: la representación teatral fue notable) durante meses y finalmente apresado; por supuesto (tiene una fortuna personal inmensa) fue luego sobreseído por falta de pruebas; el ex presidente finalmente también fue declarado inocente en el proceso penal pero al menos fue echado del poder; el centaurino dice: ¡vaya consuelo, le seguirá otro y adelante!.
Actualmente en Colombia el presidente Samper está bajo firme sospecha (investigado e interrogado por un juez) de haber financiado su campaña electoral con fondos de los cárteles de narcotráfico de Cali y Medellín.
En Ecuador el vicepresidente Alberto Dahik tuvo que renunciar y está procesado por malversación de fondos reservados (¡ésos fondos secretos que se usan discrecionalmente!); traspasó fondos reservados a cuentas privadas. Huyó a Costa Rica pidiendo asilo político; como el delito del cual se lo acusa no es político sino común, de acuerdo al derecho internacional público no corresponde el asilo. Veremos como concluye la historia...
En Venezuela el ex presidente Carlos Andrés Pérez está siendo juzgado por malversación de Fondos Reservados o Partidas Secretas.
En Corea del Sur el presidente que ejerció el poder entre los años 1988 y 1993 confesó públicamente por televisión ser el responsable del desvío de seiscientos cincuenta y cuatro millones de dólares de fondos reservados (¡los hay en todos los países!) a cuentas particulares para beneficiar a su partido político y a sí mismo; "a confesión de parte relevo de prueba" pero fue un "chivo expiatorio" de todo un régimen corrupto. Los estudiantes son los primeros en salir a la calle para denunciar tanta bajeza ya que lo hicieron antes de la "confesión" del ex presidente y siempre fueron reprimidos salvajemente por una policía cómplice. La situación del partido gobernante se torna insostenible...
En Italia el funcionario que delinquió no emigra y se queda, quizá confiando en la impunidad de tantos años. Fuerza es reconocerlo: el método lo inventaron los italianos (un gran artífice fue De Michelis); el resto simplemente lo copió. La impunidad en Italia duró más de cuarenta años; con democracia pero sin jueces de manos limpias. La diferencia con otras naciones es que allí los funcionarios no emigraron (salvo el caso del ex primer ministro Benito Craxi que escapó a un país del norte de África pero luego fue apresado); se quedaron y ahora afrontan la situación con bastante entereza en algunos casos (por ejemplo Andreotti, que curiosamente alega ser un "chivo expiatorio" descargando la culpa en otros; el centaurino rubrica: ¿entonces reconoce que hay culpables de delitos?, y agrega con sorna, no existen delitos pero que los hay...¡vaya si los hay!...).
Sin embargo sigue subsistente el problema de las pruebas. Se trata de delitos muy difíciles de comprobar y sin pruebas no hay condena. La cuestión es complejísima. El otro aspecto es la alianza de estos políticos, funcionarios y empresarios con las grandes mafias.
Conviene puntualizar que no solamente los políticos están involucrados en estas defraudaciones al erario sino también empresarios; algunos de ellos intentaron actuar en política, caso Berlusconi, pero fracasaron (luego de ejercer brevemente el poder) pues se les descubrieron sus negociados y debieron ceder posiciones; en éste caso el hermano de Berlusconi estaba involucrado en cohechos con funcionarios, obviamente fue el ejecutor ya que el cerebro, ¡que duda cabe!, era el primer Berlusconi. Este señor posee enormes cadenas de medios masivos de comunicación, entre otros negocios, y aquí se advierte cómo se manipula a la opinión pública a través de éstos medios (por eso ganó la elección); el pensamiento mágico, sin crítica, en todo su esplendor. Una forma muy desarrollada es la de la coima (cohecho): estos sobornos y dádivas con que se procura inclinar la voluntad de los funcionarios para obtener ventajas en contrataciones públicas; o el peculado: la directa sustracción de caudales o efectos del tesoro público. Detrás de todo está la codicia y la ambición de más poder.
Siempre en Italia los jueces (caso juez Di Pietro) de manos limpias, como los llama la prensa y el público, están haciendo mucho pero no es lo suficiente. Hicieron caer con su acción todo un régimen corrupto pero el idilio duró poco; los viejos zorros, con ropajes nuevos, intentan proseguir con sus artificios fraudulentos. El delito tiene una fuerza avasallante y además está avalado por las grandes sociedades secretas mafiosas y "honorables" con sus códigos internos que permiten el desarrollo tipo telaraña. El delito está enclavado en el poder. No existe la menor duda. En todas las naciones una gran cantidad de funcionarios de los distintos poderes del estado son corruptos y delinquen con impunidad. Las pruebas desaparecen y resulta casi imposible el juicio con condena por los delitos cometidos. Cuando hay juicios en la inmensa mayoría de los casos se otorga el sobreseimiento definitivo por falta de pruebas. El quid de la cuestión es la prueba y el poder que genera impunidad y destrucción de las pruebas.
Pero ¿por qué se produjo en Italia tanta corrupción?
Luego de la segunda guerra mundial tuvieron un período de escasez y dificultades de todo tipo. En pocos años lograron revertir el proceso y un fabuloso auge de la producción con nuevas formas de industrialización fue convirtiéndolos paulatinamente en el quinto país del planeta en desarrollo económico. La miseria se trastrocó en una enorme potencia industrial que permitió y facilitó el comienzo de la corrupción. El nivel de vida se elevó en conjunción con la industrialización, produciendo aumento del consumo y llevando al país por los canales de la riqueza colectiva. Esta sociedad de consumo se tornó permisiva pues se razonaba que si los políticos los habían llevado a la abundancia de bienes podían tomar algo a cambio. Esta tolerancia con la corrupción fue dándose por tramos, no de golpe, el ciudadano común no sabía con exactitud las maniobras delictivas, sólo las intuía pero las justificaba: "nos dieron tanto que pueden tomar algo, se lo permitimos". Era un retorno ideológico al feudalismo: el señor feudal podía disponer de bienes, hacienda y personas; los siervos de la gleba de la Edad Media se transformaron en los modernos y consumistas ciudadanos de las potencias industriales. En rigor nada cambia: el pan y circo de los antiguos romanos es el consumo y el entretenimiento tecnológico de nuestras modernas sociedades. Por eso la fiesta duró casi cincuenta años y como la abundancia prosigue puede continuar a pesar de los esfuerzos de los jueces de manos limpias para remediar la injusticia.
En otros países la situación no es similar. La fiesta fue a medias; sólo una clase pudo participar de la juerga del consumo desmedido al privatizar y recibir algo (no el justo precio) por las empresas del estado. Pero al acabarse las "joyas de la abuela" si no tienen producción (como sí la tuvo y tiene Italia) pueden caer en el colapso.




De todas maneras la lucha que se avecina va a ser entre las mafias y por el predominio de la más apta. Los pueblos quedarán marginados de esto y sólo recibirán migajas. A mediados del siglo XXI se debe estabilizar la población mundial si no los alimentos no alcanzarán; se calcula en doce mil millones de habitantes hacia el año 2050 ésa población estabilizada. Por consiguiente mucha gente quedará en el camino si no es por guerras será por miseria y por hambre. Al desarrollarse la tecnología vendrá el auge del "robotismo" y las máquinas suplantarán a las personas en muchos de los trabajos; la única forma de sobrellevar esto será con menos horas de trabajo y más de ocio. Pero si éste no se hace creador sobrevendrá el aburrimiento. Sólo el ocio creador salvará a la especie humana de un colapso mayor que la propia miseria. El camino creador no es el juego tecnológico como está sucediendo en la actualidad con nuestros jóvenes; el juego en pequeña escala puede distraer y distender pero en gran volumen se hace adictivo hasta transformarse en una variante de las drogas psíquicas (como las ideas totalizadoras ya sean religiosas o políticas). El juego es muy peligroso para la sobrevivencia de la especie pero si no intervenimos de alguna manera será el futuro de la humanidad e imagine el lector con el fabuloso desarrollo de la tecnología los juegos temibles que puedan existir. Si le unimos la característica humana de la crueldad (subyacente en casi todos los homo sapiens) podremos llegar a brutalidades que apabullarían a un inquisidor medieval del Santo Oficio Católico que torturó los cuerpos pero rezó por sus "almas". Las atrocidades que cometimos los humanos en todas las épocas y en todos los países son de extrema ferocidad pero las futuras pueden ser peores...
Al hacer hincapié en el juego futuro considero que estoy dando en el centro de una problemática que ya está llegando: el ocio y cómo manejarlo. En los adolescentes ya está incorporado y los lleva al aburrimiento que es el preludio de violencias y drogas de todo tipo para marear su conciencia.




En los delitos de corrupción no hay pruebas escritas. No se dan recibos por las coimas (cohechos) y los peculados son simples hurtos que se tapan con otras partidas presupuestarias o con el inflado de algunos gastos. Por ejemplo tenemos el caso de unos juegos deportivos que aglutinaron a media Europa; en el gasto correspondiente a una pileta de natación figura un costo de doce millones de dólares. Como el lector advertirá ése gasto está expandido a pesar de que pueda haber algún recibo que lo pruebe; se inician investigaciones administrativas que fenecen en el olvido al poco tiempo. Los complotados en el delito "adornan" con dádivas a los encargados de la pesquisa y todo muere en corto lapso; los jueces no pueden actuar por la falta o destrucción de pruebas y por la complicidad del silencio de los testigos ya sea por amenazas o simplemente por estar "tocados" con recompensas. El caso de la pileta de natación de doce millones de dólares concluirá en la penumbra y luego en el ocaso de un día de fiesta. Tenga el lector presente esto: hay que desconfiar de las fiestas; siempre se hacen para tapar algo culpable. La hipocresía es dueña y señora de nuestra especie.
En Gran Bretaña hacia el año 1980 el partido conservador quitó del poder al partido laborista mediante un golpe de estado económico fomentando huelgas prolongadas y malestar social, junto con inestabilidad económica. Recién ahora se están sacando a luz los vericuetos de ése verdadero golpe de estado que produjo un largo "establecimiento" del partido conservador con secuela de negocios y privatizaciones de empresas. Esta estrategia se repite en otros sitios con la complicidad, obviamente, de grandes empresas privadas que luego usufructúan en la gran fiesta privatizadora obteniendo pingües beneficios haciendo una inversión mínima. En el período de desestabilización del gobierno precedente estas empresas colaboran con capital favoreciendo a algún partido o grupo (los compran como a los jerarcas soviéticos) opositor; estos últimos tienen que ser personas maleables que puedan decir una cosa y luego hacer otra; con dotes actorales, es decir, hipócritas; son los intermediarios de los grandes "cerebros" que manejan desde las sombras. Este esquema se repite en muchos estados del primer, segundo o tercer mundo; da igual, el ejemplo de Gran Bretaña un país del primer mundo, que en países del tercer mundo como la Argentina donde se fotocopió el diseño.
¿Cómo puede ser que el partido desplazado no denuncie el hecho? O también están comprados, como el partido o grupo que llega al poder gracias al golpe de estado económico, o no hacen la denuncia por falta de pruebas, o tienen miedo de que no les crean y que la gente considere que la denuncia es para ocultar su incapacidad de gobernar. Las pruebas en realidad son evidentes por el comportamiento posterior del grupo que accede al poder al privatizar y beneficiar a sectores determinados en detrimento de otros. Yo más bien me inclino a la última hipótesis: el temor de que la gente considere que desean ocultar su incapacidad de gobernar si hacen la denuncia (obviamente es un partido que tiene en sus filas menos cantidad de corruptos, precisamente por eso le hacen el golpe de estado económico). Hay países donde antes de privatizar o entregar las empresas estatales a otras empresas estatales de otras naciones (esto también sucede y aquí en rigor no habría privatización sino cesión de la empresa a otra igualmente estatal) se suben los precios de los servicios que presta la compañía para que su rentabilidad aumente y todo vaya a los bolsillos de los nuevos dueños. Conviene aclarar que en el período anterior el Estado estuvo cobrando los llamados precios políticos, es decir precios muy bajos que producían escasa renta, aunque en realidad los servicios públicos explotados por el Estado no tienen porqué dar una rentabilidad, bastaría con cubrir los costos de explotación. Lo que sucede en la práctica es que existen "empresas contratistas" de las empresas estatales que hacen negocios turbios con sub y/o sobre facturaciones coimeando a los funcionarios para obtener las concesiones y/o contratos; luego estas mismas "empresas contratistas" son las beneficiarias en el proceso de "privatización", vale decir que siempre ganan: o como "contratistas del Estado" o como dueñas formales y totales. "El mismo perro con diferente collar"...
Y ésas empresas ¿están relacionadas con grupos mafiosos? A esta pregunta se la puede contestar con el famoso caso del Banco Ambrosiano. Pues bien, ése es un "leading case" en el combate contra la corrupción y las mafias. Obviamente faltan las pruebas pero costó la vida hasta de un Papa. Estamos siempre con el problema de la prueba ¿pero entonces hay delitos perfectos? Sí. Los delitos cometidos con el aval del poder son perfectos. Salvo una Justicia independiente del resto de los poderes del Estado (cosa altamente improbable) la impunidad hace que los delitos sean perfectos.
En la Argentina los jueces de la Suprema Corte de Justicia avalaron en el año 1930 un golpe de estado político a pesar de que en el código penal es delito la rebelión y hasta crearon la doctrina del "gobierno de facto". ¿Por qué hicieron tamaño dislate honorables jueces de una Suprema Corte? ¿Por qué hombres del derecho avalan la fuerza como forma de llegada al poder? ¿Por qué jueces no aplican la ley que sanciona como rebelión aquél hecho? ¿Por qué se crea una doctrina de "gobierno de facto" para justificar no cumplir la ley? El centaurino responde: el derecho también es un invento humano y sirve a la naturaleza humana para satisfacer lo que desea, es decir la codicia de bienes y de personas o sea poder. A través de un ingenioso razonar especulativo (recuerde el lector todo lo expresado antes, en la introducción, sobre que con el razonamiento sólo no basta pues éste puede usar miles de subterfugios y estratagemas para acomodarlo a su arbitrio) los señores jueces "legislaron" (ellos no pueden hacerlo) una supuesta doctrina (sí, así se llama centaurino) sobre "gobiernos de facto", es decir gobiernos de hecho que usurpan el poder por la fuerza y se legitiman por sanción de los señores jueces. Pregunta el centaurino ¿pueden ésos jueces aplicar la ley a los delincuentes mafiosos?...
Pero la gente, los pueblos ¿qué hacen?, le pregunto yo al centaurino; y éste me responde:
La estupidez es una característica básica de todos los homo sapiens y se trata de una herencia genética, transmitida en el ADN, de vuestros ancestros más lejanos como los dinosaurios. Hay una parte de vuestro sistema cerebral denominado "complejo reptílico" por el investigador Paul Mac Lean (director del laboratorio de evolución cerebral y conducta del Instituto Nacional de Salud Pública más prestigioso del planeta) y donde estarían radicadas las funciones más primitivas de la evolución biológica. Comprende la médula espinal; la médula oblongata y la protuberancia anular (o pons), que forman el cerebro posterior; y el cerebro medio o mesencéfalo integrado por la estría olfatoria, el cuerpo estriado y el globus pallidus. Este complejo reptílico junto con el sistema límbico subcortical constituido por las glándulas pituitaria, amígdala, tálamo, hipotálamo y el hipocampo gravitan para que el comportamiento reptiliano aflore muchas veces en el ser humano, interfiriendo a las funciones más evolucionadas de la corteza cerebral; esto genera el comportamiento estúpido. En ésta conducta no actúa el pensamiento crítico, analítico, propio del hemisferio izquierdo del neocórtex. Mientras el pensamiento mágico o el mecanismo de las creencias (droga psíquica) siga influenciando en vuestros actos, se repetirán los errores que los están llevando al colapso. La hipocresía es el aspecto exterior de ése actuar erróneo. Pero ésa estupidez está reforzada con otra característica básica: la codicia que hace cometer atrocidades. Como base de todo, el miedo y la búsqueda de protección. La idea del padre protector está en los gobiernos fuertes, en los dioses, en todos aquellos especiales hombres que enamoran al resto. Amigo, la seguridad (¿certeza?) en pugna con el conocimiento. Aprovecho para decirte que la lógica de dos valores: verdad y falsedad, está obsoleta. Es posible la construcción de una lógica de tres valores, con el valor de verdad intermedio de la indeterminación; en esta lógica los juicios son o verdaderos, o falsos o indeterminados. Esta última categoría de lo indeterminado surge del comportamiento de las partículas (recuerda lo dicho en el importante capítulo 10) ellas tienen un comportamiento impredecible, es decir que están regidas por el azar; este es el principio de incertidumbre de Heisenberg. El antiguo maniqueísmo quedó perimido. Lo que para algunos puede ser bueno, lo mismo para otros puede ser malo y para otros ser ni bueno ni malo, simplemente indeterminado. Las cosas pueden ser probablemente ciertas en un cierto porcentaje. Amigo homo sapiens, el universo es inconmensurablemente grande, increíblemente violento, moralmente neutro y organizado por el azar. Te respondo: los pueblos pueden hacer cualquier cosa...si quisieran; lo que sucede es que no pueden querer, los traba el ADN... sin embargo podrían, tienen la herramienta, sus cerebros...




Pero ¿hay algún país que tenga jueces autónomos? Puede haber algunos jueces en varias naciones que sean independientes pero en los Tribunales de Alzada (Cámaras, Cortes Supremas, Cortes de Casación, etc.) siempre hay una mayoría que está a la sombra del poder. Los jueces son hombres por consiguiente tienen todas las características de los seres humanos; es muy difícil encontrar homo sapiens incorruptibles casi todos son sensibles a la codicia; repito la frase de Napoleón: "todos los hombres tienen su precio"...[y las mujeres también agrega el centaurino].
En el mundo actual el manejo financiero es la cuestión básica. Los favorecidos con créditos bancarios dirigen parte de los fondos a los políticos que a su vez habían influenciado en el otorgamiento de los referidos créditos. En este círculo político-financiero los "influyentes" presionan para manipular los fondos crediticios a placer. Estos "influyentes" operan muchas veces en partidos políticos distintos pero usando la misma técnica y generalmente son amigos entre sí; por supuesto que el partido más honesto (el que tiene en sus filas menos corruptos) se perjudica con el accionar de estos sujetos. Las grandes empresas se ven favorecidas por el crédito "blando" a bajo interés y largos plazos pero a su vez ellas deben financiar las grandes campañas publicitarias, periodísticas, sociales (paros, huelgas, asaltos de supermercados por bandas contratadas, etc.), económicas (vaciamientos de empresas, inflaciones de las monedas, evasión de divisas, etc.) que desestabilizan los gobiernos para voltearlos cuando dejan de convenir a sus intereses y colocar a otros mediante hábiles manejos de la opinión pública. En todo esto hay traiciones (políticos que caen a pesar de haber cumplido sus pactos verbales con el poder económico) y castigo (golpes de estado económico) para aquellos políticos que resisten las presiones. Las mafias de las drogas químicas y de las armas ya están en este juego circular financiero-político colocando fondos a través del "lavado" de divisas y son copropietarias de los grandes grupos económicos. Este juego existe en todos los países del planeta de manera directa o indirecta.
Un mafioso famoso comentaba en rueda de amigos: "No hay pruebas y cuando las hay, las eliminamos. Aquí está el gran secreto. Cualquier intento de investigación es frenado por la falta de pruebas. Además tenemos a los jueces... El ejemplo de los jueces de manos limpias no cunde en el resto del mundo. Les cuento una anécdota. En uno de los países del sur incluso logramos hacer nombrar, por ejemplo, jueces sin experiencia alguna en trámites judiciales; ni saben redactar sentencias, hasta contratan abogados para que se las confeccionen pues ellos lo ignoran. Hacemos funcionar el amiguismo (conducta influida por la amistad en perjuicio de terceros) para conseguir impunidad. Como les dije antes tenemos bien "aceitada" la maquinaria en todos los resortes del poder. El amiguismo, la destrucción de pruebas, la impunidad y siempre el aprovechamiento de la codicia de tantos es nuestra genial estrategia. Con estos elementos las organizaciones estamos logrando lo que ningún poder hegemónico logró en la historia. Nuestro mérito es la honorabilidad y el hacer cumplir lo pactado a rajatabla, con represalias si es preciso; nadie puede evadirse de las honorables sociedades. Entre nosotros no existe la impunidad, todo se paga. "La venganza es el placer de los dioses" y nosotros nos parecemos a ellos.
-Sin embargo puede reaccionar alguno y llevar a cabo averiguaciones que lleven a la obtención de pruebas irrefutables. ¿Qué pasaría en este supuesto?- Inquirió uno de los amigos con sorna.
-En ésa hipótesis, simplemente lo compramos al denunciante. Le pagamos su precio y él retira la denuncia. Si el juez sigue el caso de oficio (en los supuestos que correspondiere hacerlo) oponemos las chicanas, todas las artimañas y argucias legales, obvio con los mejores abogados, para hacer dormir y luego fenecer el asunto. El tiempo hace olvidar todo...-"




Los casos tragicómicos son cuando hay un gran cargamento de drogas incautado por las autoridades de un país. Las cifras del embarque van oscilando, al principio se habla de una cantidad y luego de otra menor; finalmente el juez de la causa ordena quemar lo existente que era un remanente del original. Parece que esto se hace siempre en varios países y se va juntando hasta tener un buen depósito que se comercializa en el mercado sin dueño aparente. Por eso andan a la deriva hasta encontrar un comprador que lo hace a bajo precio. Es cierto que son intermediarios que se apropiaron del embarque pero también es verdad que el Estado respectivo tiene sus derechos sobre la mercadería; en rigor el intermediario es un testaferro del Estado que hizo la incautación y ése Estado luego usa el dinero para fines útiles, calles, caminos, hospitales, etc. es una manera de revertir un poco las ganancias entre la gente pero previa deducción de las comisiones respectivas para los funcionarios intervinientes.




Otra interesante cuestión que vale la pena comentar. Las Bolsas de Valores operan las veinticuatro horas del día. Cuando abre en Estados Unidos de América el mercado, cierra en oriente y viceversa con la transición del viejo mundo. Entre las tres grandes capitales (New York, Tokyo, Londres) manejan casi todos los negocios. Con la autopista informática se mueven los capitales con tremenda rapidez. En rigor casi todo es capital "golondrina", va a los sitios de mayor seguridad pero además buscan las mejores condiciones y se trasladan rápidamente de un sitio a otro. ¡Pobre del país que dependa de estos capitales viajeros! Sus finanzas se harán añicos en horas (caso de Méjico en diciembre de 1994). En cambio los países mejor gobernados buscan producir y exportar con capitales propios (y del Estado) o al menos fijar algunos meses de residencia al capital externo para evitar su pronta ida. Las noticias que manejan los señores agentes (los "yupis" mencionados antes en el capítulo 14) hacen circular los capitales a placer. En realidad tienen el control pues dirigen la afluencia, dirección y monto de las inversiones; hacen ellos mismos grandes negocios y se enriquecen muchas veces de forma delictiva. Las organizaciones mafiosas ya están en este negocio.
El manejo exacto de la información, al hacer subir y bajar de continuo la Bolsa por la afluencia o la huída de los capitales, hace ganar fortunas en pocas horas. En los últimos tiempos este vaivén está acelerado y se puede desestabilizar un país renuente a formar parte del cortejo imperial. Ahora los golpes de estado son financieros más que económicos. El avance es vertiginoso; cuando este texto se publique es altamente probable que ya se haya inventado otra manera pero el mecanismo es básicamente el mismo. ¡Pobre del país que juegue a importar capitales "golondrinas"!
Si a eso se le agrega el vaciamiento de los tesoros públicos por parte de funcionarios delincuentes que la justicia no puede condenar por "falta de pruebas" o simplemente son sobreseídos por prescripción cuando huyen y luego regresan "al aclarar". Las pruebas siempre las pruebas. O se eliminan o no las consideran o es difícil hallarlas o el tiempo cubre con un manto de silencio o un buen precio compra el mutismo o directamente se quita de en medio al acusador o el juez se declara incompetente o lo nombran para un cargo superior (la Cámara de Apelaciones) cuando es un juez de manos limpias o sólo se condena a un "chivo expiatorio" pero siempre los "cerebros" siguen barajando el gran mazo.




De todo lo analizado hasta el momento podemos inferir que esta situación (y la impunidad es real no ficción) crea un caldo de cultivo para el accionar delictivo. En ése caldo germina el virus del fanatismo. Ignorancia, símil de pensamiento mágico y comienzo del totalitarismo en el sentido de total, universal y general; todo o nada; blanco o negro; creyentes o herejes; buenos o malos y la idea fundamentalista: nosotros o ellos. Tesis y antítesis. Capitalistas o proletarios. Explotados o explotadores. Mercado o Estado. El bueno es uno, malo es el distinto.
El otro meollo del asunto: la codicia y la hipocresía combinadas hacen un virus más peligroso aún que el fanatismo ideológico. Los fanáticos fundamentalistas de cualquier credo o ideología existieron siempre; no es prerrogativa de los musulmanes; la Inquisición (el Tribunal del Santo Oficio de la Iglesia Católica) cometió crímenes horrendos en contra de la humanidad y aún no se ha arrepentido y pedido disculpas (la Iglesia) pues su pensamiento es de raíz fundamentalista. Pero ahora aparecen los delincuentes movidos por la simple y terrible codicia, (sin justificativos religiosos o políticos, es decir ideológicos), son los mafiosos de las armas y de las drogas químicas.
El poder por el poder mismo. Sin el pseudoaltruismo religioso o político. Es decir la droga psíquica suplantada por la droga química en la búsqueda del poder para satisfacer la simple y terrible codicia y utilizando como ropaje la hipocresía. ¿Y nuestros jóvenes? Las drogas químicas envenenándolos. En todo el planeta es igual. Los seres humanos somos los mismos. Así fuimos, así somos.
Hasta el momento los atentados, por ejemplo, fueron hechos por motivos ideológicos y para llamar la atención o por represalias. En el fondo siempre se busca el predominio de una parte sobre la otra; los medios que han utilizado para cometer estos delitos han variado desde armas de tiro directo (eliminando al objetivo únicamente) como los atentados a presidentes de Estados Unidos de América o las bombas que al explotar exterminan indiscriminadamente a muchas personas junto con el objetivo directo. Esta última modalidad es aberrante (que se separa de la norma general) constituyendo un extravío o desviación de la conducta anterior. La variación está en que antes se atentaba contra la persona individual y ahora contra el grupo donde está la persona o contra lugares que representen intereses del grupo opuesto y en esos espacios mueren personas, habitantes o que circulan. Este último proceder pone al desnudo el grado de enfermedad de los fanáticos que, con tal de satisfacer su deseo de llamar la atención y de efectuar la represalia, cometen genocidio destruyendo masivamente a grupos humanos.
La bomba y el coche bomba como armas van a ser suplantadas en breve tiempo con otras, probablemente gases letales, y luego con aparatos electrónicos a distancia y de efecto no explosivo. Pero las mafias que ya están en este juego macabro usarán otra arma mucho más dañina pues sus efectos pueden involucrar a todo un país; ésta arma es el dinero. Las maniobras financieras pueden sumir en el caos a países enteros. Ya se ensayó esto en el país del viejo mundo cuya capital lo es también de las finanzas mundiales. Allí se socavó a un gobierno laborista mediante un golpe de estado económico reemplazándolo por otro conservador que hace más de quince años detenta el poder ininterrumpidamente. Tan efectiva fue la campaña de desprestigio contra los laboristas que estos no pueden ganar elecciones por más que la situación social sea grave por el desempleo. Países en desarrollo también han sufrido estas maniobras financieras (caso ya citado de Méjico en diciembre 1994) y han tenido vaciamientos bancarios por obra del capital golondrina y por la acción delictiva de sus propios funcionarios a través del peculado que se enmascara con la devaluación de la moneda.
El dinero como arma, honorables sociedades mafiosas como ejecutores y luchando por el poder, negocios de armas y drogas químicas. La única forma de combatir esto es mediante la prevención y ésta solamente puede hacerse con cerebro y pensamiento crítico. Sólo así podremos sobrellevar un futuro mucho más difícil aún pues si no hay un cambio cultural y comenzamos con urgencia a usar el pensamiento crítico, la tecnología con pensamiento mágico será mucho más horrenda y espantosa que la propia Inquisición.
En todo el planeta las cárceles están llenas pero de gente pobre. Casi no hay ricos presos. El centaurino quiso (es lógico) verificar este aserto. Visitó las cárceles que pudo y del resto obtuvo informes fidedignos de especialistas en el tema. Desde la sala para visitantes de una de las más famosas cárceles el centaurino escribió el siguiente poema que desea coloque yo como epitafio para dejar morir tanto dolor.
En este lugar bendito
donde reina la tristeza,
no se sanciona el delito
se condena la pobreza...


19. De cómo surgen las propuestas
Desde los ancestros prehomínidos hasta el homo sapiens he ido planteando los problemas que hacen al meollo de la condición humana; es válido para todos los lugares y épocas. Se dan en todas las subculturas, desde las pretecnológicas (incluso las actuales subdesarrolladas) hasta las más sofisticadas. El ser humano en sus características básicas: agresividad, ritualismo, jerarquía, territorialidad, estupidez, hipocresía y codicia de poder sobre bienes y personas se mantiene constante. Un gran cambio es necesario aunque éstos suelen ser traumáticos; se requiere valor para afrontarlos.
Al plantear los problemas, sin hipocresía, de manera clara y evidente a la vez que profunda (acción), surgen automáticamente las propuestas (reacción). Lo opuesto al problema es la propuesta.
En el caso de la agresividad (acción) intentando no ser agresivo (reacción), ya sea con actos, gestos o palabras aunque en el caso de éstas últimas decir sin hipocresías pueda parecer agresivo; de allí el condimento indispensable de la tolerancia y el respeto en el sentido dado en el texto.
En el caso del ritualismo (acción) intentemos corregir primero nuestros propios ritos cotidianos y advirtiendo los ritos y ceremonias externos (creencias religiosas, protocolos gubernamentales, modas en el vestir y en los sistemas de creencias, etc.), para oponernos actuando más libremente sin dañar (reacción) ya que traban y son clara manifestación de la hipocresía; además se usan para dominar mejor e impedir el libre debate.
La jerarquía (acción) es el elemento básico para dominar a las personas y a sus pensamientos; se usa para centralizar y fijar modelos de conducta, los ídolos del pasado y del presente, busquemos la horizontalidad mirando al de al lado, descentralicemos la gestión grupal (reacción). Todos podemos, somos homo sapiens; que los jefes de la horda se acoplen o no deleguemos más en ellos. La nueva cultura necesita responsabilidad de cada uno. Quizás al principio cueste mucho pero con ayuda de la tecnología informática se puede. Experimentemos nuevas formas.
La territorialidad (acción) en la era informática y global es absurda; es la infancia o mejor la vida intrauterina. Maduremos viéndonos como homo sapiens (reacción); contemplando al planeta como un todo relativo (los viajes espaciales en el futuro nos relativizarán); todas las razas y todas las subculturas participan de las mismas características básicas. En rigor somos una sola cultura: la humana. Los matices son simples grados o niveles. Las guerras por predominio territorial deben cesar; formemos una sola comunidad, tenemos la herramienta: la tecnología informática. La autopista informática nos une. Las luchas territoriales son infantiles; agredir para sacar pedazos de una madre única (el planeta Tierra) es un juego que debe terminar en la nueva cultura; todos podemos compartir este bello planeta azul...
La estupidez es genética. Nos viene como resabio de nuestros más primitivos ancestros (por vía de ejemplo: los dinosaurios, pues somos, en rigor, una larga evolución de tres mil quinientos millones de años). En el texto vimos la opinión del centaurino avalada por otros investigadores. La estupidez es la acción, admitirla primero y después luchar (y ésta lucha sí que es justa) por superarla lo más posible es la reacción.
La hipocresía (acción) construyó una cultura nefasta. Las creencias de todo tipo se cobijan en ella. Con valor, digamos lo que pensemos (reacción) y actuemos acorde con pensamientos críticos, en debates, buscando lo mejor con el aporte de todos. La verdad como certeza absoluta es ilusoria. busquemos lo más probable para alcanzar lo mejor en cada momento ya que probablemente cambie por otra cosa mejor aún en la época siguiente. No fijemos reglas eternas ni reveladas por supuestas divinidades; seamos permeables a los cambios. Usemos la poderosa herramienta que es la tecnología. La inteligencia artificial está cerca y podemos hacer uso de ella. Cuidemos nuestros fabulosos pensamientos imaginativos canalizándolos a través del espléndido mundo del arte. Vivamos sin hipocresía, acepto que no es fácil, se requiere coraje...del útil.


La codicia de poder sobre bienes y sobre personas (acción) es el problemas más acuciante y generador de toda la corrupción que nos agobia. En todas las naciones del planeta, cualquiera que fuese su sistema social, se advierte la corrupción apañada por la impunidad. Se organiza como una telaraña y sus nexos están arraigados desde milenios. A lo largo de la historia advertimos que todas las civilizaciones tuvieron estructuras de poder basadas en la codicia sobre bienes y manejo de las personas. La vida humana fue siempre una cosa, para las "arañas", y manipular a los hombres fue obra de los más astutos; éstos al descubrir, con intuición, el mecanismo del enamoramiento usurpan los cerebros y los pensamientos de los devotos creyentes de sus palabras. Los seguidores siguen mansamente a sus líderes aunque éstos cambien de procederes y hasta de doctrinas. Hay excepciones pero la regla es que la gente sigue a sus jefes hagan éstos lo que hicieren, siempre y cuando se mantenga el enamoramiento. Si sobreviene la desilusión que puede acontecer en cualquier instante se odia con el mismo fervor que se "amó". La libertad, el debate de todo lo producido por el ser humano (la cultura) y la búsqueda de mejores caminos con el aporte de todos será la reacción.


Cedo la palabra al centaurino.


Si digo y pruebo que existe el pensamiento mágico (acción), usando el pensamiento crítico (reacción) tendremos la propuesta.
Si digo y pruebo que los intentos religiosos para explicar cómo funcionan las cosas son arcaicos (acción), usando la metodología científica (reacción) tendremos la propuesta.
Si digo y pruebo que la filosofía especulativa utiliza la imaginación, excluyendo la observación y sobre todo la experimentación (acción), observando y haciendo experimentos (reacción), obtendremos la propuesta.
Si digo y pruebo que por medio de la filosofía especulativa no llegaremos al conocimiento (acción), construyamos una nueva filosofía que utilice los datos de las ciencias y la metodología científica (reacción) como propuesta.
Si digo y pruebo que las informaciones basadas en las creencias no son correctas (acción), busquemos la información aportada por las ciencias que son probablemente más correctas (reacción) y tendremos una excelente propuesta.
Si digo y pruebo que la búsqueda de una verdad con certeza absoluta es un deseo ilusorio (acción), busquemos datos relativos y como los más probables de ser correctos hasta que encontremos algo mejor (reacción) y tal la propuesta.
Si digo y pruebo que la lógica de dos valores: verdad y falsedad es anticuada pues no refleja la realidad (acción), construyamos una nueva lógica de tres valores: o verdadero, o falso, o indeterminado (reacción) y tendremos una propuesta.
Si digo y pruebo que las creencias fueron piromaníacas pues por medio del fuego quemaron todo lo que no les gustó para que sólo cenizas quedasen, además de ellas por supuesto (acción), publicar, divulgar y guardar con respeto toda la información proporcionada por la libre investigación (reacción) será la propuesta mejor y más valiosa de todas por el aporte al imprescindible debate.
Si digo y pruebo que la centralización y vértice en un jefe de la horda elaboró los cimientos de la actual estructuración del poder incluidos los modelos a seguir (acción), produciendo la descentralización en el comportamiento grupal a partir de la interacción de muchos individuos, sin tener un control central (reacción) emergerá la propuesta.
Si digo y pruebo que el aburrimiento, en especial en los jóvenes, es causal de juego, de consumo de drogas químicas y de más violencia (acción), hacer del ocio algo creador promoviendo el arte y el interés por la investigación científica (reacción) es la propuesta.
Si digo y pruebo que el juego es peligroso por las falsas ilusiones que genera (acción), reemplazarlo por experimentaciones con observaciones divirtiendo y sin daño (reacción) será la propuesta.
Si digo y pruebo que las religiones inventan un mundo falso e ilusorio para mantener a sus creyentes acicateando sus deseos (acción), hacer ciencia buscando conocer el mundo real (reacción) será la propuesta.
Si digo y pruebo que las jerarquías religiosas lo hacen para mantener el equilibrio de poder que lograron en milenios (acción), producir el libre debate de todas las cuestiones ayudará mucho más a las personas para que puedan adaptarse al cambio que indefectiblemente se avecina (reacción) es la propuesta.
Si digo y pruebo que el mecanismo de las creencias de todo tipo (religiosas, políticas y militares) se construyó sobre la base de sistemas cerrados (acción), hagamos nuevos grupos que trabajen con métodos y no con sistemas (reacción) y tal será la propuesta.
Si digo y pruebo que los religiosos, los políticos y los militares manejaron y manejan la cultura, es decir todo lo producido por el ser humano (acción), construir nuevos grupos que coordinen las actividades en total libertad de interacción y no manipulen con gerentes (reacción) esta es la propuesta.
Si digo y pruebo que todos los conflictos han sido y son motivados por creencias religiosas, políticas, militares, étnicas por ejemplo las matanzas de Ruanda en África y pensar que una raza humana deba ser destruida es una creencia (acción), cambiando por un pensamiento crítico y sin dañar (reacción) tendremos la propuesta.
Si digo y pruebo que lo expresado a lo largo del texto es la simple descripción de una realidad (acción), promover profundos debates sobre toda la cultura para construir otra realidad mejor (reacción) será una buena propuesta.
Si digo y pruebo que hay voceros a sueldo de la vieja cultura (acción), buscar medios para construir nuevos caminos sin personeros hipócritas (reacción) es una propuesta.
Si digo y pruebo que el actuar de muchos es hipócrita (acción), decir y hacer lo que se piensa con libertad y sin dañar (reacción) es buena propuesta.
Si digo y pruebo que la codicia de poder sobre bienes y personas genera corrupción (acción), cambiar por una auténtica, honesta, austeridad personal y colectiva (reacción) es una excelente propuesta.
Si digo y pruebo que la vieja cultura está decadente y no se ajusta a nuestra nueva realidad científica y tecnológica (acción), cambiar la cultura por otra basada en la búsqueda libre del conocimiento, con el ornamento del arte, con comportamientos grupales a partir de la interacción de los individuos sin tener un control central y sin dañar (reacción), es una propuesta para estudiar muy seriamente o al menos darle difusión para que se discuta. Concluyó el centaurino su alegato.




Yo después de escucharlo muy atentamente le espeté:
-No cabe duda que tus propuestas con tanta reacción son de manera clara y evidente típicamente reaccionarias-.
-Tú lo has dicho, en política (creencia) reacción es la tendencia que rechaza las innovaciones y reaccionario es el que propende a restaurar lo abolido. Para la nueva cultura es exactamente lo opuesto...es el que reacciona ante tanta agresividad, ritualismo, jerarquía, territorialidad, hipocresía, estupidez y codicia de poder sobre bienes y personas-. Me apabulló el valiente centaurino.




20. Nuevos caminos
Pensemos en algo. Fijemos la atención. El pensamiento no está aislado; por todos lados se relaciona con otros. Mientras pensamos advertimos que el pensamiento se transporta automáticamente de uno a otro de los pensamientos asociados hasta quedar diluido el pensamiento original predominando el nuevo o el último de la cadena. La relación es interminable y depende de la actividad que estemos desarrollando. Cuando fijamos la atención en un campo y logramos delimitarlo comenzamos el proceso de abstracción y análisis. Utilizando los conceptos de los capítulos 8 y 9 fijaremos en nuestra memoria con más exactitud las nociones adquiridas y el conocimiento se acrecienta. Pero para saber es imprescindible experimentar y aplicar lo pensado.




Uno de mis héroes infantiles era Leonardo da Vinci, que además de pintor hacía muchas otras cosas; entre ellas: ¡inventó un aparato para volar!
¡Cómo vivía yo las peripecias de Leonardo! Quería emularlo pero...sin ningún aparato.
La idea de volar siempre la tuvo el ser humano; casi todas las mitologías tienen un personaje que de alguna forma vuela o busca volar, como Icaro que intentó hacerlo pegando con cera plumas a su cuerpo pero el desdichado voló tan cerca del sol que el calor derritió la cera y cayó a tierra dándose un tremendo porrazo... [Cerca o lejos del sol da lo mismo...¡éstos griegos fabulistas!]
La fértil imaginación de los antiguos griegos era comparable a la del maestro Leonardo, aunque la diferencia estaba en que Leonardo quería llevar a la práctica sus ideas y confeccionó un aparato cuyos croquis dejó en su famoso cuaderno de notas.
Quizás hasta probó con sus alas mecánicas el vuelo desde un monte cercano, dicen algunos historiadores que varios testigos lo vieron volar... y también darse un buen porrazo...
Volar, soñar, sentir que somos pájaros con libertad.
Hoy día con las modernas alas delta se vuela, como imaginó y puso en práctica Leonardo, como sólo imaginaron los antiguos griegos; ahora es un deporte, una realidad. La maravillosa realidad supera mi tierna fantasía infantil. Desde cerros se lanzan y vuelan como pájaros aprovechando las corrientes de aire como las gaviotas.
Leonardo dejó su huella. El ser humano vuela con las modernas alas delta. Si Leonardo da Vinci viera planear a estos deportistas con aparatos similares al ideado por él, seguro que gruesas lágrimas rodarían por sus mejillas...él está muerto, pero su huella fue recogida por sus semejantes casi quinientos años después.
Su famoso cuaderno de notas contiene investigaciones de toda índole y en todos los campos del saber. Hay planos de una máquina de volar. Sin embargo en su época sus contemporáneos lo llamarían loco por su idea de que el hombre pueda volar. Toda la información, datos, conocimientos, emociones, en fin todo su "universo" tiene con el "universo" de sus contemporáneos el nexo o puente de su obra, entre ella su cuaderno de notas donde anotaba hasta sus gastos e incluso a veces remeda un diario íntimo. El nexo o puente está; que podamos acceder a su nivel depende de nosotros. Imaginemos al querido Leonardo que apareciese aquí en la ciudad en las postrimerías del siglo XX. Levantando su vista al paso de un avión y luego en el aeropuerto ¿qué ojos pondría al ver aterrizar y salir de la aeronave a personas como él? Sin embargo él ideó un aparato para volar cada persona individualmente, un ingenio tecnológico con alas. Su sueño, su maravilloso sueño del siglo XV-XVI, es realidad en nuestro siglo XX. Para él lo que estuviera viendo no sería "magia"; podría comprenderlo y extasiarse disfrutando de un espectáculo soñado por su imaginación creadora. Si repitiéramos la experiencia con algún coterráneo de Leonardo que lo denostaba peyorativamente con el epíteto de loco, ese paisano de Leonardo, sí vería "magia" en las alas delta y dioses en los deportistas. Este ejemplo de Leonardo nos ilustra sobre todos los conceptos vertidos en el texto. Vemos como un artista era simultáneamente un investigador, un científico que se adelantó a su época con inventos de toda índole. Sus pensamientos los llevaba a la práctica a través del arte o con experimentos arriesgados para ése contexto histórico. Sus cuadernos de notas cubren infinidad de páginas con dibujos y observaciones; con inventos y estudios anatómicos; con plantas y animales. Era un observador nato.


La mera expresión de los pensamientos es arte y más aún cuando la carga emocional aumenta. Podemos aunar ambos conceptos y mientras hacemos ciencia, es decir experimentamos con los datos de la realidad, lo adornamos con los sentimientos que vayan aflorando. A lo largo del texto el lector habrá advertido que hay momentos de emoción tanto míos como del centaurino que no dejé de escribirlos aunque un purista los hubiese borrado. En cambio yo quiero ser consecuente con mi método y no borrar nada de lo que voy pensando; la colcha de retazos en toda su magnitud.
La cadena de pensamientos puede ir formando un camino. El mejor sendero es aquel que tiene hitos señalando la ruta. La elección de estos hitos depende de cada uno. Yo puedo testificar que los hitos con información obtenida a través de las ciencias son mejores; nos indican un camino que nos llevará a otra cultura totalmente distinta a la actual. La presente cultura tiene los angustiantes problemas que fuimos viendo a lo largo del texto.
Debemos estimular la apertura de nuevos caminos.
Cuantos más hitos haya mejor será el camino. El hombre hacia el siglo XXI deberá elaborar muchos caminos y todavía más hitos.
Pero parafraseando al poeta Antonio Machado “...caminante no hay camino, sólo se hace camino al andar..."
El pensamiento mágico y la filosofía especulativa construyeron un mundo de imaginación con grandezas y miserias, con risas y llantos, con crueldades e injusticias y consuelos a futuro pero este mundo está concluyendo; una fuerza irresistible se está abriendo paso. Por primera vez en su historia el homo sapiens está encontrando respuestas, a veces tímidas e inseguras, pero respuestas que van señalizando nuevos caminos.
Meditemos sobre lo que la humanidad logró en los últimos cincuenta años para mejorar la calidad de vida y gracias al avance vertiginoso de las ciencias y de la tecnología. Con sólo pensar en la enorme mortandad que existía antes de los antibióticos tendremos una clara noción de la situación. La penicilina y sus derivados de última generación han logrado vencer en una lucha (ésta sí que es justa) a las bacterias. Antes, las infecciones bacterianas mataban a la gente sin piedad. Los creyentes cuando dicen ¡gracias a Dios! al pasarles algo bueno deberían repetir la misma cantinela al pasarles algo malo. Sin embargo sólo ven a su Dios cuando los beneficia; a veces es tan grande la ingratitud que da pena y angustia como por ejemplo al salvar la vida un esforzado equipo de médicos a un paciente, éste y sus parientes sólo dicen: ¡gracias a Dios! No, dice el centaurino, gracias al denuedo de los médicos que hicieron el trasplante de un órgano y a la ciencia que logró perfeccionar ésta técnica. Gracias al esfuerzo de gran cantidad de hombres y mujeres que van dejando hitos...
Admitamos que falta mucho todavía; algunos virus hacen estragos pero la investigación sigue y muchos virus están controlados. La medicina del futuro probablemente no sea invasiva, ni traumáticas las intervenciones quirúrgicas; ya el rayo láser está haciendo maravillas, por ejemplo es reciente el tratamiento de los defectos visuales (miopía, astigmatismo y presbicia) con el láser. El pensamiento crítico está presente en todas las ciencias como vimos a lo largo del texto. Los investigadores lo usan y atisban con él el micro y el macro cosmos. Sabemos mucho más que hace dos mil años... La información científica confronta con las creencias; no seamos hipócritas y digámoslo. Hablemos claro como los grandes maestros. Sin subterfugios ni engañifas. Los datos de las creencias son incorrectos, sólo son una ilusión. Los nuevos caminos requieren pisar con firmeza y observando hitos correctos, comprobados o al menos aceptados hasta que no se pruebe lo contrario pero mientras se deben debatir para corregir si es necesario. No hay verdades absolutas. No hay certezas. sólo hay búsquedas. Hay en rigor, niveles que abarcan un campo y luego se puede extender ése campo con un nivel más abarcativo. La complejidad y los niveles. La simplificación del mundo ilusorio de las creencias nos llevó a ver sólo un campo y la codicia humana transitó ese viejo camino que lleva miles de años.
"Caminante no hay camino, sólo se hace camino al andar".




Todo lo que el hombre ha producido es cultura; incluso sus ideas de todo tipo con errores y aciertos. Las religiones no escapan a este aserto. Fueron y son producto de los hombres. Las supuestas verdades reveladas son en su mayoría pensamientos arcaicos sin asidero real. En el texto vimos que Adán y Eva no existieron, son un mito bíblico. Gracias a la paleoantropología hoy sabemos la historia de nuestro linaje. Conocemos gracias a la astronomía cómo es el universo y cómo evolucionó. Gracias a la biología sabemos que la evolución de las especies no es una teoría sino un hecho comprobado. Gracias a la historia conocemos los acontecimientos que nos permiten mejorar al corregir errores del pasado que la historia nos señala. Pero todo es obra de los hombres, gracias al esfuerzo de tantos y al sacrificio de muchos tenemos poderosas herramientas. Ya no estamos tan desvalidos como nuestros ancestros. Usemos las herramientas pero ya, sin titubeos. Expandamos mensajes y como hacen los radioastrónomos al espacio intergaláctico, hagamos lo mismo con nuestros semejantes.
Vimos el comienzo de la estructuración del poder con el jefe de la horda como delegado hasta constituirse en rey en nombre del dios, con el aporte primero de los brujos o hechiceros y luego con las castas sacerdotales, caso del antiguo Egipto.
Los hitos de la Biblioteca de Alejandría y su incendio con el cruel martirio, además, de la inolvidable Hipatia.
Cirilo y sus fanáticos quemando papiros y a Hipatia.
La Inquisición y sus aláteres quemando libros y a personas.
La creación imaginaria y sádica del infierno donde se quemarán las almas de los disidentes en medio del "permanente llanto y el eterno crujir de huesos y rechinar de dientes dentro de un fuego que quema sin consumir".
Destruir con fuego para que sólo cenizas queden.
La piromanía como constante.
Durante toda la Edad Media se elaboró una cultura represiva y donde el respeto por el hombre no existía. El estancamiento fue brutal.
Pero hay sádicos porque existen los masoquistas.
El centaurino pregunta. ¿Cómo estamos ahora?
Para responder correctamente conviene utilizar los conocimientos volcados hasta el momento y colocar los hitos en lugares apropiados.
En algunos aspectos hemos avanzado: caso de las ciencias y de la tecnología. En otros estamos igual que en la Edad Media: no se admite el debate sobre el pensamiento mágico y sus falencias (aunque por ahora sin el fuego). En otros hemos retrocedido de manera apabullante e inconcebible para la época: atentados, impunidad, codicia desaforada, ambiciones de poder sobre personas y bienes, crueldad extrema, organizaciones delictivas tipo telaraña (mafias), aumento de la deuda pública sin razones y sólo por arte de magia aunque con prestidigitadores humanos.




El centaurino quiso tomar un té. Maquinalmente fui a la cocina y traje una bandeja con té y un vaso con jugo de limón. En silencio revolvía con la cucharita para amalgamar el jugo de limón con el oscuro brebaje; cuando obtuve el color deseado apoyé la cuchara en el plato y elevé la taza pero ésta quedó suspendida ante mi boca; mis ojos se recrearon con una partícula del limón que flotaba a la deriva... me sobresalté... una idea surgió repentinamente.
-Observa, del limón exprimido quedó esta pequeñísima parte sólida que flota en la superficie de la taza; el jugo se mezcló con el té y cambió el color de la bebida, ahora es té con limón. Sin embargo este ínfimo trocito conserva su carácter sólido y está suspendido en la superficie: flota sin hundirse aún tiene su identidad de limón puro. Pudo aguantar el ser exprimido y sobrevive como partícula de limón. Es para imitarlo ¿no te parece centaurino?- Reflexioné con una imagen optimista y pensando en los jóvenes.
Quizá una ayuda para ellos consista en cambiar la actitud de imitar pseudomodelos, o "ídolos" en su jerga, que lleva a la centralización a través del enamoramiento, por un comportamiento más genuino. El comportamiento grupal que emerge a partir de la interacción de muchos individuos, sin tener un control central, como por ejemplo el que se da en un atascamiento de tránsito en una autopista: cada uno mira al de al lado, debate y proyecta con él, no mira al que está al frente...y lejos. Los jóvenes haciendo su propio camino sin los ídolos falsos de una cultura paralizada y decadente basada en creencias ilusorias y en la codicia desmedida de los corruptos.
En la República Argentina en la década del setenta un funcionario, Francisco Manrique, ideó el juego del Prode (pronósticos deportivos: en los partidos de fútbol colocar en una boleta si gana el local, el visitante o hay empate) y con sus propias palabras lo definió como "el impuesto a la estupidez"... Se juegan tres o cuatro millones de tarjetas por semana y sólo gana una. Es decir que las posibilidades de ganar prácticamente no existen. Sin embargo la gente juega lo mismo con el argumento ilusorio de "alguien gana, ¿por qué no puedo ser yo?" o también "me puede tocar la varita mágica". La magia, siempre la magia. Lo mismo sucede con la Lotería y los demás juegos (quiniela, quini 6, etc.) ya sea que estén explotados por el Estado (impuesto a la estupidez, según la expresión exacta del referido funcionario) o que sean clandestinos (en éste caso la hipocresía de las autoridades, generalmente policiales, lo tolera y sustenta a cambio de dádivas de los "pasadores" supuestamente clandestinos ya que todo el mundo los conoce y muchos juegan...).
En nuestra sociedad contemporánea el aumento del juego es enorme. Los jóvenes van por ése camino siguiendo ilusiones. El viejo camino está plagado de ilusiones basadas en el enamoramiento. Los nuevos caminos son búsquedas, amor, conocimiento, arte, libertad, como la partícula del limón...los jóvenes que no se dejen exprimir lo harán. (El centaurino y yo estamos entre ellos, aunque no seamos jóvenes...¿o sí?, al menos no somos hipócritas y decimos lo que pensamos).




El centaurino manifiesta que se hace imprescindible la apertura de nuevos caminos multidisciplinarios. Los viejos caminos están cortados, un abismo se abrió ante ellos. Pero podemos construir un puente y comenzar a caminar en otro sentido. El sentido antes del abismo nos llevaba a la ilusión del enamoramiento. El sentido nuevo, si nos esforzamos sintiendo amor y pensando críticamente, nos conducirá a una cultura distinta por hacer. Los homo sapiens y sólo los homo sapiens podemos hacer el camino. El centaurino me ayudó a confeccionar este texto para iniciar un camino distinto a través del gran debate que propiciamos él y yo, es decir mi hemisferio izquierdo y mi hemisferio derecho del neocórtex...
Gracias poeta: "caminante no hay camino, sólo se hace camino al andar"...




Epitafio postrero.- Me hago eco de las palabras de un poeta del siglo XVIII: "Y aunque es para mí muy dulce la esperanza de que mi nombre no quedará enteramente sepultado en el olvido, no es porque crea (el centaurino y yo, con respeto -el nuestro-, lo corregimos por "pensemos") que será celebrado con aplauso sino recordado con lástima y ternura". (Mucha en nuestro caso, ¿verdad centaurino? -Es altamente probable que así sea-. Responde serio y abriendo sus grandes ojos azules el centaurino. Pero yo tengo la última palabra: todo dependerá de los estertores de una cultura.

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